/ lunes 27 de julio de 2020

La vida y el mar

Los mares siempre han sido un recurso estratégico de las naciones, y en los últimos años han recobrado mas visibilidad porque se les asocia al tema de cambio climático, de diversidad biológica, y de seguridad alimentaria por señalar algunos de los problemas que más preocupan en la comunidad internacional.


Conservar este recurso natural estratégico es determinante para el tipo de desarrollo en el mediano y largo plazo de las naciones. Citando algunos datos asociados a los problemas globales, por ejemplo, en materia de cambio climático sabemos que la presencia de gases de efecto invernadero es lo que provoca que se agrave el calentamiento, pero al mismo tiempo se manejan datos alentadores de que los océanos son el principal sumidero de carbono, se calcula que han absorbido de manera natural entre el 20% y el 30% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) relacionado con las actividades humanas; y se estima que podrían seguir contribuyendo con reducciones de alrededor de esos porcentajes para limitar el calentamiento en no más de 1.5ºC para el 2050.


Revisando datos de lo que ocurre con especies de fauna marina, es en las aguas abiertas o en las zona de alta mar en las que concentra la vida del 60% de las especies de biodiversidad, muchas de ellas, especies migratorias que se mueven de una jurisdicción a otra, pero no por ello viven una condición mejor a la amenaza que sufren las especies de las zonas costeras o dentro de la zona económica exclusiva, me refiero con ello a la pesca ilegal. Si bien sí es diferente la intensidad, todas las especies están sometidas a la misma amenaza: la pesca no regulada. Cuando uno revisa los datos de lo que pasa en las aguas internacionales es alarmante ver la forma en la que la pesca industrial China arrasa con todo.


El problema que hoy vive Ecuador es muy grave, y es un tema recurrente entre los meses de mayo a octubre, la flota china desplegó 260 barcos pesqueros para pescar calamar gigante principalmente, lamentablemente hay muchas mas especies asociadas a dicha especies y por consiguiente sufren las consecuencias de la pesca indiscriminada principalmente el tiburón ballena y las yubartas. El gobierno de Ecuador no puede hacer nada en tanto no violente la zona económica exclusiva (ZEE) o la Reserva Marina de Galápagos, así los barcos chinos se mueven y mantienen en las aguas internacionales en donde ningún país tiene jurisdicción. Pareciera que no tienen limites de la pesca indiscriminada, y además ahora ya van acompañados los barcos pesqueros de barcos refrigeradores y en el peor de los casos de barcos enlatadores, lo que significa que es un desarrollo industrial marítimo con afectaciones incalculables. Lo que pudiera ser algo increíble, es una amenaza letal. Esto debería de levantar un signo de alarma ya en la comunidad internacional, y que las negociaciones que se dan en el panel de alta mar o aguas internacionales lo pongan ya como caso de estudio a revisar y en su caso sancionar. No queremos que se repliquen estos escenarios en otros lugares y menos en las zonas costeras de nuestro país. Lamentablemente la flota española está empezando a replicar los ejercicios de los chinos, una vez que se acabaron sus riquezas silvestres.


En México se debe de trabajar de manera coordinada entre las instituciones de medio ambiente y conservación con fomento pesquero y regulación económica, sin duda relaciones exteriores también tiene un papel fundamental para posicionar estos temas en las mesas en las que participan.


Hoy en el país deberíamos de estar discutiendo, en términos de política pública, darle una nueva orientación a la política nacional y limitar a la industria pesquera y beneficiar a los pescadores ribereños. A nivel internacional la opinión de México es transversal y de mucho peso, debemos de apuntar a una explotación marina mucho más controlada y que sí se cumpla el propósito de garantizar seguridad alimentaria., pero no a costa de violentar lo que asumimos como país signatario de la Convención de Diversidad Biológica. En otras palabras, no podemos permitir que en nuestras aguas se vivan los problemas que ya viven los países de la región. La pesca industrial no controlada es una amenaza para los mares del planeta.


México se debe de posicionar en un líder en la negociación internacional y hacer valer el peso en la CDB, además debemos de apoyar este esfuerzo con el decreto de nuevas áreas protegidas marinas para alcanzar el 30% de nuestro territorio marino al 2030. Debemos cuidar a toda costa nuestro recursos estratégico y su biodiversidad marina, por el bien de todos.

