/ martes 15 de noviembre de 2022

La ciberseguridad es multidisciplinaria

Por Adolfo Arreola García*

El mundo experimenta una transformación digital que permea todas las actividades del quehacer humano. Dicha transformación ha dado cabida a una creciente dependencia en los medios digitales, ha permitido el empleo poco ético de la tecnología/información y ha provocado cambios en los hábitos de los seres humanos, todo lo cual viene acompañado de riesgos y amenazas que son atendidos por la ciberseguridad con un enfoque multidisciplinario e integral. De esta forma, al buscar preservar la seguridad humana, la ciberseguridad reflexiona sobre las vulnerabilidades del ciberespacio y sus impactos en la seguridad de los Estados, en la psique colectiva y en el buen estado de salud de los ciudadanos, entre otros.

Primero, desde el punto de vista de la seguridad nacional y de la seguridad pública la ciberseguridad debe ser atendida con medidas político-estratégicas que incluyan visiones de las ciencias políticas, sociales, jurídicas y militares para que: establezcan un marco de operación y funcionamiento contra las ciberamenazas; garanticen la existencia de un marco legal para la actuación de los diversos actores; brinden certeza a la actuación de la autoridad; alienten la construcción de un sistema de ciberseguridad pública para contrarrestar los ciberdelitos; otorguen los recursos materiales, financieros y humanos necesarios; y, diseñen un sistema de ciberseguridad nacional resiliente.

Segundo, dado que el empleo poco ético de la tecnología e información está íntimamente ligado a la desinformación, mal información, noticias falsas, ingeniería social, manipulación de la opinión pública y ataques de desprestigio, se requiere de especialistas en áreas de la comunicación, periodismo, salud mental, sociología, asesoramiento legal y manejo de crisis para su atención. Por supuesto que no son todos los profesionales que se requieren, sino una muestra de la diversidad de actores implicados. En este caso, la ciberseguridad se enfoca en contrarrestar los ataques basados en la información contra la psique colectiva con una táctica que no agrega necesariamente medidas tecnológicas.

Tercero, el uso intensivo de los medios digitales y de las redes sociales ha llevado a que la población modifique sus hábitos e integre conductas que ponen en riesgo su integridad física y emocional. Hoy en día se habla de “adictos digitales”, dado que pasan horas frente a sus dispositivos y olvidan todo a su alrededor, se reconoce el fenómeno de los “zombies digitales” (Smombies) que de igual forma sufren para separarse de su navegación en línea, y se sabe de enfermedades novedosas como la whatsappitis que genera lesiones por el uso excesivo de los dispositivos móviles. Dichos fenómenos requieren de la atención de una combinación entre las ciencias de la salud y otras disciplinas sociales. Todo lo anterior, permite preguntarse si los individuos están viviendo una vida real saludable y preservando su seguridad física y/o mental.

En breve, ¡dejemos de pensar en la ciberseguridad como sólo tecnología! La ciberseguridad es multidisciplinaria porque los efectos que sufren los Estados y seres humanos afectan su estabilidad económica, política, psico-social, tecnológica y de seguridad.

*Profesor investigador de la Facultad de Estudios Globales, Universidad Anáhuac México

Por Adolfo Arreola García*

El mundo experimenta una transformación digital que permea todas las actividades del quehacer humano. Dicha transformación ha dado cabida a una creciente dependencia en los medios digitales, ha permitido el empleo poco ético de la tecnología/información y ha provocado cambios en los hábitos de los seres humanos, todo lo cual viene acompañado de riesgos y amenazas que son atendidos por la ciberseguridad con un enfoque multidisciplinario e integral. De esta forma, al buscar preservar la seguridad humana, la ciberseguridad reflexiona sobre las vulnerabilidades del ciberespacio y sus impactos en la seguridad de los Estados, en la psique colectiva y en el buen estado de salud de los ciudadanos, entre otros.

Primero, desde el punto de vista de la seguridad nacional y de la seguridad pública la ciberseguridad debe ser atendida con medidas político-estratégicas que incluyan visiones de las ciencias políticas, sociales, jurídicas y militares para que: establezcan un marco de operación y funcionamiento contra las ciberamenazas; garanticen la existencia de un marco legal para la actuación de los diversos actores; brinden certeza a la actuación de la autoridad; alienten la construcción de un sistema de ciberseguridad pública para contrarrestar los ciberdelitos; otorguen los recursos materiales, financieros y humanos necesarios; y, diseñen un sistema de ciberseguridad nacional resiliente.

Segundo, dado que el empleo poco ético de la tecnología e información está íntimamente ligado a la desinformación, mal información, noticias falsas, ingeniería social, manipulación de la opinión pública y ataques de desprestigio, se requiere de especialistas en áreas de la comunicación, periodismo, salud mental, sociología, asesoramiento legal y manejo de crisis para su atención. Por supuesto que no son todos los profesionales que se requieren, sino una muestra de la diversidad de actores implicados. En este caso, la ciberseguridad se enfoca en contrarrestar los ataques basados en la información contra la psique colectiva con una táctica que no agrega necesariamente medidas tecnológicas.

Tercero, el uso intensivo de los medios digitales y de las redes sociales ha llevado a que la población modifique sus hábitos e integre conductas que ponen en riesgo su integridad física y emocional. Hoy en día se habla de “adictos digitales”, dado que pasan horas frente a sus dispositivos y olvidan todo a su alrededor, se reconoce el fenómeno de los “zombies digitales” (Smombies) que de igual forma sufren para separarse de su navegación en línea, y se sabe de enfermedades novedosas como la whatsappitis que genera lesiones por el uso excesivo de los dispositivos móviles. Dichos fenómenos requieren de la atención de una combinación entre las ciencias de la salud y otras disciplinas sociales. Todo lo anterior, permite preguntarse si los individuos están viviendo una vida real saludable y preservando su seguridad física y/o mental.

En breve, ¡dejemos de pensar en la ciberseguridad como sólo tecnología! La ciberseguridad es multidisciplinaria porque los efectos que sufren los Estados y seres humanos afectan su estabilidad económica, política, psico-social, tecnológica y de seguridad.

*Profesor investigador de la Facultad de Estudios Globales, Universidad Anáhuac México