/ miércoles 13 de enero de 2021

Imperativo salvar la biodiversidad

Es muy común que inicia un nuevo año y se empieza con nuevos propósitos, tendencia que no es exclusiva de un sector, sino que pareciera que es una tendencia humana. En el sector ambiental también ocurre así, ojalá que el gobierno mexicano se suba en esta ola de buenas y mejores intenciones, porque hay muchos pendientes y urgencias de cumplimiento de los compromisos de la genda ambiental. Lamentablemente los temas urgentes siguen siendo los mismos que anlizamos y evaluamos desde hace ya un par de años como son el cambio climático, la desertificación, el agua y la biodiversidad, por señalar solo algunos.

Voy a referirme al último de los problemas que señalé, la pérdida de biodiversidad: cuando se resalta “hay que proteger y conservar la diversidad biológica” pareciera que es una frase trillada y sin sentido, pero no es así. México posee una gran riqueza natural, producto de la variedad de ecosistemas, especies de flora y fauna y genes, que existen a nivel nacional y que de manera conjunta son los que permiten la variabilidad biológica.

México es un país megadiverso que ocupa los primeros lugares en el mundo por su gran número de especies de flora y fauna dentro de los diferentes ecosistemas que componen el país. La biodiversidad ayuda a mantener el equilibrio ecosistémico necesario para preservar la vida en la tierra. Gracias a la diversidad ecosistémica que hay en nuestro país, podemos pensar que nos estamos moviendo de un país a otro, cuando en realidad es el mosaico natural en la República. Dado su grado de abstracción, este ejemplo es útil para visualizar lo que cuesta tanto trabajo comprender: la riqueza natural con la que contamos.

La diversidad es necesaria para el funcionamiento de los ecosistemas naturales. Asimismo, la diversidad genética de las especies contribuye de manera importante ha garantizar la supervivencia de la vida en la Tierra, porque gracias a la domesticación de muchas de estas especies es que tenemos entre otras cosas, alimentos variados; dicho de otro modo, sin biodiversidad el proceso de adaptación sería imposible.

Sin embargo y pese a todos los atributos de la megadiversidad, no hay consciencia generalizada sobre la necesaria conservación de dicha riqueza biológica y cada vez más nos enfrentamos a un incremento de amenazas directas sobre las especies y los ecosistemas. No solo me refiero al cambio de uso de suelo, como consecuencia de la acción del hombre sobre los diferentes ecosistemas lo que a su vez implica un aumento de autorizaciones de cambios de usos de suelo y por consiguiente un aumento en la pérdida de cobertura vegetal, que a su vez lleva a un incremento de acciones contaminantes que por ende afectan directamente los ecosistemas naturales. Todo está interrelacionado.

Si pensamos en el trabajo institucional con la misión de proteger la biodiversidad, sin temor a equivocarme, considero que México es uno de los países con mayor andamiaje de instituciones fuertes y reconocidas tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, actualmente enfrenta un debilitamiento presupuestal del sector ambiental debido principalmente a que la agenda ambiental representa poca importancia para la presente administración federal, lo cual puede terminar debilitando dicha estructura institucional, empezando por la SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales), siguiendo por la CONANP (Comisión de Áreas Naturales Protegidas) y la CONABIO (Comisión Nacional para el Conocimiento y el Uso de la Biodiversidad) que son las tres reconocidas por su labor en la atención de la agenda verde.

Hay una tarea, que no es técnica, pero sí institucional y es compartida entre las diferentes dependencias: lograr una consciencia social para conservar y proteger la biodiversidad. Herramientas institucionales hay varias como son: el reconocimiento de las areas naturales protegidas, y su impulso, que hoy se puede hacer de manera voluntaria por propietarios de la tierra; las unidades de manejo de la vida silvestre incluso con fines comerciales, o bien las plantaciones exclusivas con vocación comercial, solo por citar algunas. Pero si no hay presupuesto para implementar más acciones de conservación, hoy debemos, como país, cumplir firmemente con los compromisos internacionales en la materia, generar y despertar compromiso y consciencia social respecto a la protección de la biodiversidad, y reconocer los servicios ecosistémicos naturales. La riqueza biológica no debe ser explotada sino revalorada porque en momentos de crisis santiaria, como el que hoy vivimos a nivel mundial, la naturaleza es un arma fundamental para garantizar la calidad de vida. Un propósito de año nuevo debe ser lograr la conservación de nuestra riqueza natural y el fortalecimiento institucional, por el bien de todos los mexicanos y de la humanidad en general.

