/ domingo 12 de febrero de 2023

Echando mano a sus fierros…como queriendo pelear

En la celebración del 106 aniversario de la promulgación de nuestra Constitución, los integrantes de los tres poderes institucionalizados del Estado escenificaron, por primera vez que yo recuerde, lo que se conoce en términos boxísticos como un raund de sombra y que algunos analistas habían pronosticado a partir de los acontecimientos protagonizados en la distancia corta por sus respectivos titulares. Es más, se esperaba con morbo que fluyera la sangre en el rio de la política nacional, siendo de lo más destacable la manifestación de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en defensa de poder judicial, que con claridad y sin complejos pintó su raya al anunciar que durante su administración pugnará por el respeto de los otros poderes a su autonomía, especialmente por parte del ejecutivo, que con calificativos peyorativos y sin las pruebas correspondientes, con insistencia acusa a los jueces de corruptos.

La mayor parte de los políticos y demás adeptos al régimen en funciones que vieron en el discurso de la ministra presidenta una actitud hostil y soberbia, prefirieron enfocar su crítica en una supuesta falta de respeto por no levantarse a aplaudir al paso del presidente de la República, sin concebir ni por asomo, que pudo tratarse de un meditado acto de rebeldía ante los ataques recibidos desde la tribuna mañanera, lo que desde luego marca con claridad la diferencia con la actitud conciliadora en exceso del ministro Arturo Zaldívar que la precedió en el cargo. En contraste, hubo voces que se congratularon de que en su primera aparición pública, la ministra Norma Lucía Piña haya puesto énfasis en la necesidad de respeto a la autonomía de la corte, destacando lo expresado por Lorenzo Córdova en su cuenta de tuiter, que si de algo sabe es de las innumerables muestras de “afecto” recibidas durante el régimen de la república amorosa.

Lo cierto es que se esperan muchas confrontaciones más entre ambos poderes, la observada durante la celebración de Querétaro solo es la punta de la montaña, en la que se gesta una erupción de grandes dimensiones, pues en los dos bandos hay material de sobra para reprocharse recíprocamente, desafortunadamente ningún ambiente público en México está limpio de pecado y por tanto, las pedradas seguirán siendo pan de todos los días, aunque bien sabemos en el fondo lo que se disputa es el poder del estado y para ello la autonomía resulta un estorbo que a toda costa hay que hacer un lado. De ahí que, por la candidatura de Morena a la Presidencia de la República en mi opinión, sea pertinente reproducir lo dicho por la ministra presidenta en otro tuiter que resume en forma certera su discurso: “La independencia judicial no es un privilegio de los jueces, es el principio que garantiza una adecuada impartición de justicia para hacer efectivas las libertades y la igualdad de las y los mexicanos”.

Lo sucedido en la celebración, opacó la actividad por la candidatura de Morena a la Presidencia de la República de las mal llamadas “corcholatas”, no fueron noticia, pues los medios y las redes sociales tenían sus reflectores puestos en Querétaro y no se ocuparon mucho de ellas. Tampoco figuró la reseña de la telenovela en la que actúa estelarmente en Nueva York Genaro García Luna y no es para menos, pues ante la actividad presidencial, como diría el extrañado “Cantinflas”:


“Primero es…lo primero, Chato.”


napoleonef@hotmail.com

En la celebración del 106 aniversario de la promulgación de nuestra Constitución, los integrantes de los tres poderes institucionalizados del Estado escenificaron, por primera vez que yo recuerde, lo que se conoce en términos boxísticos como un raund de sombra y que algunos analistas habían pronosticado a partir de los acontecimientos protagonizados en la distancia corta por sus respectivos titulares. Es más, se esperaba con morbo que fluyera la sangre en el rio de la política nacional, siendo de lo más destacable la manifestación de la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en defensa de poder judicial, que con claridad y sin complejos pintó su raya al anunciar que durante su administración pugnará por el respeto de los otros poderes a su autonomía, especialmente por parte del ejecutivo, que con calificativos peyorativos y sin las pruebas correspondientes, con insistencia acusa a los jueces de corruptos.

La mayor parte de los políticos y demás adeptos al régimen en funciones que vieron en el discurso de la ministra presidenta una actitud hostil y soberbia, prefirieron enfocar su crítica en una supuesta falta de respeto por no levantarse a aplaudir al paso del presidente de la República, sin concebir ni por asomo, que pudo tratarse de un meditado acto de rebeldía ante los ataques recibidos desde la tribuna mañanera, lo que desde luego marca con claridad la diferencia con la actitud conciliadora en exceso del ministro Arturo Zaldívar que la precedió en el cargo. En contraste, hubo voces que se congratularon de que en su primera aparición pública, la ministra Norma Lucía Piña haya puesto énfasis en la necesidad de respeto a la autonomía de la corte, destacando lo expresado por Lorenzo Córdova en su cuenta de tuiter, que si de algo sabe es de las innumerables muestras de “afecto” recibidas durante el régimen de la república amorosa.

Lo cierto es que se esperan muchas confrontaciones más entre ambos poderes, la observada durante la celebración de Querétaro solo es la punta de la montaña, en la que se gesta una erupción de grandes dimensiones, pues en los dos bandos hay material de sobra para reprocharse recíprocamente, desafortunadamente ningún ambiente público en México está limpio de pecado y por tanto, las pedradas seguirán siendo pan de todos los días, aunque bien sabemos en el fondo lo que se disputa es el poder del estado y para ello la autonomía resulta un estorbo que a toda costa hay que hacer un lado. De ahí que, por la candidatura de Morena a la Presidencia de la República en mi opinión, sea pertinente reproducir lo dicho por la ministra presidenta en otro tuiter que resume en forma certera su discurso: “La independencia judicial no es un privilegio de los jueces, es el principio que garantiza una adecuada impartición de justicia para hacer efectivas las libertades y la igualdad de las y los mexicanos”.

Lo sucedido en la celebración, opacó la actividad por la candidatura de Morena a la Presidencia de la República de las mal llamadas “corcholatas”, no fueron noticia, pues los medios y las redes sociales tenían sus reflectores puestos en Querétaro y no se ocuparon mucho de ellas. Tampoco figuró la reseña de la telenovela en la que actúa estelarmente en Nueva York Genaro García Luna y no es para menos, pues ante la actividad presidencial, como diría el extrañado “Cantinflas”:


“Primero es…lo primero, Chato.”


napoleonef@hotmail.com