Claudia Sheinbaum Pardo, la primera mujer electa como jefa de Gobierno en la Ciudad de México se despidió ante 80 mil personas que llegaron en una ola de autobuses llenos de simpatizantes de las alcaldías y de otros gobiernos estatales.
La cita para el encuentro ciudadano convocado ayer en el Monumento a la Revolución como su último evento oficial era a las 15:30 horas, pero desde antes del mediodía arribaron las caravanas de microbuses, camiones y autobuses de rutas capitalinas.
El Monumento está situado entre dos de las principales avenidas del centro, Insurgentes y Reforma, que colapsaron por el cierre de calles para dar paso a los asistentes. Cada unidad tenía un distintivo de quién los enviaba: a nombre de la diputada local Martha Ávila o del alcalde de Gustavo A. Madero, Francisco Chíguil.
También había microbuses con calcomanías de Iztapalapa que no nombraban a la alcaldesa; de José Carlos Acosta, alcalde de Xochimilco; del grupo morenista Amor por la Ciudad y de la alcaldía Tláhuac.
La despedida no solo fue hacia los capitalinos, pues también hubo grupos de apoyo que venían de Tlaxcala, donde José Luis Sánchez Juárez, exalcalde de Tlaltelulco, es el coordinador general de las asambleas informativas y principal impulsor del proyecto de Sheinbaum en ese estado.
Con sombreros, paraguas y debajo de las palmeras los asistentes se cubrían del intenso calor que se registró alrededor de las 15:00 horas la Ciudad de México alcanzó una temperatura de 34 grados centígrados.
Claudia Sheinbaum cerró ayer su ciclo al frente del Gobierno de la Ciudad con un ejercicio de rendición de cuentas en el que manifestó su disposición para darle una verdadera continuidad a la transformación iniciada en este gobierno.
Ahí recordó que es una científica, pero “hago política desde hace mucho tiempo para transformar nuestro país, nuestra nación, nuestra patria, para que disminuyan las desigualdades, para erradicar la pobreza y para construir un país en paz”.
Retomó las palabras del presidente Andrés Manuel López Obrador de que no debe haber zigzagueos en el movimiento, por lo que pidió a los asistentes que dijeran con ella “Ni un paso atrás en la transformación. Vamos al encuentro con el pueblo de México” y luego les preguntó: ¿me van a acompañar en esta hazaña?” y las personas le respondieron que sí.
Con excepción de Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana, su gabinete estuvo con ella en este ultimo evento que encabezó, la cobijaron, aplaudieron sus logros y a cambio ella les agradeció su acompañamiento en estos casi cinco años de administración, pero les encomendó terminar las tareas pendientes, que ninguna obra quede inconclusa, pues hay el presupuesto suficiente para ello y eso, aseguró, es una garantía para los capitalinos.
Recordó que los ciudadanos la eligieron en 2018 a fin de erradicar la corrupción, el espionaje, la compra del voto, los privilegios, el moche, la autorización de desarrollos inmobiliarios ilegales a cambio de departamentos para la familia; y dejar atrás una ciudad de exclusión, de represión, de discriminación y de desigualdades.
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“Me siento confiada en cumplir con el objetivo de nuestro movimiento, darle una verdadera continuidad a la transformación iniciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y recordar que la honestidad siempre dará resultados”, subrayó.
Hoy, si el Congreso de la Ciudad de México lo avala, Martí Batres tomará el relevo del gobierno de la ciudad.