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El contexto social, económico, educativo y político de México siempre ha sido pieza clave durante la historia de nuestro país y es que es importante destacar todos los cambios que se han hecho desde nuestros antepasados, hasta este punto.
Muchos pintores han plasmado en su arte todo aquello que solo un pincel y pintura puede expresar sobre un lienzo y es que una de las formas de interpretar la realidad es a través del arte; Aurora Reyes, es una artista, pintora y maestra la cual por medio de sus murales ha narrado historias impresionantes.
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Tal es el caso del mural llamado “Atentado a las maestras rurales”, este mural está ubicado a los adentros del Centro educativos Revolución, ubicado a las afueras del metro Balderas en la Ciudad de México.
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Cada mañana, desde hace más de 60 años los pequeños de educación primaria y secundaria asisten con entusiasmo a esta escuela, la cual tiene inmersa en sus paredes miles de historias que contar, pues cabe mencionar que en los años de 1800, era un “albergue de mujeres” que no se habían casado (recordemos que en esos tiempo no tenían ni voz, ni voto) y eran apartadas de la sociedad.
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Tiempo después se convertiría en “La cárcel de belén” y para los años de gobierno del expresidente Lázaro Cárdenas, fue constituida como una escuela socialista y actualmente es un centro educativo para niños de nivel primaria, secundaria y una parte funge como un Centro de Atención Múltiple.
En dicha escuela se puede apreciar una variedad de 14 murales que fueron pintados por artistas reconocidos, algunos alumnos de Diego Rivera y entre los que más destacan es el mural de Aurora Reyes.
Padres de familia, profesores y alumnos se detienen a observar muy de cerca cada uno de los detalles que están plasmados en el mural “Atentado a las maestras rurales”, Fernando Vázquez, un miembro de la institución desde hace 4 años y amante del arte asegura que la obra de Aurora Reyes, “refleja un toque de arte naif, esto quiere decir que dicho mural tiene contornos definidos con mucha precisión, falta de perspectiva y sensación volumétrica” comentó.
La forma en que Aurora Reyes, probó la forma figurativa, y el desbalance en las proporciones en cada una de las figuras, y la mezcla entre el arte cubista, lo figurativo y lo naif, hacen que sea una explosión de arte, que para el ojo de cualquier persona sea digerible y entendible.
En el mural se puede apreciar la opresión institucional que existía contra los profesores y es importante destacar aquella frase dicha por Napoleón Bonaparte, “Aquel que no conoce su historia está condenada a repetirla”, actualmente la opresión que sufren los profesores de México hace parecer que aún seguimos arraigados en los años 1800.
La profesora Fernanda Tapia, de la escuela reunió a un grupo de 8 estudiantes en el pasillo en donde se encuentran los murales y comenzó a explicarles con detalle cada uno de ellos, mientras que todos escuchaban con atención y emoción sobre lo importante que es el arte, en el cual están plasmados los antepasados indígenas y el hecho de poder compartirlo de generación en generación es un tesoro que muy pocos aprecian.
La cara de fascinación de los pequeños se hacía notar cuando a través de una pequeña historia, la profesora cuestionaba sobre el significado que cada uno de los alumnos le daba a los murales y el nivel de interpretación que cada uno dio fue desde su perspectiva.
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Pequeños de sexto año de primaria aseguraban que el mural de Aurora Reyes, reflejaba como una mujer era arrastrada de los cabellos por un hombre el cual tiene sujetando en la otra mano hojas de papel y atrás de ella se observaba a un hombre con un arma, en la esquina inferior derecha tres niños con vestimenta indígena presenciaban la triste escena.
Ana Laura una de las pequeñas, comentó, que era injusto lo que ese hombre le hacía a la profesora, pues ella solo trataba de hacer que los niños aprendieran y dejaran de ser ignorantes, “Considero que no debía haber tratado así a la maestra, pues su única intención era hacer que los niños, como nosotros, aprendieran y pudieran ser inteligentes” comentó la alumna de sexto año.
Por su parte, la maestra comentó que por eso era importante que los niños aprendieran a ser seres pensantes y que el hecho de poder interpretar el arte de Aurora Reyes era una pieza fundamental para que entendieran el valor de poder contar con una institución que le enseña conocimientos.
Otro de los murales que causó la impresión de los pequeños era aquel en donde se observaba la imagen de Adolf Hitler y un obispo sepultados, mientras que dos niños están arriba de ellos con un cuaderno, al preguntar sobre que interpretación daban a este mural Martín Acevedo, comentó “Los niños están estudiando y las personas que están abajo representan a la iglesia y a la política, quizá el artista quiso darnos a entender que no importa a que religión o de qué lado de la política estés, todos tienen derecho a una educación”.
La maestra quedaba impresionada ante las respuestas que los pequeños daban sobre la interpretación que cada uno daba a los murales, pues los antepasados indígenas, los maestros y los niños indígenas resaltan en los murales de Aurora Reyes.
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La educación fue inspiración para que cada uno de los artistas que realizó estos murales pudieran reflejar la importancia que tiene que los niños tengan acceso y derecho a una educación digna, sin que el Estado y la religión se interpongan.
Tal es el caso del mural que tiene a dos grandes empresarios en el suelo, siendo pisados por un profesor el cual sostiene en la mano un libro y a su derecha dos pequeños, de lado izquierdo un arma larga y con su puño cerrado exige justicia.
En otros murales, se puede apreciar la opresión a la que eran sometidos los trabajadores, además de ser explotados por el patrón.
En dichos murales se puede apreciar como con cadenas eran atados, haciéndolos trabajar día y noche sin descanso y sin una compensación digna.
No se puede olvidar el pasado, ni tampoco ser perdonado, pero si es necesario modificar las situaciones.
Si bien es cierto estos artistas compartieron su forma de rebelión a través de sus majestuosas obras, en la que cada una de ellas narra la vida que antes tenían las personas y que en cada uno de nosotros como personas está el deber de enfrentar a todo aquello que vaya en contra de los derechos humanos, la educación, un trato digno y la explotación.
Por eso es importante reconocer a cada uno que hizo posible que estas obras de arte que actualmente se encuentran en el Centro Educativo Revolución, sean apreciadas por muchas generaciones y ser percibidas e interpretadas por los pequeños, aquellos que en algún momento se convertirán en el futuro de México y de los cuales depende que aquellas cosas plasmadas en los lienzos no se repita nunca más.
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