/ sábado 10 de febrero de 2024

De la pluma de Miguel Reyes Razo / Joaquín López Dóriga

MUCHAS FELICIDADES QUERIDO JOAQUÍN

Fue cuando ocurrió el auge de las camisas con cuello Mao. Irrumpió esa moda que desterró la corbata, con la misma autoridad que las cabelleras crecidas, descuidadas y alborotadas retaron -y vencieron- al Wildrot, al "Fijapelo Polans" y al caro "Alberto VO-5". Greñeros que provocaban miradas oblicuas y resignadas. Y agridulces :"¡Ah, que muchachos estos! . Ya no saben qué inventar. Ahora nos salen con sus dichos: La Nueva Ola -ellos- y la Momiza -los mayores-. La gente in. Los viejos out. ¿A dónde iremos a parar?

Ocurrió cuando audaces publicistas al servicio del magnate Gabriel Alarcón Chargoy dueño de la "Cadena de Oro" empresa propietaria de todos los cines del país añadieron al cabezal de su periódico "El Heraldo de México" la apostilla " ...Piensa joven…” E intrépidos alardearon con "Nada de vaso medio vacío...Está a medio llenar..."

Junto al exitoso hombre de negocios, sus dos hijos. Gabriel -hasta su desgracia, y el día de su muerte, ya ochentón y achacoso, llamado Gabrielito y el joven Óscar, impulsivo, fornido estudioso del recién creado Instituto Autónomo Tecnológico de México -ITAM- crecía el atractivo cotidiano. "Dinero llama a Dinero" -pregonó el patriarca y procuró atraer a los mejores reporteros y columnistas. Luis Spota, Agustín Barrios Gómez, Pepe Alameda, Raúl Sánchez Hidalgo, Daniel Cadena, ...Al prestigiado Joaquín Menéndez encargó la compra e instalación de la modernísima rotativa GOSS de manufactura alemana. Celoso de su cuantiosa inversión practicaba otra de sus sentencias: "Al ojo del amo...engorda el caballo" y a diario, a la hora del crepúsculo se plantaba en la redacción y desde su asiento -una butaca idéntica a las que instalaba en sus cinematógrafos- revisaba columnas políticas y observaba la conducta de sus empleados. "Aguas, ya llegó Don Ga", corría, alertaba la voz.

"Señor Alarcón -le atrajeron. El Jefe de Información no "da el ancho". Ángel Torres es muy conocido como "El burro". Y hace honor al apodo. Hace unos días, Luis Spota le sugirió: "Mande a un reportero al aeropuerto, Don Ángel. Llega Octavio Paz". Y "El burro" se apresuró a tomar nota y detuvo a Spota: "Con mucho gusto señor. Nada más hágame un favor. ¿Quién es Octavio Paz? Hace falta un buen Jefe de Información, Don Ga". Y Don Ga indagó y preguntó aquí y allá. "Hay uno muy bueno -le dijeron. Es joven, serio , muy trabajador. Se llama Mario Santoscoy. Trabajó en "La Prensa". Y en el "Novedades". Chambea mucho.

Filántropo, miembro del club de empresarios ricos de México, consejero de varias agrupaciones y bancos Don Ga contribuía a la operación de centros de enseñanza superior colegios y universidades defensoras -promotoras- del catolicismo y las buenas costumbres.

"Tenemos un jovencito que quiere ser periodista, Don Gabriel. Es inteligente, vivaz. Muy educado. Hijo de españoles y él mismo español. Se llama Joaquín. Eso es. Joaquín López-Dóriga Velandia.

"Se va a "cubrir" el aeropuerto, López-Dóriga. Póngase muy abusado. Ahí hay mil historias cada día. Dele".

Entonces nos conocimos. Joaquín llegaba en su flamante Volkswagen lujosamente equipado.

"Quihubo Maicquings. Mi cuate Reyessorra. Guelitomi...

"Bien, Quinjoa. A todo trapo Pezlogadori. ¿Qué hay condesito?

