/ viernes 14 de junio de 2024

Mi mamá y el sexo / Lencería para papá

Este Día del Padre, regalar lencería es una buena idea. Si es un papá cisgénero heterosexual, seguro que lo encontrará de lo más divertido. Incluso muy erótico, al imaginar a su pareja vistiendo estas prendas o quitándoselas.

Ahora saquémonos los lentes “hetero” y hablemos de que también existe lencería para hombres. Así es: medias y leotardos de encaje negro traslúcido, falditas cortas de tela vaporosa, bragas con encaje o las llamadas tangas de hilo dental que retan a la imaginación.

Es ropa diseñada para ajustarse a cuerpos musculosos, de espalda ancha, amplios pectorales y pelo en pecho. Todo disponible en Amazon. En los catálogos que revisé incluso hay brasieres triangulares de tul que realmente no son para “sujetar” el busto —como sería en el caso de algunas mujeres—. Son corpiños modelados por hombres que tienen músculos pectorales al estilo Schwarzenegger y que igual hacen poses femeninas o masculinas vistiendo estas diminutas prendas.

Cuando la ropa se diseña específicamente para “mujeres” o cuerpos con ciertas características “femeninas” no puede ajustarse igual a una persona más musculosa o robusta. Es por eso que estas alternativas atienden a que su manufactura será más resistente.

En mi parecer, es bastante sexy ver a un hombre vestir lencería, sin importar su preferencia sexual. Aunque me queda claro que las empresas que manufacturan este tipo de ropa atienden a un segmento de mercado ubicado en la población LGBTTTQ+

De hecho, anoto todas las letras de la diversidad, porque justo tendríamos que hacer referencia a hombres gay y a aquellas personas transgénero, transexuales, trasvestis y queer que gustan de estas prendas. Aunque insisto en que aquellos hombres heterosexuales que se den la oportunidad de explorar ese lado más femenino y sensual, seguro que lo pasarán muy bien.

Pongo de ejemplo al actor británico Tom Holland —estrella de Spider-manbailando y haciendo lip-sync con la canción "Umbrella" de Rihanna, en 2017, para un programa de televisión estadounidense. Al inicio de su performance, él sale muy elegante con traje negro, corbata, sombrero, mocasines y paraguas, emulando una escena de la película Singin’ in the rain.

La sorpresa es que se va detrás del escenario para cambiarse con una especie de negligé de satin negro, coquetos shorts tipo cuero con orilla de encaje blanco, medias negras caladas y muñequeras de olan blanco que evocarían el disfraz fetichista conocido como “mucama francesa”. Su atuendo se completa con botas mineras, peluca de cabello negro azabache corto y alaciado. Labios rojo carmín.

Aunque su presentación no buscaba ser progresista ni hacer activismo sobre la diversidad sexual, se hizo viral. Antes que nada, porque Holland es un extraordinario bailarín. Esto sumado a que su presentación —andrógina, masculina, sexy y provocativa… todo a la vez— opacó a 6 bailarines que tenían una actuación bastante varonil (vestidos con pantalones y sudaderas impermeables negras), pero también eclipsó a 8 bailarinas super femeninas con shorts diminutos, tops y botas de tacón.

Para mí, como mujer cisgénero heterosexual, la parte más sexy de la presentación de Holland es cuando él se acerca a su novia, la actriz estadounidense Zendaya, y baila para ella. Sin embargo, la genialidad de Spider-Man radica en que bailó con profesionalismo, fuerza y mucha calidad. Lejos de la parodia o la ridiculización.

Después de su presentación, Holland comentó que había recibido la carta de un maestro que le contaba que uno de sus alumnos gustaba de vestirse con ropa de mujer y que por eso lo estaban acosando en el colegio. El bullying paró cuando uno de sus compañeros lo defendió diciendo que Spider-Man también lo hacía y compartió el video con la presentación en Lip Sync Battle.

“Disfruté con la idea de que algo positivo había surgido de esa presentación, porque para mí, en ese momento, solo estaba bailando en un programa de televisión. Incluso me sentí hasta un poco tonto, pero ahora que miro hacia atrás, lo recuerdo con cariño. Más sabiendo que ayudó a alguien a lidiar con algo”, contó el actor británico en una entrevista.

Darnos la oportunidad de “travestirnos” puede ser bastante saludable, incluso puede ayudarnos a reforzar la expresión de género que ya vivimos y a sensibilizarnos sobre la diversidad.

Hay que decir que los hombres se ven bien en boxers y quizá a las mujeres tampoco nos vendría mal probarlos alguna vez. Habrá quienes, como yo, jamás cambiaremos nuestros calzones “matapasiones” de algodón. Sin embargo, el secreto de la lencería es que su suavidad siempre nos animará a una caricia.


