/ domingo 24 de marzo de 2024

Las altas esferas dancísticas ovacionaron la destacada trayectoria de Gladiola Orozco

El Palacio de Bellas Artes fue el escenario para rendir tributo a la trayectoria de la bailarina y coreógrafa más influyente dentro de la danza contemporánea de México: Gladiola Orozco.

Razones por las cuales, ex alumnos, padres de familia, estudiosos del género dancístico y docenas de admiradores, asistieron puntuales al emotivo homenaje que con profundo cariño y agradecimiento, le fue dedicado a la ejemplar artista, a través de la Secretaría de Cultura federal, el (Inbal) y la Coordinación Nacional de Danza (COND).

Emocionada y con una fortaleza inquebrantable, Gladiola Orozco, maestra de varias generaciones de artistas de la danza y la coreografía, agradeció al Inbal, a la directora general Lucina Jiménez López, a sus amigos y al Palacio de Bellas Artes, y externó: “Estoy realmente conmovida, y lo comparto con todos ustedes, permítanme estar presente en sus corazones, en su mente, en su vida, en su futuro… Somos uno, el amor nos hace uno”.

Ante el público que de pie la ovacionaba, Gladiola compartió su deseo de que su felicidad la tuviera todo el mundo. “En 1950 puse mi primer pie en el Palacio de Bellas Artes, el de la esperanza, el de la pasión. Aquí he estado toda mi vida, danzando, batallando y dirigiendo. Aquí he tenido el privilegio de envejecer, aquí sigo abrigada, homenajeada por el Inbal, nuestra casa teatral, magno recinto cultural en el país”.

Por su parte, la directora general del Inbal, reconoció a la “humanista, luchadora; maestra desde el principio hasta hoy. Ha marcado la pauta de una postura ética frente a la danza, frente al arte y ante el mundo con la dignidad que marca la vida de una gran artista dedicada al lenguaje del cuerpo en movimiento, pero que conoce también las entrañas del teatro y la creación de los artistas visuales”.

La titular del Inbal comentó que para la fundadora del Ballet Teatro del Espacio, “la danza es el oxígeno que alimenta la vida, estamos ante una mujer extraordinaria, capaz de sumergirse e influir en el arte como lenguaje y como poderoso recurso de comunicación”.

En el tributo que se le dedicó el pasado sábado 16 de marzo de 2024, “a este personaje fundamental de la cultura mexicana y de la danza en particular”, la directora general reiteró que “el legado de la maestra está en la disciplina, en la capacidad de creación de quienes se formaron con ella, en la herencia de amor a la danza. Su sabiduría la hace un ejemplo, por ello celebramos su presencia en este Palacio de Bellas Artes”.

En la Sala Principal, donde los asistentes de diferentes generaciones presenciaron el reconocimiento, Jiménez afirmó que Gladiola Orozco es una coreógrafa que, “ha sido siempre precisa, exigente, observadora de los detalles, pero al mismo tiempo amorosa, entendedora del drama humano, de la paz, de la guerra, de la justicia, de la gente, ha sido capaz de entrecruzar técnica, disciplina, expresión, corazón y pasión.

Gladiola Orozco, agregó, “no sólo abrazó la creación, también dio ejemplo de su capacidad de organización y de gestión, una gran luchadora, un gran ejemplo. Fue capaz por supuesto de colocarse como una verdadera líder que hace que la magia suceda, es por ello que el Ballet Teatro del Espacio, bajo la dirección de Orozco y de nuestro recordado Michel Descombey, está en el corazón de la cultura de México, está en el corazón de todas y todos”.

La coreógrafa y maestra, quien a lo largo de su camino ha contribuido a la formación y profesionalización de bailarines y coreógrafos en México y América Latina, inició su carrera como bailarina en 1950 dentro del Ballet Nacional de México, bajo la dirección de Guillermina Bravo.

Como integrante de dicha agrupación enriqueció sus conocimientos con la técnica Graham, estudiando en la década de los sesenta en la propia escuela de Martha Graham, en Nueva York. En septiembre de 1966, Gladiola Orozco, Raúl Flores Canelo y Freddy Romero fundaron el Ballet Independiente, el cual en 1979 se convertiría en el Ballet Teatro del Espacio. La maestra continuó al frente de la compañía junto con el maestro Michel Descombey, hasta el cierre de ésta en 2009.

