Nunca hemos dudado del muy burdo estilo personal de gobernar de Andrés López; esta vez, en uno más de sus arrebatos populistas, se burló de la solicitud para platicar y encontrar soluciones a las disputas sobre energía en el T-MEC, que inicialmente pidió el gobierno de Estados Unidos y ha secundado ya el gobierno canadiense. En su perspectiva, dijo, “no pasará nada” respecto al reclamo, que acusa a la política energética de la Cuarta Transformación sobre la violación a cuatro artículos del Tratado de Comercio entre México, EU y Canadá, del que se pretende negar el acceso al mercado mexicano a empresas privadas y dar preferencia a Pemex y CFE.
Evidentemente la reacción del prejidente ha sido muy poco seria y ofensiva hacia su principal socio comercial; ante un claro tono de burla, su dicho “nos tiene muy preocupados, a ver si me consigues a mi paisano Chico Che y ponemos esa de Uy, qué miedo… Ya lo consulté con Jesús Seade y tengo la respuesta: No hay ninguna violación al tratado”, dijo.
Ese “no pasa nada”, implica en verdad un alto riesgo de que nos pongan aranceles a las exportaciones mexicanas.
Al parecer, la prudencia y la paciencia de los gobiernos estadounidense y canadiense se han agotado: los dos gobierno -cada uno por su lado-, no se quedarán de brazos cruzados, preparan una controversia contra México y su presidente, dado que en forma sistemática viola el Tratado de Libre Comercio con políticas contrarias al uso de energías limpias, todos lo sabemos: es posible vislumbrar una guerra comercial con los socios del T-MEC ante la actitud de luchador social con que se abandera López, que deja ver igualmente su actitud dictatorial.
Lo cierto es que Andrés López intenta desviar nuevamente la atención de los mexicanos ante una gestión fallida, con múltiples fracasos en todos los ámbitos, lo que nos lleva a pensar incluso en un objetivo muy definido de AMLO en búsqueda de un enemigo fuerte y poderoso fuera de México, que le permita fungir como un dios luchador cuyo único fin es salvar a su patria…
¿Qué mejor forma de convencer al pueblo de su buena intención, que mostrar un nacionalismo exacerbado? Con ello, además de conseguir aplausos y elogios de sus seguidores sobre su forma de gobernar, logra implantar cada vez más su sistema dictatorial a través del enemigo externo que busca, de alguna manera, derrocarlo…
No obstante, el prejidente ha dado indicios de rectificar, al declarar que está dispuesto a enviar una carta a su homólogo estadounidense Joe Biden para explicarle que la política energética de México defiende a la población de los intereses de compañías americanas y canadienses corruptas “que sólo buscan su propio beneficio con el Tratado México, Estados Unidos y Canadá…
Por lo pronto, los secretarios de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y de Economía, Tatiana Clouthier, el mismo jueves encabezaron una reunión entre sus más cercanos colaboradores para delinear las acciones que emprenderá el gobierno de México ante el proceso de consultas que han solicitado sus socios comerciales, Estados Unidos y Canadá, respecto a la Ley de la Industria Eléctrica vigente. “Vamos a cuidar el proceso de consulta que Estados Unidos y Canadá han solicitado respecto a la política energética de México. Vamos a estar preparados y vamos a defender nuestros argumentos”, señalaron.
Así las cosas, será difícil que el gobierno de EU se exponga a que México le conteste que están apoyando a corruptos. Veremos qué clase de carta podría el prejidente enviar a su homólogo Joe Biden.
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