/ miércoles 5 de junio de 2019

No le importa su país y mucho menos México

El pasado jueves 30 de mayo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió nuevamente contra México, amenazando a nuestro país con imponer aranceles de un 5 por ciento a todos los productos que se exportan a territorio estadounidense, por no hacer lo que él considera suficiente para detener la migración ilegal hacia su territorio. De acuerdo a lo que planteó, estos nuevos gravámenes darían inicio el 10 de junio próximo y se incrementarían gradualmente mes con mes, hasta llegar a un 25 por ciento en octubre próximo.

Se trata de un problema que no es nuevo, aunque claramente se ha incrementado en lo que va del año, ante la nueva estrategia que se ha dado entre migrantes y traficantes de personas en Centroamérica, principalmente en Honduras, El Salvador y Guatemala, donde ya no optan por recurrir a “polleros” para que los muevan a cuentagotas y con la mayor discreción posible por la frontera entre México y Estados Unidos; ahora lo que hacen es moverse en caravanas que llegan a estar integradas por miles de personas, familias enteras en su mayor parte, cuya meta es cruzar para pedir asilo en territorio estadounidense, lo que en teoría debía impedir a las autoridades fronterizas de ese país, deportarlos, hasta que no sea resuelto el caso de cada uno de los migrantes en tribunales.

Se trata de un problema mayúsculo, tanto para Estados Unidos, como para México, país que ha terminado como tercera nación segura, donde por un acuerdo bilateral, aguardan los migrantes que han solicitado asilo al norte de la frontera, en lo que se resuelve su proceso, algo que a nuestro país, además de consumirle recursos, le lleva a la dificultad del manejo de esos crecientes grupos, cuyos integrantes, en no pocos casos, terminan optando por delinquir, ya sea por cuenta propia o bien integrándose al crimen organizado.

Mientras todo esto ocurre, Donald Trump, quien ya se encuentra en plena búsqueda por conseguir la reelección en los comicios presidenciales de noviembre del 2020, ha encontrado en este tema toda una herramienta de seducción electoral para sus seguidores, a quienes les habla de una crisis humanitaria y de seguridad en la frontera sur, por lo que insiste tanto en construir el muro, como en bloquear el acceso a las caravanas de migrantes, en las que señala van tanto familias completas, como delincuentes que buscan llegar a Estados Unidos para cometer fechorías y dañar a sus ciudadanos.

@Yoladelatorre

YolandaDeLaTorreV

El pasado jueves 30 de mayo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió nuevamente contra México, amenazando a nuestro país con imponer aranceles de un 5 por ciento a todos los productos que se exportan a territorio estadounidense, por no hacer lo que él considera suficiente para detener la migración ilegal hacia su territorio. De acuerdo a lo que planteó, estos nuevos gravámenes darían inicio el 10 de junio próximo y se incrementarían gradualmente mes con mes, hasta llegar a un 25 por ciento en octubre próximo.

Se trata de un problema que no es nuevo, aunque claramente se ha incrementado en lo que va del año, ante la nueva estrategia que se ha dado entre migrantes y traficantes de personas en Centroamérica, principalmente en Honduras, El Salvador y Guatemala, donde ya no optan por recurrir a “polleros” para que los muevan a cuentagotas y con la mayor discreción posible por la frontera entre México y Estados Unidos; ahora lo que hacen es moverse en caravanas que llegan a estar integradas por miles de personas, familias enteras en su mayor parte, cuya meta es cruzar para pedir asilo en territorio estadounidense, lo que en teoría debía impedir a las autoridades fronterizas de ese país, deportarlos, hasta que no sea resuelto el caso de cada uno de los migrantes en tribunales.

Se trata de un problema mayúsculo, tanto para Estados Unidos, como para México, país que ha terminado como tercera nación segura, donde por un acuerdo bilateral, aguardan los migrantes que han solicitado asilo al norte de la frontera, en lo que se resuelve su proceso, algo que a nuestro país, además de consumirle recursos, le lleva a la dificultad del manejo de esos crecientes grupos, cuyos integrantes, en no pocos casos, terminan optando por delinquir, ya sea por cuenta propia o bien integrándose al crimen organizado.

Mientras todo esto ocurre, Donald Trump, quien ya se encuentra en plena búsqueda por conseguir la reelección en los comicios presidenciales de noviembre del 2020, ha encontrado en este tema toda una herramienta de seducción electoral para sus seguidores, a quienes les habla de una crisis humanitaria y de seguridad en la frontera sur, por lo que insiste tanto en construir el muro, como en bloquear el acceso a las caravanas de migrantes, en las que señala van tanto familias completas, como delincuentes que buscan llegar a Estados Unidos para cometer fechorías y dañar a sus ciudadanos.

@Yoladelatorre

YolandaDeLaTorreV