*Delia Angélica Ortiz es periodista especializada en inclusión y diversidad.

delia angélica ortiz | LinkedIn

Deliareportera | Facebook

(5) angy ortiz (@angyortiz5) / Twitter



Este Día del Padre, regalar lencería es una buena idea. Si es un papá cisgénero heterosexual, seguro que lo encontrará de lo más divertido. Incluso muy erótico, al imaginar a su pareja vistiendo estas prendas o quitándoselas.

Ahora saquémonos los lentes “hetero” y hablemos de que también existe lencería para hombres. Así es: medias y leotardos de encaje negro traslúcido, falditas cortas de tela vaporosa, bragas con encaje o las llamadas tangas de hilo dental que retan a la imaginación.

Es ropa diseñada para ajustarse a cuerpos musculosos, de espalda ancha, amplios pectorales y pelo en pecho. Todo disponible en Amazon. En los catálogos que revisé incluso hay brasieres triangulares de tul que realmente no son para “sujetar” el busto —como sería en el caso de algunas mujeres—. Son corpiños modelados por hombres que tienen músculos pectorales al estilo Schwarzenegger y que igual hacen poses femeninas o masculinas vistiendo estas diminutas prendas.

Cuando la ropa se diseña específicamente para “mujeres” o cuerpos con ciertas características “femeninas” no puede ajustarse igual a una persona más musculosa o robusta. Es por eso que estas alternativas atienden a que su manufactura será más resistente.

En mi parecer, es bastante sexy ver a un hombre vestir lencería, sin importar su preferencia sexual. Aunque me queda claro que las empresas que manufacturan este tipo de ropa atienden a un segmento de mercado ubicado en la población LGBTTTQ+

De hecho, anoto todas las letras de la diversidad, porque justo tendríamos que hacer referencia a hombres gay y a aquellas personas transgénero, transexuales, trasvestis y queer que gustan de estas prendas. Aunque insisto en que aquellos hombres heterosexuales que se den la oportunidad de explorar ese lado más femenino y sensual, seguro que lo pasarán muy bien.

Pongo de ejemplo al actor británico Tom Holland —estrella de Spider-manbailando y haciendo lip-sync con la canción "Umbrella" de Rihanna, en 2017, para un programa de televisión estadounidense. Al inicio de su performance, él sale muy elegante con traje negro, corbata, sombrero, mocasines y paraguas, emulando una escena de la película Singin’ in the rain.

La sorpresa es que se va detrás del escenario para cambiarse con una especie de negligé de satin negro, coquetos shorts tipo cuero con orilla de encaje blanco, medias negras caladas y muñequeras de olan blanco que evocarían el disfraz fetichista conocido como “mucama francesa”. Su atuendo se completa con botas mineras, peluca de cabello negro azabache corto y alaciado. Labios rojo carmín.

Aunque su presentación no buscaba ser progresista ni hacer activismo sobre la diversidad sexual, se hizo viral. Antes que nada, porque Holland es un extraordinario bailarín. Esto sumado a que su presentación —andrógina, masculina, sexy y provocativa… todo a la vez— opacó a 6 bailarines que tenían una actuación bastante varonil (vestidos con pantalones y sudaderas impermeables negras), pero también eclipsó a 8 bailarinas super femeninas con shorts diminutos, tops y botas de tacón.

Para mí, como mujer cisgénero heterosexual, la parte más sexy de la presentación de Holland es cuando él se acerca a su novia, la actriz estadounidense Zendaya, y baila para ella. Sin embargo, la genialidad de Spider-Man radica en que bailó con profesionalismo, fuerza y mucha calidad. Lejos de la parodia o la ridiculización.

Después de su presentación, Holland comentó que había recibido la carta de un maestro que le contaba que uno de sus alumnos gustaba de vestirse con ropa de mujer y que por eso lo estaban acosando en el colegio. El bullying paró cuando uno de sus compañeros lo defendió diciendo que Spider-Man también lo hacía y compartió el video con la presentación en Lip Sync Battle.

“Disfruté con la idea de que algo positivo había surgido de esa presentación, porque para mí, en ese momento, solo estaba bailando en un programa de televisión. Incluso me sentí hasta un poco tonto, pero ahora que miro hacia atrás, lo recuerdo con cariño. Más sabiendo que ayudó a alguien a lidiar con algo”, contó el actor británico en una entrevista.

Darnos la oportunidad de “travestirnos” puede ser bastante saludable, incluso puede ayudarnos a reforzar la expresión de género que ya vivimos y a sensibilizarnos sobre la diversidad.

Hay que decir que los hombres se ven bien en boxers y quizá a las mujeres tampoco nos vendría mal probarlos alguna vez. Habrá quienes, como yo, jamás cambiaremos nuestros calzones “matapasiones” de algodón. Sin embargo, el secreto de la lencería es que su suavidad siempre nos animará a una caricia.


*Delia Angélica Ortiz es periodista especializada en inclusión y diversidad.

delia angélica ortiz | LinkedIn

Deliareportera | Facebook

(5) angy ortiz (@angyortiz5) / Twitter