/ miércoles 2 de septiembre de 2020

Por la libertad de expresión de las ONG ambientales

El 27 de agosto empezó a circular una nota indicando que organizaciones no gubernamentales ambientalistas, que se oponen al desarrollo de uno de los mega proyectos de la 4T, han recibido entre 13 y 14 millones de dólares del 2006 a la fecha, por parte de organizaciones y tanques de pensamiento norteamericanos, con el objetivo de frenar dichas obras. Este hecho fue tema de la conferencia mañanera del presidente López Obrador, en la que incluso utilizó una lámina que mostró a seis ONG que se encontraban trabajando en el marco de dicho esquema.

Preocupa el mensaje que manda a toda la ciudadanía. Una de las garantías que tenemos en México es la libertad de expresión. Ésta ha sido coartada con la difamación que ha hecho el presidente contra estas ONG, mismas que han sido señaladas por emitir su opinión en contra de los mega proyectos del actual gobierno.

En México, como en la mayoría de los países de la comunidad internacional, la política ambiental se financia con aportaciones y contribuciones de diferentes actores. Las ONG ambientalistas han tenido un lugar relevante desde que se consolidó la institucionalidad ambiental. A partir de 1994, con la creación de la entonces Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP), se instauró el Consejo Consultivo Ambiental integrado por ONG ambientalistas, académicos y especialistas, que representaban a toda la República Mexicana. La actual Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) instauró un ejercicio participativo para conformar el Programa Sectorial de Medio Ambiente y Recursos Naturales (PROMARNAT) -presentado el pasado mes de junio- que se sustenta con las contribuciones de muchas ONG.

Así mismo, desde hace años, la SEMARNAT destinaba una serie de recursos fiscales anuales para que diferentes ONG presentaran e implementaran proyectos específicos con el fin de coadyuvar con la institucionalidad ambiental federal en el logro de sus metas. Desde que inició la presente administración, estos recursos se recortaron y se dijo que las ONG ambientalistas ya no podían ser beneficiarias de ellos; en consecuencia, aun cuando muchas se vieron en el riesgo de cerrar porque sus tareas dependían en su gran mayoría de recursos fiscales, continuaron apoyando el desarrollo de la política ambiental del país, mediante un proceso de reconversión, pero sin dejar la bandera ambiental.

Es indispensable entender esto pues en lo que respecta a fuentes de financiamiento, muchas organizaciones ambientalistas en nuestro país concursan anualmente por ganar convocatorias extranjeras para desarrollar proyectos en México en los más variados temas de la agenda ambiental. Producto de la seriedad de su trabajo, la transparencia en el ejercicio de los recursos y la rendición de cuentas de las tareas realizadas, es que son susceptibles de mantener dicho financiamiento en los años siguientes.

Es lamentable que pese a contar con muchos años de prestigio nacional e internacional, el presidente, sin tener argumentos claros y pruebas contundentes, simplemente haga declaraciones y exprese conclusiones que manchan la imagen de estas importantes organizaciones civiles.

La presente reflexión no es en torno a un proyecto de infraestructura en particular, de lo contrario la hubiera titulado con el nombre de dicho proyecto. Sirva este comentario para señalar la forma en que los medios de comunicación juegan un doble papel, primero al coartar la libertad de expresión, y después, al generar una nota tramposa que presenta interpretaciones subjetivas en torno al trabajo que, en su gran mayoría, han desempeñado durante años estas organizaciones de la sociedad civil.

La censura a la libre expresión ha llevado a que tan solo en una semana, hayamos sido testigos de la multa a una revista de circulación nacional, que ha sido crítica hacia el equipo de gobierno en turno. Lo que más preocupa es que el gobierno actual no muestre interés por aplicar la ley en igualdad de circunstancias; si no eres amigo de la 4T, corres el riesgo de que te multen con acusaciones sin fundamento real, como es el caso de NEXOS. Otro ejemplo es la difamación, con información manipulada contra ONG ambientalistas serias, que hoy son señaladas de amafiarse para frenar un proyecto emblemático.

El Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental han sido atacados. Ambas organizaciones han realizado un trabajo extraordinario a lo largo de 22 y 27 años respectivamente, por fortalecer la política ambiental de México en diferentes temas de la agenda. Durante todo este tiempo hemos constatado que han formado un capital humano muy sólido, han desarrollado proyectos ejemplares, y han hecho públicas las afectaciones que diversas actividades generan en el entorno ambiental. A muchos nos consta que el trabajo de estas agrupaciones siempre ha sido en favor de la conservación del medio ambiente y de los recursos naturales.

La administración federal ha dictado sus muy peculiares reglas del juego. Lo que el presidente decide, posteriormente se somete a escrutinio público a través de las consultas populares. Sin embargo, a este gobierno no le gusta escuchar o enterarse de que hay críticas a sus proyectos.

Señor presidente López Obrador, desde que asumió la banda presidencial usted sabía que habría críticas a muchas de sus propuestas de gobierno, incluidas las obras con las que quiere trascender y ser reconocido. No mine usted mismo esta posibilidad. Pelearse directamente con las organizaciones de la sociedad civil ambientalistas NO es la mejor estrategia para fortalecer la política ambiental nacional; por el contrario, es destinarla equivocada e injustamente al debilitamiento institucional, ante la ausencia de dichas organizaciones en la corresponsabilidad del cuidado medioambiental.

