/ sábado 2 de marzo de 2024

Tech trends / El abuso de las redes; un problema de salud pública

@daguilargallego

"Tal como en su momento se acusó a las empresas tabacaleras de inducir a las personas a una adicción al tabaco, hoy la ciudad de Nueva York ha demandado en California a las gigantes tecnológicas Meta, YouTube, TikTok y Snap, argumentando que las compañías, a través de sus algoritmos que analizan el comportamiento de navegación de los usuarios, han alimentado intencionalmente la adicción de los jóvenes al consumir contenido en esas redes sociales.

Según la ciudad de Nueva York, esta adicción ha provocado trastornos de conducta, generando ansiedad y dependencia hacia las redes sociales, lo cual ha generado una carga fiscal para la ciudad al atender, de manera extraordinaria, los problemas de salud mental de los jóvenes. Los cargos que intentan imputar son los de negligencia, negligencia grave y alteración del orden público, lo que significa que, de comprobarse, las empresas habrían abusado de su información y acceso a los jóvenes para mantenerlos 'en línea' a toda costa.

Esta controversia no es nueva; ya en el año 2017, el mundo se conmocionó por el suicidio de Molly Russell, quien, con 14 años, se quitó la vida dejando detrás un 'Pin' en la red social Pinterest titulado 'Pins de depresión que te pueden gustar', alimentando así un problema de salud mental en una menor. El debate surge cuando nos preguntamos: ¿es responsabilidad de la red social cuidar lo que el menor consume? ¿Es responsabilidad de los padres supervisar lo que su menor consume en redes sociales? La respuesta es clara: es responsabilidad de ambos; los padres no pueden luchar contra un algoritmo que bombardea a los menores con contenido para engancharlos, y las empresas de tecnología no pueden sustituir la supervisión y guía de un padre.

Los riesgos en las redes no son los únicos que un menor puede encontrar en Internet. En España, existe un debate entre la sociedad de padres de familia que ha ido más allá, cuestionando si se debería o no dar un smartphone a los menores de 12 años. Algunos expertos argumentan que no se puede negar la realidad del acceso a la información que existe hoy en día, ya sea con tu smartphone o con el de un amigo, por lo que lo que recomiendan es educar para prevenir.

La realidad es que el mundo en Internet y en las redes sociales para los menores debe estar acompañado, guiado y supervisado para que los jóvenes puedan sacar lo mejor de la tecnología, aquello que los haga crecer y les permita tener mayor libertad de pensamiento al conocer más. Las tecnológicas, por su parte, asumirán un compromiso con los jóvenes para que la experiencia no se convierta en una pesadilla ni en un problema de salud mental por 'miedo' a no revisar una notificación o sentir que la aprobación de su persona depende de un 'like', 'share' o 'comment', en lugar de su capacidad y coraje para enfrentar la vida."

@daguilargallego

"Tal como en su momento se acusó a las empresas tabacaleras de inducir a las personas a una adicción al tabaco, hoy la ciudad de Nueva York ha demandado en California a las gigantes tecnológicas Meta, YouTube, TikTok y Snap, argumentando que las compañías, a través de sus algoritmos que analizan el comportamiento de navegación de los usuarios, han alimentado intencionalmente la adicción de los jóvenes al consumir contenido en esas redes sociales.

Según la ciudad de Nueva York, esta adicción ha provocado trastornos de conducta, generando ansiedad y dependencia hacia las redes sociales, lo cual ha generado una carga fiscal para la ciudad al atender, de manera extraordinaria, los problemas de salud mental de los jóvenes. Los cargos que intentan imputar son los de negligencia, negligencia grave y alteración del orden público, lo que significa que, de comprobarse, las empresas habrían abusado de su información y acceso a los jóvenes para mantenerlos 'en línea' a toda costa.

Esta controversia no es nueva; ya en el año 2017, el mundo se conmocionó por el suicidio de Molly Russell, quien, con 14 años, se quitó la vida dejando detrás un 'Pin' en la red social Pinterest titulado 'Pins de depresión que te pueden gustar', alimentando así un problema de salud mental en una menor. El debate surge cuando nos preguntamos: ¿es responsabilidad de la red social cuidar lo que el menor consume? ¿Es responsabilidad de los padres supervisar lo que su menor consume en redes sociales? La respuesta es clara: es responsabilidad de ambos; los padres no pueden luchar contra un algoritmo que bombardea a los menores con contenido para engancharlos, y las empresas de tecnología no pueden sustituir la supervisión y guía de un padre.

Los riesgos en las redes no son los únicos que un menor puede encontrar en Internet. En España, existe un debate entre la sociedad de padres de familia que ha ido más allá, cuestionando si se debería o no dar un smartphone a los menores de 12 años. Algunos expertos argumentan que no se puede negar la realidad del acceso a la información que existe hoy en día, ya sea con tu smartphone o con el de un amigo, por lo que lo que recomiendan es educar para prevenir.

La realidad es que el mundo en Internet y en las redes sociales para los menores debe estar acompañado, guiado y supervisado para que los jóvenes puedan sacar lo mejor de la tecnología, aquello que los haga crecer y les permita tener mayor libertad de pensamiento al conocer más. Las tecnológicas, por su parte, asumirán un compromiso con los jóvenes para que la experiencia no se convierta en una pesadilla ni en un problema de salud mental por 'miedo' a no revisar una notificación o sentir que la aprobación de su persona depende de un 'like', 'share' o 'comment', en lugar de su capacidad y coraje para enfrentar la vida."