El Pleno del Senado de la República eligió a Ana Lilia Rivera Rivera como presidenta de la Mesa Directiva para el último año de la LXV Legislatura.
Con 75 votos a favor, de 101, el Pleno del Senado eligió a la nueva Mesa Directiva que encabezará la senadora Ana Lilia Rivera Rivera (Morena); vicepresidencia Sergio Pérez Flores (Morena); vicepresidencia, Alejandra Noemí Reinoso (PAN); vicepresidencia, Verónica Delgadillo García (MC); secretaria, Verónica Noemí Camino Farjat (PVEM); secretaria, Claudia Edit Anaya (PRI); secretaria, Martha Cecilia Márquez Alvarado (PAN) y secretaria, Claudia Esther Balderas Espinosa (MC).
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Tras rendir protesta como nueva presidenta de la nueva Mesa Directiva, Ana Lilia Rivera hizo lo mismo con el resto de los integrantes en su nueva responsabilidad, en breve mensaje resaltó su carrera política, sus orígenes tlaxcaltecas, así como sus responsabilidades ahora en la Mesa Directiva.
“Con humildad y determinación quiero asegurarle a todos su confianza no será defraudada y que esta será una presidencia al servicio de todas y todos sin distinciones”.
Visualizo al Senado como un organismo plural y diverso, pero unido en su compromiso, de servir al pueblo de México, con una visión más allá de las diferencias internas y de las divisiones partidistas.
“Mi objetivo es trabajar incansablemente para cada uno de ustedes y construir puentes de diálogo y confianza y la cooperación, la responsabilidad, con profesionalismo y la imparcialidad serán los ejes de mi actuación, mientras que el respeto, la pluralidad y el contraste de ideas serán valores fundamentales entre nosotros. Este es mi compromiso con todas y todos ustedes”.
Entre los ejes centrales de su presidencia serán, en lo que respecta al gobierno interno, promover la unidad y la cooperación política, garantizar que los procesos legislativos se desarrollen con estricto apego a derecho.
Además, mantener al Senado como institución líder en la transparencia y rendición de cuentas, asegurar la eficiencia administrativa y velar por óptimo desempeño de las atribuciones diplomáticas de esta Cámara.
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En el ámbito externo, se caracterizará por el respeto a la separación de poderes, a los mecanismos constitucionales de colaboración institucional, por lo tanto, “mi propósito es facilitar el diálogo efectivo con la Cámara de Diputados, como otros poderes y organismos autónomos”.