Su preocupación permanente para la importancia del desarrollo de la danza profesional en México y por las características de sus creaciones coreográficas, que siempre han estado enfocadas en las crisis sociales, la han hecho merecedora de diversas distinciones: Medalla Bellas Artes (2007); Miembro Emérito del Sistema Nacional de Creadores de Arte (2010) y la Presea Cervantina (2013), por mencionar algunas.

En 2016 publicó tres tomos titulados Memoria, Ballet Teatro del Espacio y sus antecedentes (2016), en los que destaca su labor ininterrumpida de más de cuatro décadas al frente de esta agrupación, la cual dio grandes frutos a la danza mexicana y abonó a su trascendencia fuera del país.

El programa en honor a Gladiola Orozco inició con un breve mensaje del coreógrafo sonorense Miguel Mancillas. Posteriormente, el Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac), bajo la dirección artística de Cecilia Lugo, interpretó un programa dancístico especial, con la obra de reciente estreno Diarios de Rita Berlín, de María Brezzo, además de Signos, el cuerpo de la noche, pieza de Óscar Ruvalcaba.

Posteriormente, se proyectó un video-homenaje en el cual colegas, estudiantes, rindieron testimonio sobre la manera en que fueron movidos y transformados en algún momento por la labor de esta leyenda de la danza contemporánea y su gran aporte al patrimonio dancístico de México.

Al homenaje también asistieron el subdirector general de Bellas Artes, Héctor Romero Lecanda; la coordinadora nacional de Danza, Nina Serratos Zavala; la directora artística de Ceprodac, Cecilia Lugo, así como personas indispensables en la vida de la maestra Gladiola: Jessica Sandoval Miranda, Maurice Dejean, Miguel Mancillas, David Attie, Rogelio Landa, Yolanda Barón y César Reyes….Luego entonces, y muy contentos, nos despedirnos con un gran Beso.

El Palacio de Bellas Artes fue el escenario para rendir tributo a la trayectoria de la bailarina y coreógrafa más influyente dentro de la danza contemporánea de México: Gladiola Orozco.

Razones por las cuales, ex alumnos, padres de familia, estudiosos del género dancístico y docenas de admiradores, asistieron puntuales al emotivo homenaje que con profundo cariño y agradecimiento, le fue dedicado a la ejemplar artista, a través de la Secretaría de Cultura federal, el (Inbal) y la Coordinación Nacional de Danza (COND).

Emocionada y con una fortaleza inquebrantable, Gladiola Orozco, maestra de varias generaciones de artistas de la danza y la coreografía, agradeció al Inbal, a la directora general Lucina Jiménez López, a sus amigos y al Palacio de Bellas Artes, y externó: “Estoy realmente conmovida, y lo comparto con todos ustedes, permítanme estar presente en sus corazones, en su mente, en su vida, en su futuro… Somos uno, el amor nos hace uno”.

Ante el público que de pie la ovacionaba, Gladiola compartió su deseo de que su felicidad la tuviera todo el mundo. “En 1950 puse mi primer pie en el Palacio de Bellas Artes, el de la esperanza, el de la pasión. Aquí he estado toda mi vida, danzando, batallando y dirigiendo. Aquí he tenido el privilegio de envejecer, aquí sigo abrigada, homenajeada por el Inbal, nuestra casa teatral, magno recinto cultural en el país”.

Por su parte, la directora general del Inbal, reconoció a la “humanista, luchadora; maestra desde el principio hasta hoy. Ha marcado la pauta de una postura ética frente a la danza, frente al arte y ante el mundo con la dignidad que marca la vida de una gran artista dedicada al lenguaje del cuerpo en movimiento, pero que conoce también las entrañas del teatro y la creación de los artistas visuales”.

La titular del Inbal comentó que para la fundadora del Ballet Teatro del Espacio, “la danza es el oxígeno que alimenta la vida, estamos ante una mujer extraordinaria, capaz de sumergirse e influir en el arte como lenguaje y como poderoso recurso de comunicación”.

