/ jueves 28 de mayo de 2020

¿Cómo dijo?      

El dolorcito de la nostalgia

A veces nos ataca la nostalgia de los “ayeres”, el tiempo que ha pasado y que —obviamente— nunca regresará. Definitivamente algo hay en nosotros que nos hace querer sentir que todavía vivimos en aquellas épocas pasadas.

El que tiene nostalgia siente el dolor de no poder regresar el tiempo a algo agradable que pasó, y en las raíces de la palabra lo dice claramente: nóstos que significa “regreso” y -algia que es “dolor… como la “lumbalgia” o la “neuralgia”.

No es que se sienta así un dolor insoportable y molesto; más bien se trata de un dolorcito, así como sabrosón de cuando uno se acuerda de lo que hacía de joven, de los lugares que visitaba, del parque en donde jugaba… incluso las primeras veces que se sintió enamorado… ¡sí duele, pero rico! ¿No?

Cuando nos acordamos de la casa de los abuelitos, del parque en el que salíamos a “dar la vuelta” y muchos recuerdos más que nos provocan nostalgia. Hace unas semanas pasé caminando por esa calle en la que solíamos jugar cuando niños; vi —por la parte de afuera, por supuesto—aquella casa que dejamos hace 30 años y que está prácticamente idéntica a cuando salí de ella por última vez, salvo el cambio del color de su fachada y la tuya que ya no existe al frente… ¿La mía? Me refiero a la “tuya” que es una planta conífera, ¡un pino, pues! que mi papá plantó junto a la cochera y que en altura rebasaba ya el techo de la construcción.

Ahora está de moda la nostalgia, especialmente si hablamos de recordar la década de los noventa. Un número sorprendente de series y películas que se producen ahora, en pleno año 2020, son inspiradas en programas de los noventa; en el cine, incluso se están creando continuaciones de películas muy exitosas y famosas de los años 80 y 90. ¿A poco no?

También en los juegos de video hay una nostalgia evidente y en la música ¡ni se diga! En fin, parece que la estrategia de mercadotecnia que se enfoca en estimularnos la nostalgia para hacer que compremos las mismas cosas que hace 20 o 30 años, está funcionando muy bien. Entre los que estamos en la mitad de la vida, es entendible que esto resulte efectivo, pero lo que sorprende es que entre las nuevas generaciones de jóvenes también exista un interés por conocer y adquirir aquello que no conocen ni vivieron, pero que en vez de nostalgia les produce curiosidad y como quiera le entran al juego.

Para nosotros es “acordarnos de nuestra juventud”, mientras que para los nuevos es “conocer algo vintage, el origen de lo que usamos hoy” y les resulta interesante. Además, hay un elemento intangible en las cosas que vivimos en los 80 y 90 que las hace tan atractivas y creo que todo tenía personalidad, una identidad que era genuinamente compatible con la del ser humano.

Ahora, eso no existe y las cosas carecen de “humanidad”, por lo que estamos tratando de recuperarla a través de la nostalgia. ¿Usted qué opina?

Consultorio Verbal comodijo2@hotmail.com Twitter: @comodijo


PREGUNTA DEL PÚBLICO: Ricardo Villa: “¿Qué es un suricato? ¿O debe decirse siempre ‘suricata’?

RESPUESTA: Se le puede decir “suricato” pero el nombre oficial es suricata. Es un mamífero carnívoro semejante a la mangosta.

AHORA PREGUNTO: ¿Qué es una tija?

a.- Tubo con el que se ajusta el asiento de bicicleta.

b.- Cubeta de mediano tamaño.

c.- Falda tradicional utilizada por mujeres de diversas tribus.

d.- Sable de forma curva que se utiliza en el medio oriente.

RESPUESTA: a. Tija es el tubo de metal o aluminio que fija el asiento al cuadro de la bicicleta, y que se puede mover para ajustar la altura.

Frase nostálgica para terminar: La nostalgia ya no es lo que antes era. ¿Cómo dijo? Hasta la próxima.


