/ sábado 28 de diciembre de 2019

Líneas de Ayuda en tiempo y forma

“Por muy prolongada que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes” (Khalil Gibran), de igual recomendación, “Sí no te gusta lo que sucede, cámbialo, tú no eres un árbol” (Jin Rohn).

De las dos reflexiones anteriores se reconoce que suena prometedor, proporcionan impulso en esos momentos únicos de la vida, todo suma; sin embargo, puede incluso resultar fácil de pregonar, pero, quien lo vive, llámese - jóvenes estudiantes o madres solas con sus hijos -, entre otros, también requieren de Líneas de Ayuda expertas en tiempo y forma.

El contexto: En estos días del mes de diciembre 2019, un tema presente en los medios de comunicación, ocupa y preocupa a la sociedad, se refiere a una sensible

terminación de la vida de joven estudiante, en reconocida institución de nivel educación superior y vinculándose a diferentes obstáculos en su formación.

Del tema, en septiembre 2016, comentamos de la importancia de las redes sociales vs suicidio. Se comentaba que el espectro suicida es triste, sensible, complejo, multifactorial, con presencia en todas las edades y grupos de la sociedad. Que bajo ninguna circunstancia debe permitirse la revictimización; no obstante, es importante focalizarlo en sus causas y efectos negativos, desde la salud pública.

En este sentido, con base en la Ley General de Educación, y desde mi perspectiva personal, destaca dos preceptos aplicables al caso en comento:

En el Capítulo II, de los fines de la educación, el artículo 15 establece: la educación que imparta el Estado, sus organismos descentralizados y los particulares con autorización o con reconocimiento de validez oficial de estudios, persigue los siguientes fines:

II. Promover el respeto irrestricto de la dignidad humana, como valor fundamental e inalterable de la persona y de la sociedad, a partir de una formación humanista que contribuya a la mejor convivencia social en un marco de respeto por los derechos de todas las personas y la integridad de las familias, el aprecio por la diversidad y la corresponsabilidad con el interés general;

Asimismo, en el Artículo 129, las obligaciones de quienes ejercen la patria potestad o la tutela:

IV. Informar a las autoridades educativas, los cambios que se presenten en la conducta y actitud de los educandos, para que se apliquen los estudios correspondientes, con el fin de determinar las posibles causas;

---

Es cierto que la norma aplica hasta los 18 años. Sin embargo, es de solidaridad humana en las personas allegadas y autoridades de las instituciones educativas, apoyen en todas las edades para acotar decisiones que terminan con una historia de vida.

Las estadísticas refieren: de 10 personas que se suicidan 8 han avisado a su red social del primer círculo e incluso en algún otro medio, en lenguaje hablado o corporal. Por ello, es pertinente fomentar el uso de las “Líneas de Ayuda” en tiempo y forma para un apoyo solidario y encontrar “motivos para vivir” de “todos” los educandos en “todos” los niveles educativos. Participemos para un vigoroso tejido social, con las mejores prácticas, enfocadas al derecho a la vida y eliminar accesos a puertas falsas.

Para concluir. Mi gratitud del año 2019 vinculado a esta columna: En recuerdo de Don Mario Vázquez Raña (1932/06/07 – 2015/02/08), por su amistad, consejos de vida y la oportunidad, hace 10 años, de escribir “Cuidémonos”, al equipo de trabajo que lo hace posible cada catorce días y a Usted amable lector.

La esperanza. Feliz y promisorio año 2020 para todos nosotros.

hazael.ruiz@hotmail.com

“Por muy prolongada que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes” (Khalil Gibran), de igual recomendación, “Sí no te gusta lo que sucede, cámbialo, tú no eres un árbol” (Jin Rohn).

De las dos reflexiones anteriores se reconoce que suena prometedor, proporcionan impulso en esos momentos únicos de la vida, todo suma; sin embargo, puede incluso resultar fácil de pregonar, pero, quien lo vive, llámese - jóvenes estudiantes o madres solas con sus hijos -, entre otros, también requieren de Líneas de Ayuda expertas en tiempo y forma.

El contexto: En estos días del mes de diciembre 2019, un tema presente en los medios de comunicación, ocupa y preocupa a la sociedad, se refiere a una sensible

terminación de la vida de joven estudiante, en reconocida institución de nivel educación superior y vinculándose a diferentes obstáculos en su formación.

Del tema, en septiembre 2016, comentamos de la importancia de las redes sociales vs suicidio. Se comentaba que el espectro suicida es triste, sensible, complejo, multifactorial, con presencia en todas las edades y grupos de la sociedad. Que bajo ninguna circunstancia debe permitirse la revictimización; no obstante, es importante focalizarlo en sus causas y efectos negativos, desde la salud pública.

En este sentido, con base en la Ley General de Educación, y desde mi perspectiva personal, destaca dos preceptos aplicables al caso en comento:

En el Capítulo II, de los fines de la educación, el artículo 15 establece: la educación que imparta el Estado, sus organismos descentralizados y los particulares con autorización o con reconocimiento de validez oficial de estudios, persigue los siguientes fines:

II. Promover el respeto irrestricto de la dignidad humana, como valor fundamental e inalterable de la persona y de la sociedad, a partir de una formación humanista que contribuya a la mejor convivencia social en un marco de respeto por los derechos de todas las personas y la integridad de las familias, el aprecio por la diversidad y la corresponsabilidad con el interés general;

Asimismo, en el Artículo 129, las obligaciones de quienes ejercen la patria potestad o la tutela:

IV. Informar a las autoridades educativas, los cambios que se presenten en la conducta y actitud de los educandos, para que se apliquen los estudios correspondientes, con el fin de determinar las posibles causas;

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Es cierto que la norma aplica hasta los 18 años. Sin embargo, es de solidaridad humana en las personas allegadas y autoridades de las instituciones educativas, apoyen en todas las edades para acotar decisiones que terminan con una historia de vida.

Las estadísticas refieren: de 10 personas que se suicidan 8 han avisado a su red social del primer círculo e incluso en algún otro medio, en lenguaje hablado o corporal. Por ello, es pertinente fomentar el uso de las “Líneas de Ayuda” en tiempo y forma para un apoyo solidario y encontrar “motivos para vivir” de “todos” los educandos en “todos” los niveles educativos. Participemos para un vigoroso tejido social, con las mejores prácticas, enfocadas al derecho a la vida y eliminar accesos a puertas falsas.

Para concluir. Mi gratitud del año 2019 vinculado a esta columna: En recuerdo de Don Mario Vázquez Raña (1932/06/07 – 2015/02/08), por su amistad, consejos de vida y la oportunidad, hace 10 años, de escribir “Cuidémonos”, al equipo de trabajo que lo hace posible cada catorce días y a Usted amable lector.

La esperanza. Feliz y promisorio año 2020 para todos nosotros.

hazael.ruiz@hotmail.com