Ambientalista

El 27 de agosto empezó a circular una nota indicando que organizaciones no gubernamentales ambientalistas, que se oponen al desarrollo de uno de los mega proyectos de la 4T, han recibido entre 13 y 14 millones de dólares del 2006 a la fecha, por parte de organizaciones y tanques de pensamiento norteamericanos, con el objetivo de frenar dichas obras. Este hecho fue tema de la conferencia mañanera del presidente López Obrador, en la que incluso utilizó una lámina que mostró a seis ONG que se encontraban trabajando en el marco de dicho esquema.

Preocupa el mensaje que manda a toda la ciudadanía. Una de las garantías que tenemos en México es la libertad de expresión. Ésta ha sido coartada con la difamación que ha hecho el presidente contra estas ONG, mismas que han sido señaladas por emitir su opinión en contra de los mega proyectos del actual gobierno.

En México, como en la mayoría de los países de la comunidad internacional, la política ambiental se financia con aportaciones y contribuciones de diferentes actores. Las ONG ambientalistas han tenido un lugar relevante desde que se consolidó la institucionalidad ambiental. A partir de 1994, con la creación de la entonces Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (SEMARNAP), se instauró el Consejo Consultivo Ambiental integrado por ONG ambientalistas, académicos y especialistas, que representaban a toda la República Mexicana. La actual Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) instauró un ejercicio participativo para conformar el Programa Sectorial de Medio Ambiente y Recursos Naturales (PROMARNAT) -presentado el pasado mes de junio- que se sustenta con las contribuciones de muchas ONG.

Así mismo, desde hace años, la SEMARNAT destinaba una serie de recursos fiscales anuales para que diferentes ONG presentaran e implementaran proyectos específicos con el fin de coadyuvar con la institucionalidad ambiental federal en el logro de sus metas. Desde que inició la presente administración, estos recursos se recortaron y se dijo que las ONG ambientalistas ya no podían ser beneficiarias de ellos; en consecuencia, aun cuando muchas se vieron en el riesgo de cerrar porque sus tareas dependían en su gran mayoría de recursos fiscales, continuaron apoyando el desarrollo de la política ambiental del país, mediante un proceso de reconversión, pero sin dejar la bandera ambiental.

Es indispensable entender esto pues en lo que respecta a fuentes de financiamiento, muchas organizaciones ambientalistas en nuestro país concursan anualmente por ganar convocatorias extranjeras para desarrollar proyectos en México en los más variados temas de la agenda ambiental. Producto de la seriedad de su trabajo, la transparencia en el ejercicio de los recursos y la rendición de cuentas de las tareas realizadas, es que son susceptibles de mantener dicho financiamiento en los años siguientes.

Es lamentable que pese a contar con muchos años de prestigio nacional e internacional, el presidente, sin tener argumentos claros y pruebas contundentes, simplemente haga declaraciones y exprese conclusiones que manchan la imagen de estas importantes organizaciones civiles.

La presente reflexión no es en torno a un proyecto de infraestructura en particular, de lo contrario la hubiera titulado con el nombre de dicho proyecto. Sirva este comentario para señalar la forma en que los medios de comunicación juegan un doble papel, primero al coartar la libertad de expresión, y después, al generar una nota tramposa que presenta interpretaciones subjetivas en torno al trabajo que, en su gran mayoría, han desempeñado durante años estas organizaciones de la sociedad civil.

La censura a la libre expresión ha llevado a que tan solo en una semana, hayamos sido testigos de la multa a una revista de circulación nacional, que ha sido crítica hacia el equipo de gobierno en turno. Lo que más preocupa es que el gobierno actual no muestre interés por aplicar la ley en igualdad de circunstancias; si no eres amigo de la 4T, corres el riesgo de que te multen con acusaciones sin fundamento real, como es el caso de NEXOS. Otro ejemplo es la difamación, con información manipulada contra ONG ambientalistas serias, que hoy son señaladas de amafiarse para frenar un proyecto emblemático.

El Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental han sido atacados. Ambas organizaciones han realizado un trabajo extraordinario a lo largo de 22 y 27 años respectivamente, por fortalecer la política ambiental de México en diferentes temas de la agenda. Durante todo este tiempo hemos constatado que han formado un capital humano muy sólido, han desarrollado proyectos ejemplares, y han hecho públicas las afectaciones que diversas actividades generan en el entorno ambiental. A muchos nos consta que el trabajo de estas agrupaciones siempre ha sido en favor de la conservación del medio ambiente y de los recursos naturales.

La administración federal ha dictado sus muy peculiares reglas del juego. Lo que el presidente decide, posteriormente se somete a escrutinio público a través de las consultas populares. Sin embargo, a este gobierno no le gusta escuchar o enterarse de que hay críticas a sus proyectos.

Señor presidente López Obrador, desde que asumió la banda presidencial usted sabía que habría críticas a muchas de sus propuestas de gobierno, incluidas las obras con las que quiere trascender y ser reconocido. No mine usted mismo esta posibilidad. Pelearse directamente con las organizaciones de la sociedad civil ambientalistas NO es la mejor estrategia para fortalecer la política ambiental nacional; por el contrario, es destinarla equivocada e injustamente al debilitamiento institucional, ante la ausencia de dichas organizaciones en la corresponsabilidad del cuidado medioambiental.

Ambientalista