Banamichi, otra víctima del derrame en el río Sonora

El Sol de Hermosillo

  · domingo 30 de julio de 2017

Banámichi

Por Guillermo Saucedo

A una semana de que se cumplan tres años del derrame de 40 milmetros cúbicos de sulfato de cobre mezclados con ácido sulfúricoy altas concentraciones de metales pesados sobre el cauce del ríoSonora, provenientes de la mina Buenavista del Cobre, de GrupoMéxico, los habitantes de Banámichi siguen teniendo temor decontraer enfermedades por el consumo del agua extraída de lospozos.

En un recorrido realizado por El Sol de Hermosillo, la señoraRosa María Ochoa, quien durante sus 63 años ha vivido únicamenteen dicho municipio, narró que ha sido un proceso difícil deadaptación, pues la contaminación del río ha cambiado la maneraen que viven las personas del pueblo. Recordó que en añosanteriores la gente se metía al río a bañarse, cosa queactualmente está sumamente prohibido para los niños, pues lopadres temen que se enfermen de algún tipo de cáncer, que sufrande severas llagas, sarpullido o bien otras afectaciones.

“Nos ha ido muy mal, hasta la fecha no hay nada, muchocáncer, miren, si se baña uno le agarra una comezón en el cuerpoy se pone crema uno en todo el cuerpo porque es una comezón yantes no, se bañaba uno y era normal, pero yo digo que lacontaminación es desde hace mucho tiempo pero no se les habíaderramado tanto y a raíz de eso los árboles muy feos, ahora quellovió está bonito, todo nos cambió la cochinada quehicieron”, externó.

Rosa María, acompañada de su hermana María del Carmen,mencionó que está molesta con los tres niveles de Gobierno, puesla planta potabilizadora que prometieron instalar en el pueblo noha llegado, a pesar de que el alcalde de Banámichi en diversasocasiones les aseguró que está por construirse.

En mayo de 2011 el exgobernador de Sonora, Guillermo Padrés inauguró la mina Santa Helena

Los pobladores fueron testigos de cómo el pozo ubicado a uncostado del cauce del río fue cerrado días después de latragedia ambiental, para que posteriormente se contratara a gentesin profesión para retirar con palas la tierra con manchas rojizasimpregnadas, y así, en un par de meses, se reactivara el pozo bajoel argumento de que ya no había contaminantes. “Aquí cerraronel pozo, en la orilla del río está el pozo y lo cerraron en eseentonces, y ahora lo abrieron y digo para qué, mejor hubierandejado que corriera el agua y no que esté ahí estancada, elGobierno dice que no tiene nada, pero nosotros sabemos que todo esose va a para abajo de la tierra, eso no lo van a quitar , esalimpieza la hicieron con palas, estaban en las orillas del río yeran de esos muchachos que ni saben ni trabajar, fue nomás parahacerle que hicieron para que la gente tonta nos la creyéramos”,aseguró. INCONFORMES CON LA MINERÍA

En mayo de 2011 el ex gobernador de Sonora, Guillermo PadrésElías, quien actualmente se encuentra encerrado en el ReclusorioOriente de la Ciudad de México acusado de defraudación fiscal,lavado y delincuencia organizada, inauguró la mina Santa Elena enel pueblo de Banámichi. Esto con una inversión de 32 millones dedólares y que en el momento, según el ex mandatario, entresalarios e insumos dejaría una derrama económica de alrededor de300 mil dólares mensuales en la región, así como la generaciónde 163 empleos directos, de los cuales 105 serían originarios deBanámichi o localidades cercanas. FALTA DE EMPLEO YCONTAMINACIÓN

Los habitantes de Banámichi y de otros pueblos aledaños hanvisto cómo la promesa del empleo seguro ha ido desvaneciéndosecon el paso de los años, pues poco a poco, según relata RosaMaría, los trabajadores de la región han sufrido del cesedefinitivo para ser reemplazados por personas del Sur del país.“Y prometieron que la prioridad iban a ser los hombres de aquípara darles trabajo, hay unos cuatro o cinco yo creo, a todos loscorrieron ya, es pura gente del Sur que creo que a esa no les pagantanto y muy trabajadores, muy aguantadores, de Guatemala y de dondequiera, era según para el pueblo, mi hijo ahí el de la tienda leslleva la comida y ya también les van a quitar eso, de que leslleven la comida, que ellos van a traer la comida”, aseveró.

A cambio de la explotación de los cerros aledaños, lahabitante de la región lamentó que la empresa canadiense FirstMajestic arroje contaminantes a un arroyo que se encuentra cerca dela mina, el cual llega hasta el cauce del río Sonora.

Mencionó que cada vez que acude a rezarle al “Santo Niño”,ubicado cerca de la empresa minera que extrae oro y plata, observacómo el arroyo arrastra agua con colores azules, blancos yverdosos, la cual arrasa con la flora y fauna de los alrededores.En cada amanecer el cielo azul de la sierra sonorense es cubiertopor nubes espesas no características de la región y los malosolores combaten con la fragancia peculiar de la naturaleza.

“Ellos nos dejan nada, nomás eso: la contaminación,vivíamos muy bien sin minas, no nos moríamos de hambre, es minatambién nos está contaminando por todo lo que se baja, yo vengode caminar del río y se ve corriendo un arroyito, un agua verdosa,azul más bien, se ve que pasa y a mí me dijo un ingeniero que sinos están contaminando y ellos dicen que no”, atestiguó.

Banámichi, Son

ACCIDENTE FATAL

El pasado 7 de junio, un joven de 21 años de edad de nombreAntonio Abelardo Murrieta Andrade falleció intoxicado con unasolución química de cianuro cuando trabajaba en la mina SantaElena. Sus compañeros explicaron que después de partir las pilasde lixiviación tomó agua del dispensador y fue ahí cuando sedesvaneció.

Los mismos trabajadores reportaron el percance a la policía delmunicipio de Ures, quienes acudieron al llamado, pero cuandollegaron al hospital Antonio Abelardo ya había perecido. Ese mismodía los obreros denunciaron que la falta de protección y cuidadosde soluciones químicas dentro de la mina detonó la intoxicaciónde su compañero, que laboraba desde hace ocho meses en los patiosde lixiviación.

“Es imposible que las quiten, pero de perdidas, que encierrenel veneno ahí y no lo tiren al río, están como los españolesque vinieron antes, ahora lo están haciendo los canadienses eso yse llevan el oro y la plata, los minerales, están dejando loscerros sin nada, todo le afecta a la fauna, a nuestras plantas y anosotros mismos”, exclamó Rosa María.

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