Hasta 20 por ciento de la carne de res, cerdo, pescado, pollo y los mariscos que llegan a mercados y rastros de la Ciudad de México puede descomponerse debido a la ola de calor que ha alcanzado 33 grados.
Los comerciantes de mercados y rastros de las alcaldías Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza, Cuauhtémoc e Iztapalapa, evitan que los alimentos se descompongan: los bañan con agua, les ponen trapos húmedos y los cubren de hielo.
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En el Mercado de La Nueva Viga, en la alcaldía Iztapalapa, conocido por la variedad de pescados y mariscos, los locatarios bañan con agua cada 10 minutos los filetes, camarones, pulpos y demás productos para evitar que se “sequen”.
Rosa, quien es vendedora en el local D1, asegura que además han duplicado el uso de hielo, pues por las altas temperaturas se derrite con mayor facilidad. “Se está comprando más de hielo, seis cajas de hielo (aproximadamente 30 kilos). Se le echa agua con hielo cada 10 minutos. A los pescados, la cama de hielo, la estamos cambiando hasta tres veces al día, antes nada más era una”, dijo.
Los pasillos lucen encharcados y los platones en donde exhiben los pescados y mariscos gotean por el excesivo uso de agua y hielo. Y aunque hasta el momento no han aumentado los precios, los locatarios prevén un ligero incremento si continúa la situación las próximas semanas.
“Ahorita es una semana, pero si continúa por más no sé si podamos mantenernos en los mismos precios”, indicó Arturo Escobar, del local D3 del Mercado La Nueva Viga.
En el Rastro de Canal del Norte, en la alcaldía Venustiano Carranza, comerciantes tratan de exhibir poca carne en vitrinas, además de poner trapos húmedos sobre los productos para mantenerlos frescos.
“Le ponemos trapitos húmedos a la carne y siempre la tengo en la vitrina, no la saco. La demás la mantenemos un rato a enfriar en el congelador, a enfriar más de lo normal. Además la compra ha cambiado, ya a las siete de la mañana ya tenemos gente y cerramos más temprano”, indicó Jorge, de la carnicería Mi Ángel.
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En el Mercado Beethoven, en la alcaldía Cuauhtémoc, comerciantes también aplican medidas, como bajar la temperatura cinco grados y poner hielo en las vitrinas en donde exhiben el producto.
“Ahora le metemos hielo a las vitrinas para que se mantenga la carne más fría. Nosotros lo que les decimos es que lleguen a su casa y la saquen de la bolsa, ya que es térmica, lo que hace que rápidamente se te eche a perder. Mejor llegar y ponerla en un recipiente, o venir al mercado y traer un recipiente para que lo mantengas”, dijo Antonio Édgar Paredes Pineda, comerciante del local 17.
En entrevista con El Sol de México, Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), reveló que por las altas temperaturas hasta 20 por ciento de la carne roja y blanca, así como mariscos, puede descomponerse durante el traslado por parte del proveedor, o por la mala refrigeración del comerciante.
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“Yo te podría decir que hay una merma fácilmente de 20 por ciento, un 20 por ciento de la mercancía que exige refrigeración corre el riesgo de ser merma o que se eche a perder (…) La merma, lo que se maneja de manera regular, no debe de ser más allá del tres por ciento, es marginal.
Para evitar pérdidas económicas, el presidente de la ANPEC recomendó a los comerciantes adquirir menos carne para evitar almacenar la que no se venda, pues ponen en riesgo el buen estado de los productos.
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