"Te invito al Señorial. Un rato. Vamos

Así en el periódico. Buena, sana amistad. Años más tarde:

"Norma Meraz, López Dóriga y Reyes Razo se hacen cargo de "24 HORAS de la Tarde" -decidió a mediados de 1973 el licenciado Jacobo Zabludovsky.

Y también:

"López Dóriga va a Vietnam.

"Reyes Razo cubre la guerra en Líbano.

Más tarde:

"Te invito a "Siete Días". Dejo Televisa. Voy a Canal 13. Ven

"Gracias, Quinjoa. Estoy muy a gusto en "El Universal". Juan Francisco Ealy me trata muy bien.

"Vamos a Delhi. Con Indira Gandhi, Miguelazo.

"Vamos mi querido Joaquín.

Y a campañas por la Presidencia de la República. Con López Portillo, con Miguel De la Madrid. Con Carlos Salinas. Vamos.

"Pues como dicen que mi trabajo vale "cuartilla" -embromaba Joaquín-, tengo que escribir muchas cuartillas." Iniciaba la gira. "Día Uno", comenzaba.

En octubre de 1989, en la embajada de México en Washington frente al embajador Gustavo Petriccioli lo presenté: "Presidente, aquí está Joaquín López Dóriga". Se dieron la mano. "No te veo pero te leo, Joaquín", unió el joven Jefe de Estado. Comienzo de infinidad de viajes. Por el Teelecé que tanto esfuerzo costó a Carlos Salinas de Gortari. Joaquin, Fidel Samaniego y Reyes Razo lo acompañaron sin descanso en agitados viajes. Reseñaron esos días. En los últimos días de su sexenio nos invitó a comer en Los Pinos.

"No es muy cómodo vivir aquí -nos contó. Muchas personas trabajan en el mantenimiento de la residencia. Su trajín comienza antes del amanecer. En realidad ocupo una suerte de departamento no muy grande.

"Aquí -abundó- viví días intensos. Subi y bajé de peso...

"...Mantuvo el peso -le atajé

Con mi querido amigo Joaquín Adriana, su esposa. Sus hijas. "Mis, nuestras infantas", presentaba.

Desde los días del intenso 68 Joaquín López- Dóriga Velandia y yo somos amigos.

Felicidades querido Joaquín.

MUCHAS FELICIDADES QUERIDO JOAQUÍN

Fue cuando ocurrió el auge de las camisas con cuello Mao. Irrumpió esa moda que desterró la corbata, con la misma autoridad que las cabelleras crecidas, descuidadas y alborotadas retaron -y vencieron- al Wildrot, al "Fijapelo Polans" y al caro "Alberto VO-5". Greñeros que provocaban miradas oblicuas y resignadas. Y agridulces :"¡Ah, que muchachos estos! . Ya no saben qué inventar. Ahora nos salen con sus dichos: La Nueva Ola -ellos- y la Momiza -los mayores-. La gente in. Los viejos out. ¿A dónde iremos a parar?

Ocurrió cuando audaces publicistas al servicio del magnate Gabriel Alarcón Chargoy dueño de la "Cadena de Oro" empresa propietaria de todos los cines del país añadieron al cabezal de su periódico "El Heraldo de México" la apostilla " ...Piensa joven…” E intrépidos alardearon con "Nada de vaso medio vacío...Está a medio llenar..."

Junto al exitoso hombre de negocios, sus dos hijos. Gabriel -hasta su desgracia, y el día de su muerte, ya ochentón y achacoso, llamado Gabrielito y el joven Óscar, impulsivo, fornido estudioso del recién creado Instituto Autónomo Tecnológico de México -ITAM- crecía el atractivo cotidiano. "Dinero llama a Dinero" -pregonó el patriarca y procuró atraer a los mejores reporteros y columnistas. Luis Spota, Agustín Barrios Gómez, Pepe Alameda, Raúl Sánchez Hidalgo, Daniel Cadena, ...Al prestigiado Joaquín Menéndez encargó la compra e instalación de la modernísima rotativa GOSS de manufactura alemana. Celoso de su cuantiosa inversión practicaba otra de sus sentencias: "Al ojo del amo...engorda el caballo" y a diario, a la hora del crepúsculo se plantaba en la redacción y desde su asiento -una butaca idéntica a las que instalaba en sus cinematógrafos- revisaba columnas políticas y observaba la conducta de sus empleados. "Aguas, ya llegó Don Ga", corría, alertaba la voz.

