/ sábado 17 de febrero de 2018

Por un transporte público sustentable

El transporte y la movilidad son temas esenciales para el desarrollo de las grandes ciudades y la realización de las actividades diarias de sus habitantes, no obstante, la alta densidad demográfica y el rápido crecimiento de las urbes han generado importantes problemas de movilidad y contaminación, debido en gran medida a la sobrepoblación de automóviles y a una inadecuada planeación urbana.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), actualmente más de la mitad de la población vive en las ciudades y para el año 2050 se espera que la cifra sea del 70%; además, pese a que solamente ocupan cerca del 2% del total de la superficie de la tierra, las urbes son responsables del 70% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Cada año el número de vehículos en circulación aumenta en todo el mundo, lo cual vuelve más complejo el problema ya que, en muchos casos, los nuevos vehículos no llegan a sustituir a los viejos, sino a engrosar la población de automóviles.

De acuerdo con la Organización Internacional de Constructores de Automóviles (OICA), en 2015 el número de vehículos que circulan por el mundo alcanzó la cifra de mil millones 282 mil 270 unidades, lo que equivale aproximadamente a una sexta parte de la población global.

En México, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2016 el total de vehículos de motor registrados en circulación fue de 42 millones 932 mil 567 unidades, con un índice de motorización de 350 vehículos por cada mil habitantes.

Tan sólo en la Ciudad de México, se encuentran en circulación 5 millones 725 mil 574 automóviles y cada año se suman al menos 300 mil unidades nuevas. De acuerdo con el TomTom Traffic Index, esta es la ciudad más congestionada del mundo, con un nivel de tráfico del 66%.

Fomentar el uso del transporte público, con las respectivas mejoras en su servicio, constituye una opción fundamental para resolver los problemas de congestionamiento, así como para disminuir los altos índices de contaminación que ponen en riesgo la salud de la población y que contribuyen en el deterioro del medio ambiente.

Actualmente la tecnología nos ofrece diversas alternativas más amigables con el medio ambiente, como los vehículos eléctricos e híbridos, que aplicadas al transporte público, pueden ser de gran ayuda para la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes.

En México, el Centro Mario Molina, dedicado a la investigación de temas en energía y medio ambiente, señala que para mejorar la calidad del aire en las ciudades de nuestro país, es fundamental incentivar la penetración de tecnologías vehiculares limpias y más eficientes.

De acuerdo con un estudio de ONU Medio Ambiente, si la totalidad de la flotilla actual de autobuses y taxis de 22 ciudades en 12 países de América Latina se reemplazara por vehículos eléctricos, para el año 2030 se ahorrarían cerca de 64 mil millones de dólares en combustibles y se reducirían 300 millones de toneladas de dióxido de carbono.

Además, con una transición hacia estos medios de transporte público, se podría evitar la muerte prematura de más de 36 mil 500 personas por enfermedades respiratorias asociadas a la mala calidad del aire.

Modernizar el sistema de transporte público en México y transitar hacia medios más sustentables, debe ser un proyecto esencial en las políticas públicas en materia medioambiental, de movilidad, de transporte y de desarrollo urbano.

Como ciudadanos también podemos contribuir en este proyecto, para ello no es necesario adquirir un auto híbrido o eléctrico, basta con utilizar más el transporte público, compartir nuestro automóvil o utilizar medios de transporte de cero emisiones como la bicicleta.

Senador del PRI por Sinaloa


@AaronIrizar

Facebook.com/aaron.irizarlopez



El transporte y la movilidad son temas esenciales para el desarrollo de las grandes ciudades y la realización de las actividades diarias de sus habitantes, no obstante, la alta densidad demográfica y el rápido crecimiento de las urbes han generado importantes problemas de movilidad y contaminación, debido en gran medida a la sobrepoblación de automóviles y a una inadecuada planeación urbana.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), actualmente más de la mitad de la población vive en las ciudades y para el año 2050 se espera que la cifra sea del 70%; además, pese a que solamente ocupan cerca del 2% del total de la superficie de la tierra, las urbes son responsables del 70% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Cada año el número de vehículos en circulación aumenta en todo el mundo, lo cual vuelve más complejo el problema ya que, en muchos casos, los nuevos vehículos no llegan a sustituir a los viejos, sino a engrosar la población de automóviles.

De acuerdo con la Organización Internacional de Constructores de Automóviles (OICA), en 2015 el número de vehículos que circulan por el mundo alcanzó la cifra de mil millones 282 mil 270 unidades, lo que equivale aproximadamente a una sexta parte de la población global.

En México, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2016 el total de vehículos de motor registrados en circulación fue de 42 millones 932 mil 567 unidades, con un índice de motorización de 350 vehículos por cada mil habitantes.

Tan sólo en la Ciudad de México, se encuentran en circulación 5 millones 725 mil 574 automóviles y cada año se suman al menos 300 mil unidades nuevas. De acuerdo con el TomTom Traffic Index, esta es la ciudad más congestionada del mundo, con un nivel de tráfico del 66%.

Fomentar el uso del transporte público, con las respectivas mejoras en su servicio, constituye una opción fundamental para resolver los problemas de congestionamiento, así como para disminuir los altos índices de contaminación que ponen en riesgo la salud de la población y que contribuyen en el deterioro del medio ambiente.

Actualmente la tecnología nos ofrece diversas alternativas más amigables con el medio ambiente, como los vehículos eléctricos e híbridos, que aplicadas al transporte público, pueden ser de gran ayuda para la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes.

En México, el Centro Mario Molina, dedicado a la investigación de temas en energía y medio ambiente, señala que para mejorar la calidad del aire en las ciudades de nuestro país, es fundamental incentivar la penetración de tecnologías vehiculares limpias y más eficientes.

De acuerdo con un estudio de ONU Medio Ambiente, si la totalidad de la flotilla actual de autobuses y taxis de 22 ciudades en 12 países de América Latina se reemplazara por vehículos eléctricos, para el año 2030 se ahorrarían cerca de 64 mil millones de dólares en combustibles y se reducirían 300 millones de toneladas de dióxido de carbono.

Además, con una transición hacia estos medios de transporte público, se podría evitar la muerte prematura de más de 36 mil 500 personas por enfermedades respiratorias asociadas a la mala calidad del aire.

Modernizar el sistema de transporte público en México y transitar hacia medios más sustentables, debe ser un proyecto esencial en las políticas públicas en materia medioambiental, de movilidad, de transporte y de desarrollo urbano.

Como ciudadanos también podemos contribuir en este proyecto, para ello no es necesario adquirir un auto híbrido o eléctrico, basta con utilizar más el transporte público, compartir nuestro automóvil o utilizar medios de transporte de cero emisiones como la bicicleta.

Senador del PRI por Sinaloa


@AaronIrizar

Facebook.com/aaron.irizarlopez