Es muy común que inicia un nuevo año y se empieza con nuevos propósitos, tendencia que no es exclusiva de un sector, sino que pareciera que es una tendencia humana. En el sector ambiental también ocurre así, ojalá que el gobierno mexicano se suba en esta ola de buenas y mejores intenciones, porque hay muchos pendientes y urgencias de cumplimiento de los compromisos de la genda ambiental. Lamentablemente los temas urgentes siguen siendo los mismos que anlizamos y evaluamos desde hace ya un par de años como son el cambio climático, la desertificación, el agua y la biodiversidad, por señalar solo algunos.

Voy a referirme al último de los problemas que señalé, la pérdida de biodiversidad: cuando se resalta “hay que proteger y conservar la diversidad biológica” pareciera que es una frase trillada y sin sentido, pero no es así. México posee una gran riqueza natural, producto de la variedad de ecosistemas, especies de flora y fauna y genes, que existen a nivel nacional y que de manera conjunta son los que permiten la variabilidad biológica.

México es un país megadiverso que ocupa los primeros lugares en el mundo por su gran número de especies de flora y fauna dentro de los diferentes ecosistemas que componen el país. La biodiversidad ayuda a mantener el equilibrio ecosistémico necesario para preservar la vida en la tierra. Gracias a la diversidad ecosistémica que hay en nuestro país, podemos pensar que nos estamos moviendo de un país a otro, cuando en realidad es el mosaico natural en la República. Dado su grado de abstracción, este ejemplo es útil para visualizar lo que cuesta tanto trabajo comprender: la riqueza natural con la que contamos.

La diversidad es necesaria para el funcionamiento de los ecosistemas naturales. Asimismo, la diversidad genética de las especies contribuye de manera importante ha garantizar la supervivencia de la vida en la Tierra, porque gracias a la domesticación de muchas de estas especies es que tenemos entre otras cosas, alimentos variados; dicho de otro modo, sin biodiversidad el proceso de adaptación sería imposible.

Sin embargo y pese a todos los atributos de la megadiversidad, no hay consciencia generalizada sobre la necesaria conservación de dicha riqueza biológica y cada vez más nos enfrentamos a un incremento de amenazas directas sobre las especies y los ecosistemas. No solo me refiero al cambio de uso de suelo, como consecuencia de la acción del hombre sobre los diferentes ecosistemas lo que a su vez implica un aumento de autorizaciones de cambios de usos de suelo y por consiguiente un aumento en la pérdida de cobertura vegetal, que a su vez lleva a un incremento de acciones contaminantes que por ende afectan directamente los ecosistemas naturales. Todo está interrelacionado.

Si pensamos en el trabajo institucional con la misión de proteger la biodiversidad, sin temor a equivocarme, considero que México es uno de los países con mayor andamiaje de instituciones fuertes y reconocidas tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, actualmente enfrenta un debilitamiento presupuestal del sector ambiental debido principalmente a que la agenda ambiental representa poca importancia para la presente administración federal, lo cual puede terminar debilitando dicha estructura institucional, empezando por la SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales), siguiendo por la CONANP (Comisión de Áreas Naturales Protegidas) y la CONABIO (Comisión Nacional para el Conocimiento y el Uso de la Biodiversidad) que son las tres reconocidas por su labor en la atención de la agenda verde.

Hay una tarea, que no es técnica, pero sí institucional y es compartida entre las diferentes dependencias: lograr una consciencia social para conservar y proteger la biodiversidad. Herramientas institucionales hay varias como son: el reconocimiento de las areas naturales protegidas, y su impulso, que hoy se puede hacer de manera voluntaria por propietarios de la tierra; las unidades de manejo de la vida silvestre incluso con fines comerciales, o bien las plantaciones exclusivas con vocación comercial, solo por citar algunas. Pero si no hay presupuesto para implementar más acciones de conservación, hoy debemos, como país, cumplir firmemente con los compromisos internacionales en la materia, generar y despertar compromiso y consciencia social respecto a la protección de la biodiversidad, y reconocer los servicios ecosistémicos naturales. La riqueza biológica no debe ser explotada sino revalorada porque en momentos de crisis santiaria, como el que hoy vivimos a nivel mundial, la naturaleza es un arma fundamental para garantizar la calidad de vida. Un propósito de año nuevo debe ser lograr la conservación de nuestra riqueza natural y el fortalecimiento institucional, por el bien de todos los mexicanos y de la humanidad en general.