/ viernes 10 de mayo de 2024

Con derecho a votar

@ebuendiaz

La semana pasada el INE presentó un informe realizado por un comité técnico integrado por especialistas externos, en el que se concluye que el padrón electoral y la lista nominal de electores constituyen instrumentos electorales confiables. También con dicho informe se declara la definitividad de dicha lista, lo que significa que ya tenemos certeza sobre quién podrá votar este 2 de junio.

En principio hay que recordar que el padrón electoral es la base de datos que se integra por la información de mexicanas y mexicanos mayores de 18 años que solicitan su credencial para votar con fotografía y la lista nominal se compone por las personas que recogieron dicho documento.

En el informe se precisa que, para las elecciones de 2024, el padrón electoral se integra por 98,472,789 ciudadanas y ciudadanos mexicanos y que el listado nominal se compone por 98,329,591 personas. Ello significa que el 99.85% del total de personas inscritas en el padrón, cuentan con credencial para votar vigente, lo que habla del grado de actualización de ese instrumento. Cabe destacar que la distribución por género indica que 51.97% son mujeres, 48.02% son hombres y 1.06% corresponde a personas no binarias.

Hay que ser claros: no existe base de datos que sea tan confiable en el Estado mexicano. Ello se debe al éxito que han tenido las campañas de empadronamiento y de credencialización del INE y a la confianza que tiene la ciudadanía que sus datos serán celosamente cuidados y protegidos por dicha autoridad.

Que casi el 100% de mujeres y hombres empadronados cuenten con credencial para votar con fotografía vigente, hace evidente no solo la excelente cobertura territorial en la operación del INE, pese a la complejidad que representa instalar y operar módulos de atención ciudadana en todo el país con un presupuesto cada vez más reducido. También pone de manifiesto el interés ciudadano de contar con una identificación ciudadana con altos mecanismos de seguridad que le sirvan para ejercer su derecho al voto.

Por ello en los últimos años se ha intentado insistentemente que el padrón electoral pase a ser controlado por la Secretaría de Gobernación y, con ello, apropiarse de los datos personales que la ciudadanía ha entregado a la autoridad electoral para utilizarlos con otros fines. Afortunadamente ello no ha ocurrido y esperemos que así siga.

Por otra parte, que la lista nominal tenga una alta cobertura frente al padrón electoral debe generar confianza en el electorado y en los actores políticos. No podemos desconocer que nuestro sistema electoral tiene como origen la desconfianza. Hace muchos años, en las elecciones no se tenía certeza sobre quién podía votar, incluso se decía que las personas fallecidas votaban, que el voto podía realizarse en más de una ocasión y que se rasuraban del padrón electoral a personas que no eran afines al gobierno en turno.

De hecho, en días recientes en el ambiente público se ha mencionado que el padrón electoral, al no estar debidamente actualizado, ha dejado de ser confiable y ello puede abrir la puerta a la falta de certeza sobre quien puede votar. Más allá de que se tratan de afirmaciones sin sustento, lo cierto es que tienen como objetivo sembrar dudas en la organización de la elección.

Frente a ello, es necesario señalar que solo las personas que están en la lista nominal y que muestren su credencial a los funcionarios de casilla, pueden votar. Nadie más puede ejercer ese derecho.

Si eso no nos deja tranquilos, es importante destacar que, para garantizar la confiabilidad del listado nominal, nuestra legislación electoral otorga a los partidos políticos el derecho a realizar observaciones a la misma. En este caso, de un universo de más de 98 millones de registros, los partidos políticos formularon más de 13 millones de observaciones, siendo procedentes en solo 2,819 registros, esto es, el 0.02% del total de las observaciones.

Finalmente, otro aspecto de los muchos que podemos destacar del informe es que en el listado nominal podrán votar por primera vez más de 14 millones de jóvenes ciudadanos en la elección Presidencial. Esta cifra es muy importante, pues los partidos políticos y candidaturas deberían orientar sus propuestas de políticas públicas a una generación que por primera vez podrá ejercer su voto en una elección tan importante, en lugar de estar sembrando en el espacio público la falsedad de que este arroz ya se coció o que la elección ya se encuentra definida. La elección se define el 2 de junio con el voto ciudadano, no de alguna otra manera.

En un país donde hay un alto desencanto con la democracia, ese tipo de comentarios solo tienen la intencionalidad de desincentivar la participación ciudadana en el proceso electoral y evitar que la gente salga a votar. Nada más antidemocrático. No debe quedarnos duda que las prácticas autoritarias se están volviendo una cotidianeidad en México, ¡cuidado!

