/ martes 26 de enero de 2021

Ante la crisis de la verdad, la honestidad es valiente

Por Emilio Marcel Regidor

La transparencia es una de las obligaciones más relevantes que las instituciones tienen que cumplir en un régimen democrático. Cuando la información en torno a procesos internos y toma de decisiones es pública y adecuadamente difundida, se fomenta un espacio de diálogo y rendición de cuentas. En este sentido, es fundamental que la transparencia sea un ejercicio que se realice en dos vías; es decir, es necesario que el Estado ponga a disposición de la ciudadanía información sobre temas que le importan e incumben, así como que existan mecanismos para que las y los ciudadanos accedan a la información que no se hace pública de manera proactiva por parte del Estado.

Partiendo de la información proporcionada en las conferencias matutinas, en materia de seguridad, Causa en Común se dio a la tarea de verificar dicha información a través de la Plataforma Nacional de Transparencia.

Del total de respuestas proporcionadas, el 52% no contiene información sobre las declaraciones emitidas en las conferencias; es decir, más de la mitad de las respuestas de las instituciones federales de seguridad relativas a declaraciones realizadas en conferencias de prensa matutinas, fueron “inexistencias”, “incompetencias” y “reservas”. El 48% restante sí contiene información, ya sea “relativa a todos los cuestionamientos” o sólo a “algunos de los cuestionamientos”. Sin embargo, del total de respuestas, únicamente un 23% “concuerda totalmente” con las declaraciones. El 77% restante son respuestas que evaden dar información y no dan sustento a las declaraciones.

La principal conclusión del trabajo es que las instituciones federales de seguridad suelen negar información directamente vinculada con sus responsabilidades establecidas en ley. Esto puede deberse a que no cuentan con dicha información, a que no consideran conveniente difundirla (aún y cuando haya sido ya manifestada o esté vinculada con declaraciones en conferencias de prensa matutinas), por deslindarse de alguna postura o declaración, porque no conocen sus responsabilidades, o por una combinación de estas razones.

Como es de conocimiento público, existe un embate o mejor dicho una cruzada, desde la investidura presidencial en contra de diversos Órganos Constitucionales Autónomos (OCA´s), dentro de ellos destaca, por lo que hace, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Este instituto, medularmente, se encarga de revisar que todas las autoridades cumplan con sus obligaciones de transparencia y de proteger que los datos personales no se usen en forma indebida.

Es innegable que los mexicanos nos encontramos inmersos en varias crisis: salud, seguridad, materia económica. Para hacer frente a estas situaciones, lo primero que tenemos que hacer es conocerlas a profundidad. Es decir, debemos de saber cuál es exactamente la situación, no podemos estar preguntándonos o especulando sobre estos temas. Por ejemplo, según cifras

oficiales, lamentablemente hay en México 144 mil personas que han muerto por Covid-19, sin embargo, en 2020, hubo más de 300 mil muertes adicionales a las que hubo en 2019. Muertes que no sabemos por qué ocurrieron.

El asedio en contra de la democratización de la información debe parar. Se tienen que dejar los “otros datos” para ver cuáles son los verdaderos datos, cuáles son los verdaderos problemas y cuáles son las acciones que los están resolviendo.

Pero seguimos en la simulación, en el “todo está bien”. Seguimos con la falacia de que el plumaje del ave no se ha manchado por cruzar el pantano. Ya estuvo bueno.

Por Emilio Marcel Regidor

La transparencia es una de las obligaciones más relevantes que las instituciones tienen que cumplir en un régimen democrático. Cuando la información en torno a procesos internos y toma de decisiones es pública y adecuadamente difundida, se fomenta un espacio de diálogo y rendición de cuentas. En este sentido, es fundamental que la transparencia sea un ejercicio que se realice en dos vías; es decir, es necesario que el Estado ponga a disposición de la ciudadanía información sobre temas que le importan e incumben, así como que existan mecanismos para que las y los ciudadanos accedan a la información que no se hace pública de manera proactiva por parte del Estado.

Partiendo de la información proporcionada en las conferencias matutinas, en materia de seguridad, Causa en Común se dio a la tarea de verificar dicha información a través de la Plataforma Nacional de Transparencia.

Del total de respuestas proporcionadas, el 52% no contiene información sobre las declaraciones emitidas en las conferencias; es decir, más de la mitad de las respuestas de las instituciones federales de seguridad relativas a declaraciones realizadas en conferencias de prensa matutinas, fueron “inexistencias”, “incompetencias” y “reservas”. El 48% restante sí contiene información, ya sea “relativa a todos los cuestionamientos” o sólo a “algunos de los cuestionamientos”. Sin embargo, del total de respuestas, únicamente un 23% “concuerda totalmente” con las declaraciones. El 77% restante son respuestas que evaden dar información y no dan sustento a las declaraciones.

La principal conclusión del trabajo es que las instituciones federales de seguridad suelen negar información directamente vinculada con sus responsabilidades establecidas en ley. Esto puede deberse a que no cuentan con dicha información, a que no consideran conveniente difundirla (aún y cuando haya sido ya manifestada o esté vinculada con declaraciones en conferencias de prensa matutinas), por deslindarse de alguna postura o declaración, porque no conocen sus responsabilidades, o por una combinación de estas razones.

Como es de conocimiento público, existe un embate o mejor dicho una cruzada, desde la investidura presidencial en contra de diversos Órganos Constitucionales Autónomos (OCA´s), dentro de ellos destaca, por lo que hace, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Este instituto, medularmente, se encarga de revisar que todas las autoridades cumplan con sus obligaciones de transparencia y de proteger que los datos personales no se usen en forma indebida.

Es innegable que los mexicanos nos encontramos inmersos en varias crisis: salud, seguridad, materia económica. Para hacer frente a estas situaciones, lo primero que tenemos que hacer es conocerlas a profundidad. Es decir, debemos de saber cuál es exactamente la situación, no podemos estar preguntándonos o especulando sobre estos temas. Por ejemplo, según cifras

oficiales, lamentablemente hay en México 144 mil personas que han muerto por Covid-19, sin embargo, en 2020, hubo más de 300 mil muertes adicionales a las que hubo en 2019. Muertes que no sabemos por qué ocurrieron.

El asedio en contra de la democratización de la información debe parar. Se tienen que dejar los “otros datos” para ver cuáles son los verdaderos datos, cuáles son los verdaderos problemas y cuáles son las acciones que los están resolviendo.

Pero seguimos en la simulación, en el “todo está bien”. Seguimos con la falacia de que el plumaje del ave no se ha manchado por cruzar el pantano. Ya estuvo bueno.