/ sábado 16 de mayo de 2020

La nueva normalidad

En las próximas 48 horas, el lunes 18 de mayo de 2020, el Gobierno Federal inicia en la Etapa 1 de 3, la reapertura de los municipios [denominados] de la Esperanza en el marco de la Estrategia de reapertura de las actividades sociales, educativas y económicas. Se aprecia que el plan prioriza la claridad, seguridad, certidumbre para la población y de una forma gradual, ordenada y cauta.

En algunos países europeos ya se regresa a la “normalidad” de la vida cotidiana del antes de la crisis sanitaria con sus medidas de prevención. En la sociedad mexicana el confinamiento está en niveles altos y es determinante para llegar a buen puerto. La Ciudad de México trabaja con una mirada integral que pone en balance la salud y el bienestar social.

Todos somos conscientes que la humanidad se encuentra ante una enorme encrucijada, estamos en un momento de quiebre. Una interrogante ¿qué sigue después del actual aislamiento, en un contexto que está pendiente los antídotos para acotarla en forma contundente? El colectivo vislumbra que también estamos en el umbral de un gran principio de una “nueva normalidad”, que necesitamos modificar estilos de vida activa y saludable, nuevas capacidades personales, familiares e institucionales que se doblaron y colapsaron.

Ciertamente, el momento actual tiene varias y distintas perspectivas según se encuentre la persona en su interno, procedente de su salud física, emocional, laboral, económica. Experta explica de la sensación de “menor espacio y un alargamiento del tiempo”. Así, una de la experiencia del uso del tiempo, en estos días del aislamiento (unos desde la esfera de las actividades esenciales) es que cada persona lo ha utilizado en su espacio disponible como pudo y quiso. Ejemplo: “el día tiene 24 horas y esto fue escrito en la hora 23”.

Del regreso a una “nueva normalidad” se percibe de su complejidad, sus interrelaciones, la importancia del enfoque de los sistemas, la búsqueda del equilibrio dinámico, etc. Todo un tema que incluye una triada del cambio y transformación: El “desaprender” antes del “aprender” las nuevas buenas prácticas y paradigmas, o “reaprender” aquellas modalidades que en el pasado nos apoyaron y dejamos de utilizar, porque en su contexto perdieron su vigencia, pero ahora aplican.

Algunas interrogaciones del cambio y sus escenarios deseados y esperados de las trasformaciones en el corto, mediano y largo plazo:

A) Nuestra relación con la naturaleza, con los demás humanos (inmediatos y mediatos).

B) La valoración de las personas y sus oficios.

C) El consumismo y el camino a recorrer.

D) La “normalidad” nos colocó en el horror, ¿hay que regresar a ella?, etc.

En el contexto que prevalece y las oportunidades al ver la luz al final del túnel, caso por caso, se recuerda una canción de Bob Dylan: “La respuesta, mi amigo[a], está flotando en el viento”. Sin duda alguna, las respuestas propiciaran las soluciones pertinentes en los temas sociales y económicos vinculados al después.

Es rica la historia de México y su pueblo, de ahí han de salir adecuadas y suficientes herramientas para crear una “nueva normalidad” que se base en una economía con defensa de la vida, generando el buen vivir y el buen ser.

Algunos opinan de un camino abrupto e incluso apocalíptico… sin embargo, la mayoría percibe que efectivamente el camino no es fácil pero se puede y comprenden que la “resiliencia y sus protocolos será la clave” para una nueva realidad.

hazael.ruiz@hotmail.com


En las próximas 48 horas, el lunes 18 de mayo de 2020, el Gobierno Federal inicia en la Etapa 1 de 3, la reapertura de los municipios [denominados] de la Esperanza en el marco de la Estrategia de reapertura de las actividades sociales, educativas y económicas. Se aprecia que el plan prioriza la claridad, seguridad, certidumbre para la población y de una forma gradual, ordenada y cauta.

En algunos países europeos ya se regresa a la “normalidad” de la vida cotidiana del antes de la crisis sanitaria con sus medidas de prevención. En la sociedad mexicana el confinamiento está en niveles altos y es determinante para llegar a buen puerto. La Ciudad de México trabaja con una mirada integral que pone en balance la salud y el bienestar social.

Todos somos conscientes que la humanidad se encuentra ante una enorme encrucijada, estamos en un momento de quiebre. Una interrogante ¿qué sigue después del actual aislamiento, en un contexto que está pendiente los antídotos para acotarla en forma contundente? El colectivo vislumbra que también estamos en el umbral de un gran principio de una “nueva normalidad”, que necesitamos modificar estilos de vida activa y saludable, nuevas capacidades personales, familiares e institucionales que se doblaron y colapsaron.

Ciertamente, el momento actual tiene varias y distintas perspectivas según se encuentre la persona en su interno, procedente de su salud física, emocional, laboral, económica. Experta explica de la sensación de “menor espacio y un alargamiento del tiempo”. Así, una de la experiencia del uso del tiempo, en estos días del aislamiento (unos desde la esfera de las actividades esenciales) es que cada persona lo ha utilizado en su espacio disponible como pudo y quiso. Ejemplo: “el día tiene 24 horas y esto fue escrito en la hora 23”.

Del regreso a una “nueva normalidad” se percibe de su complejidad, sus interrelaciones, la importancia del enfoque de los sistemas, la búsqueda del equilibrio dinámico, etc. Todo un tema que incluye una triada del cambio y transformación: El “desaprender” antes del “aprender” las nuevas buenas prácticas y paradigmas, o “reaprender” aquellas modalidades que en el pasado nos apoyaron y dejamos de utilizar, porque en su contexto perdieron su vigencia, pero ahora aplican.

Algunas interrogaciones del cambio y sus escenarios deseados y esperados de las trasformaciones en el corto, mediano y largo plazo:

A) Nuestra relación con la naturaleza, con los demás humanos (inmediatos y mediatos).

B) La valoración de las personas y sus oficios.

C) El consumismo y el camino a recorrer.

D) La “normalidad” nos colocó en el horror, ¿hay que regresar a ella?, etc.

En el contexto que prevalece y las oportunidades al ver la luz al final del túnel, caso por caso, se recuerda una canción de Bob Dylan: “La respuesta, mi amigo[a], está flotando en el viento”. Sin duda alguna, las respuestas propiciaran las soluciones pertinentes en los temas sociales y económicos vinculados al después.

Es rica la historia de México y su pueblo, de ahí han de salir adecuadas y suficientes herramientas para crear una “nueva normalidad” que se base en una economía con defensa de la vida, generando el buen vivir y el buen ser.

Algunos opinan de un camino abrupto e incluso apocalíptico… sin embargo, la mayoría percibe que efectivamente el camino no es fácil pero se puede y comprenden que la “resiliencia y sus protocolos será la clave” para una nueva realidad.

hazael.ruiz@hotmail.com