El dolorcito de la nostalgia

A veces nos ataca la nostalgia de los “ayeres”, el tiempo que ha pasado y que —obviamente— nunca regresará. Definitivamente algo hay en nosotros que nos hace querer sentir que todavía vivimos en aquellas épocas pasadas.

El que tiene nostalgia siente el dolor de no poder regresar el tiempo a algo agradable que pasó, y en las raíces de la palabra lo dice claramente: nóstos que significa “regreso” y -algia que es “dolor… como la “lumbalgia” o la “neuralgia”.

No es que se sienta así un dolor insoportable y molesto; más bien se trata de un dolorcito, así como sabrosón de cuando uno se acuerda de lo que hacía de joven, de los lugares que visitaba, del parque en donde jugaba… incluso las primeras veces que se sintió enamorado… ¡sí duele, pero rico! ¿No?

Cuando nos acordamos de la casa de los abuelitos, del parque en el que salíamos a “dar la vuelta” y muchos recuerdos más que nos provocan nostalgia. Hace unas semanas pasé caminando por esa calle en la que solíamos jugar cuando niños; vi —por la parte de afuera, por supuesto—aquella casa que dejamos hace 30 años y que está prácticamente idéntica a cuando salí de ella por última vez, salvo el cambio del color de su fachada y la tuya que ya no existe al frente… ¿La mía? Me refiero a la “tuya” que es una planta conífera, ¡un pino, pues! que mi papá plantó junto a la cochera y que en altura rebasaba ya el techo de la construcción.

Ahora está de moda la nostalgia, especialmente si hablamos de recordar la década de los noventa. Un número sorprendente de series y películas que se producen ahora, en pleno año 2020, son inspiradas en programas de los noventa; en el cine, incluso se están creando continuaciones de películas muy exitosas y famosas de los años 80 y 90. ¿A poco no?

También en los juegos de video hay una nostalgia evidente y en la música ¡ni se diga! En fin, parece que la estrategia de mercadotecnia que se enfoca en estimularnos la nostalgia para hacer que compremos las mismas cosas que hace 20 o 30 años, está funcionando muy bien. Entre los que estamos en la mitad de la vida, es entendible que esto resulte efectivo, pero lo que sorprende es que entre las nuevas generaciones de jóvenes también exista un interés por conocer y adquirir aquello que no conocen ni vivieron, pero que en vez de nostalgia les produce curiosidad y como quiera le entran al juego.

Para nosotros es “acordarnos de nuestra juventud”, mientras que para los nuevos es “conocer algo vintage, el origen de lo que usamos hoy” y les resulta interesante. Además, hay un elemento intangible en las cosas que vivimos en los 80 y 90 que las hace tan atractivas y creo que todo tenía personalidad, una identidad que era genuinamente compatible con la del ser humano.

Ahora, eso no existe y las cosas carecen de “humanidad”, por lo que estamos tratando de recuperarla a través de la nostalgia. ¿Usted qué opina?

Consultorio Verbal comodijo2@hotmail.com Twitter: @comodijo


PREGUNTA DEL PÚBLICO: Ricardo Villa: “¿Qué es un suricato? ¿O debe decirse siempre ‘suricata’?

RESPUESTA: Se le puede decir “suricato” pero el nombre oficial es suricata. Es un mamífero carnívoro semejante a la mangosta.

AHORA PREGUNTO: ¿Qué es una tija?

a.- Tubo con el que se ajusta el asiento de bicicleta.

b.- Cubeta de mediano tamaño.

c.- Falda tradicional utilizada por mujeres de diversas tribus.

d.- Sable de forma curva que se utiliza en el medio oriente.

RESPUESTA: a. Tija es el tubo de metal o aluminio que fija el asiento al cuadro de la bicicleta, y que se puede mover para ajustar la altura.

Frase nostálgica para terminar: La nostalgia ya no es lo que antes era. ¿Cómo dijo? Hasta la próxima.