*Consultor en materia electoral.

@ebuendiaz

La semana pasada el INE presentó un informe realizado por un comité técnico integrado por especialistas externos, en el que se concluye que el padrón electoral y la lista nominal de electores constituyen instrumentos electorales confiables. También con dicho informe se declara la definitividad de dicha lista, lo que significa que ya tenemos certeza sobre quién podrá votar este 2 de junio.

En principio hay que recordar que el padrón electoral es la base de datos que se integra por la información de mexicanas y mexicanos mayores de 18 años que solicitan su credencial para votar con fotografía y la lista nominal se compone por las personas que recogieron dicho documento.

En el informe se precisa que, para las elecciones de 2024, el padrón electoral se integra por 98,472,789 ciudadanas y ciudadanos mexicanos y que el listado nominal se compone por 98,329,591 personas. Ello significa que el 99.85% del total de personas inscritas en el padrón, cuentan con credencial para votar vigente, lo que habla del grado de actualización de ese instrumento. Cabe destacar que la distribución por género indica que 51.97% son mujeres, 48.02% son hombres y 1.06% corresponde a personas no binarias.

Hay que ser claros: no existe base de datos que sea tan confiable en el Estado mexicano. Ello se debe al éxito que han tenido las campañas de empadronamiento y de credencialización del INE y a la confianza que tiene la ciudadanía que sus datos serán celosamente cuidados y protegidos por dicha autoridad.

Que casi el 100% de mujeres y hombres empadronados cuenten con credencial para votar con fotografía vigente, hace evidente no solo la excelente cobertura territorial en la operación del INE, pese a la complejidad que representa instalar y operar módulos de atención ciudadana en todo el país con un presupuesto cada vez más reducido. También pone de manifiesto el interés ciudadano de contar con una identificación ciudadana con altos mecanismos de seguridad que le sirvan para ejercer su derecho al voto.

Por ello en los últimos años se ha intentado insistentemente que el padrón electoral pase a ser controlado por la Secretaría de Gobernación y, con ello, apropiarse de los datos personales que la ciudadanía ha entregado a la autoridad electoral para utilizarlos con otros fines. Afortunadamente ello no ha ocurrido y esperemos que así siga.

Por otra parte, que la lista nominal tenga una alta cobertura frente al padrón electoral debe generar confianza en el electorado y en los actores políticos. No podemos desconocer que nuestro sistema electoral tiene como origen la desconfianza. Hace muchos años, en las elecciones no se tenía certeza sobre quién podía votar, incluso se decía que las personas fallecidas votaban, que el voto podía realizarse en más de una ocasión y que se rasuraban del padrón electoral a personas que no eran afines al gobierno en turno.

De hecho, en días recientes en el ambiente público se ha mencionado que el padrón electoral, al no estar debidamente actualizado, ha dejado de ser confiable y ello puede abrir la puerta a la falta de certeza sobre quien puede votar. Más allá de que se tratan de afirmaciones sin sustento, lo cierto es que tienen como objetivo sembrar dudas en la organización de la elección.

Frente a ello, es necesario señalar que solo las personas que están en la lista nominal y que muestren su credencial a los funcionarios de casilla, pueden votar. Nadie más puede ejercer ese derecho.

Si eso no nos deja tranquilos, es importante destacar que, para garantizar la confiabilidad del listado nominal, nuestra legislación electoral otorga a los partidos políticos el derecho a realizar observaciones a la misma. En este caso, de un universo de más de 98 millones de registros, los partidos políticos formularon más de 13 millones de observaciones, siendo procedentes en solo 2,819 registros, esto es, el 0.02% del total de las observaciones.

Finalmente, otro aspecto de los muchos que podemos destacar del informe es que en el listado nominal podrán votar por primera vez más de 14 millones de jóvenes ciudadanos en la elección Presidencial. Esta cifra es muy importante, pues los partidos políticos y candidaturas deberían orientar sus propuestas de políticas públicas a una generación que por primera vez podrá ejercer su voto en una elección tan importante, en lugar de estar sembrando en el espacio público la falsedad de que este arroz ya se coció o que la elección ya se encuentra definida. La elección se define el 2 de junio con el voto ciudadano, no de alguna otra manera.

En un país donde hay un alto desencanto con la democracia, ese tipo de comentarios solo tienen la intencionalidad de desincentivar la participación ciudadana en el proceso electoral y evitar que la gente salga a votar. Nada más antidemocrático. No debe quedarnos duda que las prácticas autoritarias se están volviendo una cotidianeidad en México, ¡cuidado!

*Consultor en materia electoral.