Los mares siempre han sido un recurso estratégico de las naciones, y en los últimos años han recobrado mas visibilidad porque se les asocia al tema de cambio climático, de diversidad biológica, y de seguridad alimentaria por señalar algunos de los problemas que más preocupan en la comunidad internacional.


Conservar este recurso natural estratégico es determinante para el tipo de desarrollo en el mediano y largo plazo de las naciones. Citando algunos datos asociados a los problemas globales, por ejemplo, en materia de cambio climático sabemos que la presencia de gases de efecto invernadero es lo que provoca que se agrave el calentamiento, pero al mismo tiempo se manejan datos alentadores de que los océanos son el principal sumidero de carbono, se calcula que han absorbido de manera natural entre el 20% y el 30% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) relacionado con las actividades humanas; y se estima que podrían seguir contribuyendo con reducciones de alrededor de esos porcentajes para limitar el calentamiento en no más de 1.5ºC para el 2050.


Revisando datos de lo que ocurre con especies de fauna marina, es en las aguas abiertas o en las zona de alta mar en las que concentra la vida del 60% de las especies de biodiversidad, muchas de ellas, especies migratorias que se mueven de una jurisdicción a otra, pero no por ello viven una condición mejor a la amenaza que sufren las especies de las zonas costeras o dentro de la zona económica exclusiva, me refiero con ello a la pesca ilegal. Si bien sí es diferente la intensidad, todas las especies están sometidas a la misma amenaza: la pesca no regulada. Cuando uno revisa los datos de lo que pasa en las aguas internacionales es alarmante ver la forma en la que la pesca industrial China arrasa con todo.


El problema que hoy vive Ecuador es muy grave, y es un tema recurrente entre los meses de mayo a octubre, la flota china desplegó 260 barcos pesqueros para pescar calamar gigante principalmente, lamentablemente hay muchas mas especies asociadas a dicha especies y por consiguiente sufren las consecuencias de la pesca indiscriminada principalmente el tiburón ballena y las yubartas. El gobierno de Ecuador no puede hacer nada en tanto no violente la zona económica exclusiva (ZEE) o la Reserva Marina de Galápagos, así los barcos chinos se mueven y mantienen en las aguas internacionales en donde ningún país tiene jurisdicción. Pareciera que no tienen limites de la pesca indiscriminada, y además ahora ya van acompañados los barcos pesqueros de barcos refrigeradores y en el peor de los casos de barcos enlatadores, lo que significa que es un desarrollo industrial marítimo con afectaciones incalculables. Lo que pudiera ser algo increíble, es una amenaza letal. Esto debería de levantar un signo de alarma ya en la comunidad internacional, y que las negociaciones que se dan en el panel de alta mar o aguas internacionales lo pongan ya como caso de estudio a revisar y en su caso sancionar. No queremos que se repliquen estos escenarios en otros lugares y menos en las zonas costeras de nuestro país. Lamentablemente la flota española está empezando a replicar los ejercicios de los chinos, una vez que se acabaron sus riquezas silvestres.


En México se debe de trabajar de manera coordinada entre las instituciones de medio ambiente y conservación con fomento pesquero y regulación económica, sin duda relaciones exteriores también tiene un papel fundamental para posicionar estos temas en las mesas en las que participan.


Hoy en el país deberíamos de estar discutiendo, en términos de política pública, darle una nueva orientación a la política nacional y limitar a la industria pesquera y beneficiar a los pescadores ribereños. A nivel internacional la opinión de México es transversal y de mucho peso, debemos de apuntar a una explotación marina mucho más controlada y que sí se cumpla el propósito de garantizar seguridad alimentaria., pero no a costa de violentar lo que asumimos como país signatario de la Convención de Diversidad Biológica. En otras palabras, no podemos permitir que en nuestras aguas se vivan los problemas que ya viven los países de la región. La pesca industrial no controlada es una amenaza para los mares del planeta.


México se debe de posicionar en un líder en la negociación internacional y hacer valer el peso en la CDB, además debemos de apoyar este esfuerzo con el decreto de nuevas áreas protegidas marinas para alcanzar el 30% de nuestro territorio marino al 2030. Debemos cuidar a toda costa nuestro recursos estratégico y su biodiversidad marina, por el bien de todos.