En el tributo que se le dedicó el pasado sábado 16 de marzo de 2024, “a este personaje fundamental de la cultura mexicana y de la danza en particular”, la directora general reiteró que “el legado de la maestra está en la disciplina, en la capacidad de creación de quienes se formaron con ella, en la herencia de amor a la danza. Su sabiduría la hace un ejemplo, por ello celebramos su presencia en este Palacio de Bellas Artes”.

En la Sala Principal, donde los asistentes de diferentes generaciones presenciaron el reconocimiento, Jiménez afirmó que Gladiola Orozco es una coreógrafa que, “ha sido siempre precisa, exigente, observadora de los detalles, pero al mismo tiempo amorosa, entendedora del drama humano, de la paz, de la guerra, de la justicia, de la gente, ha sido capaz de entrecruzar técnica, disciplina, expresión, corazón y pasión.

Gladiola Orozco, agregó, “no sólo abrazó la creación, también dio ejemplo de su capacidad de organización y de gestión, una gran luchadora, un gran ejemplo. Fue capaz por supuesto de colocarse como una verdadera líder que hace que la magia suceda, es por ello que el Ballet Teatro del Espacio, bajo la dirección de Orozco y de nuestro recordado Michel Descombey, está en el corazón de la cultura de México, está en el corazón de todas y todos”.

La coreógrafa y maestra, quien a lo largo de su camino ha contribuido a la formación y profesionalización de bailarines y coreógrafos en México y América Latina, inició su carrera como bailarina en 1950 dentro del Ballet Nacional de México, bajo la dirección de Guillermina Bravo.

Como integrante de dicha agrupación enriqueció sus conocimientos con la técnica Graham, estudiando en la década de los sesenta en la propia escuela de Martha Graham, en Nueva York. En septiembre de 1966, Gladiola Orozco, Raúl Flores Canelo y Freddy Romero fundaron el Ballet Independiente, el cual en 1979 se convertiría en el Ballet Teatro del Espacio. La maestra continuó al frente de la compañía junto con el maestro Michel Descombey, hasta el cierre de ésta en 2009.

Su preocupación permanente para la importancia del desarrollo de la danza profesional en México y por las características de sus creaciones coreográficas, que siempre han estado enfocadas en las crisis sociales, la han hecho merecedora de diversas distinciones: Medalla Bellas Artes (2007); Miembro Emérito del Sistema Nacional de Creadores de Arte (2010) y la Presea Cervantina (2013), por mencionar algunas.

En 2016 publicó tres tomos titulados Memoria, Ballet Teatro del Espacio y sus antecedentes (2016), en los que destaca su labor ininterrumpida de más de cuatro décadas al frente de esta agrupación, la cual dio grandes frutos a la danza mexicana y abonó a su trascendencia fuera del país.

El programa en honor a Gladiola Orozco inició con un breve mensaje del coreógrafo sonorense Miguel Mancillas. Posteriormente, el Centro de Producción de Danza Contemporánea (Ceprodac), bajo la dirección artística de Cecilia Lugo, interpretó un programa dancístico especial, con la obra de reciente estreno Diarios de Rita Berlín, de María Brezzo, además de Signos, el cuerpo de la noche, pieza de Óscar Ruvalcaba.

Posteriormente, se proyectó un video-homenaje en el cual colegas, estudiantes, rindieron testimonio sobre la manera en que fueron movidos y transformados en algún momento por la labor de esta leyenda de la danza contemporánea y su gran aporte al patrimonio dancístico de México.

Al homenaje también asistieron el subdirector general de Bellas Artes, Héctor Romero Lecanda; la coordinadora nacional de Danza, Nina Serratos Zavala; la directora artística de Ceprodac, Cecilia Lugo, así como personas indispensables en la vida de la maestra Gladiola: Jessica Sandoval Miranda, Maurice Dejean, Miguel Mancillas, David Attie, Rogelio Landa, Yolanda Barón y César Reyes….Luego entonces, y muy contentos, nos despedirnos con un gran Beso.