/ miércoles 3 de enero de 2024

La ilusión por un nuevo año

El año viejo se fue un abrir y cerrar de ojos y dejó grandes retos para trabajar para el nuevo que llega. Es importante hacer una evaluación de los doce meses que se fueron de lo “bueno, lo malo, lo feo y los retos” que dejó en a nivel individual, familiar, con el estado, con el país y con el mundo y cómo quedó la hoja de balance. En el planeta, nos sorprendió el mortífero conflicto armado entre Rusia y Ucrania, y la guerra entre Israel y Hamas, que, en conjunto, han dejado miles de muertos a la fecha. Las altas temperaturas nos dejaron a la humanidad como pollos rostizados, pero, sobre todo, anunciaron que el cambio climático difícilmente tendrá revés. Argentina eligió al polémico ultra derechista y amante de los tríos sexuales Milei como su presidente, dejando claro que hará reformas extremas nunca antes vistas (no se sabe si serán para peor).

En México el problema migratorio se ha exacerbado, imposibilitando al gobierno encontrar una buena solución ante este fenómeno. Prueba de ello fue a inicio del año cuando se incendió una estación migratoria en Cd. Juárez, Chihuahua, dejando 40 muertos. Posteriormente, 27 trabajadores de un “call center” de Zapopan, Jalisco desaparecieron, develando una red de corrupción, delitos e impunidad en el país. El IMSS demostró que es más peligroso subirse a un elevador de alguno de sus hospitales, a esperar meses para una cita con doctor medicamentos. En Acapulco, el huracán Otis dejó un precedente histórico de desastre, que tardará años para volver a la “normalidad”. Por todo el país hubo marchas y protestas por la distribución de los nuevos libros de texto que para varios fueron recalcados de “comunistas y liberales”. Chihuahua fue un estado que le salió el “tiro por la culata” al prohibir su distribución e improvisar la educación básica, con folletos mal hechos. En lo electoral, las campañas para elección de presidenta este 2024 están más definidas por el desaliento que por la emoción. Expresiones como: Que no robe, que no mienta, que escuche son las mas repetidas, a sabiendas que probablemente eso no sucederá. Tristemente, la pigmentación de la piel, el código postal y apellido de una persona continúa definiendo quién sí tiene privilegios y quienes no.

En la familia, como de costumbre le aseguro que hubo muchos conflictos, pero si imperó el diálogo, el respeto, la empatía y la no violencia para solucionarlos, probablemente les unió más a sus seres queridos y aprendió que aún en la adversidad, el amor puede por sobre todo. A nivel personal, sólo una introspección le dará una respuesta de los logros y objetivos que se cumplieron, y del grado de satisfacción que tiene en este momento consigo mismo y con la vida.

No podremos hacer mucho por el mundo externo, pero si comenzamos con uno mismo, podremos ser personas que construyamos puentes en lugar de odios. Dejemos de pensar tanto en nosotros mismos; tomemos iniciativa para hacer algo por el bienestar de los demás y deja huella. Un alma en paz no hace maldades. Einstein dijo que el problema del hombre no estaba en la bomba atómica, sino en su corazón. Nuestras acciones trascienden de nosotros y si trabajamos en nuestro bienestar, lo estaremos haciendo por el de los demás también. Quizá no fue el mejor año, pero si hicimos todo lo que estuvo a nuestro alance para mejorar, fuimos exitosos. Que la ilusión por un nuevo año no sea como la trampa de un mago, sino una afirmación de que todo, siempre, estará mejor.

Yanez_flor@hotmail.com


El año viejo se fue un abrir y cerrar de ojos y dejó grandes retos para trabajar para el nuevo que llega. Es importante hacer una evaluación de los doce meses que se fueron de lo “bueno, lo malo, lo feo y los retos” que dejó en a nivel individual, familiar, con el estado, con el país y con el mundo y cómo quedó la hoja de balance. En el planeta, nos sorprendió el mortífero conflicto armado entre Rusia y Ucrania, y la guerra entre Israel y Hamas, que, en conjunto, han dejado miles de muertos a la fecha. Las altas temperaturas nos dejaron a la humanidad como pollos rostizados, pero, sobre todo, anunciaron que el cambio climático difícilmente tendrá revés. Argentina eligió al polémico ultra derechista y amante de los tríos sexuales Milei como su presidente, dejando claro que hará reformas extremas nunca antes vistas (no se sabe si serán para peor).

En México el problema migratorio se ha exacerbado, imposibilitando al gobierno encontrar una buena solución ante este fenómeno. Prueba de ello fue a inicio del año cuando se incendió una estación migratoria en Cd. Juárez, Chihuahua, dejando 40 muertos. Posteriormente, 27 trabajadores de un “call center” de Zapopan, Jalisco desaparecieron, develando una red de corrupción, delitos e impunidad en el país. El IMSS demostró que es más peligroso subirse a un elevador de alguno de sus hospitales, a esperar meses para una cita con doctor medicamentos. En Acapulco, el huracán Otis dejó un precedente histórico de desastre, que tardará años para volver a la “normalidad”. Por todo el país hubo marchas y protestas por la distribución de los nuevos libros de texto que para varios fueron recalcados de “comunistas y liberales”. Chihuahua fue un estado que le salió el “tiro por la culata” al prohibir su distribución e improvisar la educación básica, con folletos mal hechos. En lo electoral, las campañas para elección de presidenta este 2024 están más definidas por el desaliento que por la emoción. Expresiones como: Que no robe, que no mienta, que escuche son las mas repetidas, a sabiendas que probablemente eso no sucederá. Tristemente, la pigmentación de la piel, el código postal y apellido de una persona continúa definiendo quién sí tiene privilegios y quienes no.

En la familia, como de costumbre le aseguro que hubo muchos conflictos, pero si imperó el diálogo, el respeto, la empatía y la no violencia para solucionarlos, probablemente les unió más a sus seres queridos y aprendió que aún en la adversidad, el amor puede por sobre todo. A nivel personal, sólo una introspección le dará una respuesta de los logros y objetivos que se cumplieron, y del grado de satisfacción que tiene en este momento consigo mismo y con la vida.

No podremos hacer mucho por el mundo externo, pero si comenzamos con uno mismo, podremos ser personas que construyamos puentes en lugar de odios. Dejemos de pensar tanto en nosotros mismos; tomemos iniciativa para hacer algo por el bienestar de los demás y deja huella. Un alma en paz no hace maldades. Einstein dijo que el problema del hombre no estaba en la bomba atómica, sino en su corazón. Nuestras acciones trascienden de nosotros y si trabajamos en nuestro bienestar, lo estaremos haciendo por el de los demás también. Quizá no fue el mejor año, pero si hicimos todo lo que estuvo a nuestro alance para mejorar, fuimos exitosos. Que la ilusión por un nuevo año no sea como la trampa de un mago, sino una afirmación de que todo, siempre, estará mejor.

Yanez_flor@hotmail.com