"Señor Alarcón -le atrajeron. El Jefe de Información no "da el ancho". Ángel Torres es muy conocido como "El burro". Y hace honor al apodo. Hace unos días, Luis Spota le sugirió: "Mande a un reportero al aeropuerto, Don Ángel. Llega Octavio Paz". Y "El burro" se apresuró a tomar nota y detuvo a Spota: "Con mucho gusto señor. Nada más hágame un favor. ¿Quién es Octavio Paz? Hace falta un buen Jefe de Información, Don Ga". Y Don Ga indagó y preguntó aquí y allá. "Hay uno muy bueno -le dijeron. Es joven, serio , muy trabajador. Se llama Mario Santoscoy. Trabajó en "La Prensa". Y en el "Novedades". Chambea mucho.

Filántropo, miembro del club de empresarios ricos de México, consejero de varias agrupaciones y bancos Don Ga contribuía a la operación de centros de enseñanza superior colegios y universidades defensoras -promotoras- del catolicismo y las buenas costumbres.

"Tenemos un jovencito que quiere ser periodista, Don Gabriel. Es inteligente, vivaz. Muy educado. Hijo de españoles y él mismo español. Se llama Joaquín. Eso es. Joaquín López-Dóriga Velandia.

"Se va a "cubrir" el aeropuerto, López-Dóriga. Póngase muy abusado. Ahí hay mil historias cada día. Dele".

Entonces nos conocimos. Joaquín llegaba en su flamante Volkswagen lujosamente equipado.

"Quihubo Maicquings. Mi cuate Reyessorra. Guelitomi...

"Bien, Quinjoa. A todo trapo Pezlogadori. ¿Qué hay condesito?

"Te invito al Señorial. Un rato. Vamos

Así en el periódico. Buena, sana amistad. Años más tarde:

"Norma Meraz, López Dóriga y Reyes Razo se hacen cargo de "24 HORAS de la Tarde" -decidió a mediados de 1973 el licenciado Jacobo Zabludovsky.

Y también:

"López Dóriga va a Vietnam.

"Reyes Razo cubre la guerra en Líbano.

Más tarde:

"Te invito a "Siete Días". Dejo Televisa. Voy a Canal 13. Ven

"Gracias, Quinjoa. Estoy muy a gusto en "El Universal". Juan Francisco Ealy me trata muy bien.

"Vamos a Delhi. Con Indira Gandhi, Miguelazo.

"Vamos mi querido Joaquín.

Y a campañas por la Presidencia de la República. Con López Portillo, con Miguel De la Madrid. Con Carlos Salinas. Vamos.

"Pues como dicen que mi trabajo vale "cuartilla" -embromaba Joaquín-, tengo que escribir muchas cuartillas." Iniciaba la gira. "Día Uno", comenzaba.

En octubre de 1989, en la embajada de México en Washington frente al embajador Gustavo Petriccioli lo presenté: "Presidente, aquí está Joaquín López Dóriga". Se dieron la mano. "No te veo pero te leo, Joaquín", unió el joven Jefe de Estado. Comienzo de infinidad de viajes. Por el Teelecé que tanto esfuerzo costó a Carlos Salinas de Gortari. Joaquin, Fidel Samaniego y Reyes Razo lo acompañaron sin descanso en agitados viajes. Reseñaron esos días. En los últimos días de su sexenio nos invitó a comer en Los Pinos.

"No es muy cómodo vivir aquí -nos contó. Muchas personas trabajan en el mantenimiento de la residencia. Su trajín comienza antes del amanecer. En realidad ocupo una suerte de departamento no muy grande.

"Aquí -abundó- viví días intensos. Subi y bajé de peso...

"...Mantuvo el peso -le atajé

Con mi querido amigo Joaquín Adriana, su esposa. Sus hijas. "Mis, nuestras infantas", presentaba.

Desde los días del intenso 68 Joaquín López- Dóriga Velandia y yo somos amigos.

Felicidades querido Joaquín.