/ miércoles 10 de enero de 2024

Chistes machistas en los Globos de Oro

Twitter: @cons_gentil

La más reciente edición de los Globos de Oro tuvo lugar el domingo por la noche y era altamente anticipada. Sin embargo, el comediante Jo Koy, quien fue anunciado como el presentador apenas dos semanas antes de la ceremonia, abrió el programa con un monólogo incómodo, polémico y a todas luces ofensivo, que marcó el tono de una noche que no logró impresionar.

Algunos de sus comentarios destacados fueron al comparar las dos películas más grandes del verano: Oppenheimer y Barbie. Al hacerlo dijo que "Oppenheimer está basada en un libro ganador del Premio Pulitzer de 721 páginas sobre el Proyecto Manhattan y Barbie está basada en una muñeca de plástico con grandes pechos" Le siguió un silencio ensordecedor y una toma a Greta Gerwig seria e incómoda, al igual que un Ryan Gosling no impresionado.

Como si esto no hubiera sido suficiente, también logró ofender a otra mujer nominada y sumamente exitosa con su monólogo: “¿La gran diferencia entre los Globos de Oro y la NFL? En los Globos de Oro, tenemos menos tomas de Taylor Swift”. Además del silencio incómodo, a esto también le siguió una toma de Taylor Swift claramente molesta, cuya única reacción fue darle un trago a su bebida para expresar su inconformidad.

Estas dos anécdotas encarnaron perfectamente una experiencia que prácticamente todas las mujeres han vivido: alguien que se está burlando de ellas y todavía se ofende porque no se ríen (!).

La peor parte de estos “chistes” no es únicamente la clara falta de originalidad y la recurrencia a los lugares comunes que todos hemos escuchado de manera incansable. ¿O se supone que debemos actuar cómo si hacer un chiste en el que tomamos en serio el trabajo hecho por un hombre y desdeñamos el trabajo hecho por una mujer es algo nuevo? ¿O reducir la identidad de una mujer a su pareja?

La peor parte es el hecho de que algunas personas realmente creen que no habrá problema en minimizar a las mujeres siempre y cuando lo llames una broma. Incluso a la luz de la enorme revolución cultural femenina de la cual fueron protagonistas Barbie y Taylor Swift (y objeto de sus bromas también) en un año sin precedentes para el éxito de las mujeres en la música, el entretenimiento y los negocios.

Esto puede llevarnos a la reflexión sobre la comedia y el clásico “ahora la gente se ofende por todo”. Si bien el humor negro ha existido desde hace mucho tiempo, es claro que mucha gente sigue sin comprender su verdadera naturaleza. El humor negro suele explorar temas delicados o tabú, encontrando humor en lo inesperado o incómodo. Sin embargo, puede cruzar la línea cuando se vuelve ofensivo. En pocas palabras, la diferencia es que el humor negro resalta lo incorrecto del tema y permite observarlo críticamente. Por otro lado, el humor ofensivo refuerza esas injusticias sin invocar un pensamiento crítico. El humor negro, cuando se usa responsablemente, debería hacernos reflexionar sobre temas complejos a través del humor, no debería empeorar el sufrimiento de quienes ya están marginados u oprimidos.

Esta anécdota me hace pensar: ¿Será que estos comediantes no saben ser “graciosos” a menos de que utilicen recursos profundamente ofensivos, específicamente hacia las mujeres? ¿La comedia realmente ha sido reducida a tan poco?

La sátira y el humor parecen poca cosa, pero el usarlos correctamente requiere un alto nivel de intelecto y capacidad. Una que claramente no todos tienen. Y a pesar de que “bromas” como éstas hayan sido aceptadas en el pasado, no es el contenido el que ha cambiado, sino el contexto. Y es eso lo que hace toda la diferencia.

Twitter: @cons_gentil

La más reciente edición de los Globos de Oro tuvo lugar el domingo por la noche y era altamente anticipada. Sin embargo, el comediante Jo Koy, quien fue anunciado como el presentador apenas dos semanas antes de la ceremonia, abrió el programa con un monólogo incómodo, polémico y a todas luces ofensivo, que marcó el tono de una noche que no logró impresionar.

Algunos de sus comentarios destacados fueron al comparar las dos películas más grandes del verano: Oppenheimer y Barbie. Al hacerlo dijo que "Oppenheimer está basada en un libro ganador del Premio Pulitzer de 721 páginas sobre el Proyecto Manhattan y Barbie está basada en una muñeca de plástico con grandes pechos" Le siguió un silencio ensordecedor y una toma a Greta Gerwig seria e incómoda, al igual que un Ryan Gosling no impresionado.

Como si esto no hubiera sido suficiente, también logró ofender a otra mujer nominada y sumamente exitosa con su monólogo: “¿La gran diferencia entre los Globos de Oro y la NFL? En los Globos de Oro, tenemos menos tomas de Taylor Swift”. Además del silencio incómodo, a esto también le siguió una toma de Taylor Swift claramente molesta, cuya única reacción fue darle un trago a su bebida para expresar su inconformidad.

Estas dos anécdotas encarnaron perfectamente una experiencia que prácticamente todas las mujeres han vivido: alguien que se está burlando de ellas y todavía se ofende porque no se ríen (!).

La peor parte de estos “chistes” no es únicamente la clara falta de originalidad y la recurrencia a los lugares comunes que todos hemos escuchado de manera incansable. ¿O se supone que debemos actuar cómo si hacer un chiste en el que tomamos en serio el trabajo hecho por un hombre y desdeñamos el trabajo hecho por una mujer es algo nuevo? ¿O reducir la identidad de una mujer a su pareja?

La peor parte es el hecho de que algunas personas realmente creen que no habrá problema en minimizar a las mujeres siempre y cuando lo llames una broma. Incluso a la luz de la enorme revolución cultural femenina de la cual fueron protagonistas Barbie y Taylor Swift (y objeto de sus bromas también) en un año sin precedentes para el éxito de las mujeres en la música, el entretenimiento y los negocios.

Esto puede llevarnos a la reflexión sobre la comedia y el clásico “ahora la gente se ofende por todo”. Si bien el humor negro ha existido desde hace mucho tiempo, es claro que mucha gente sigue sin comprender su verdadera naturaleza. El humor negro suele explorar temas delicados o tabú, encontrando humor en lo inesperado o incómodo. Sin embargo, puede cruzar la línea cuando se vuelve ofensivo. En pocas palabras, la diferencia es que el humor negro resalta lo incorrecto del tema y permite observarlo críticamente. Por otro lado, el humor ofensivo refuerza esas injusticias sin invocar un pensamiento crítico. El humor negro, cuando se usa responsablemente, debería hacernos reflexionar sobre temas complejos a través del humor, no debería empeorar el sufrimiento de quienes ya están marginados u oprimidos.

Esta anécdota me hace pensar: ¿Será que estos comediantes no saben ser “graciosos” a menos de que utilicen recursos profundamente ofensivos, específicamente hacia las mujeres? ¿La comedia realmente ha sido reducida a tan poco?

La sátira y el humor parecen poca cosa, pero el usarlos correctamente requiere un alto nivel de intelecto y capacidad. Una que claramente no todos tienen. Y a pesar de que “bromas” como éstas hayan sido aceptadas en el pasado, no es el contenido el que ha cambiado, sino el contexto. Y es eso lo que hace toda la diferencia.