/ domingo 11 de marzo de 2018

El tigre de Andrés Manuel

López Obrador es un caso para la siquiatría. En la Convención Bancaria del fin de semana se evidenció su bipolaridad, cuando el gurú de la paz y el amor cambió de semblante y lanzó su parábola del tigre.

Resulta que su vida tienes dos destinos luego de la elección de julio, si resulta favorecido será Palacio Nacional; si pierde en un proceso limpio y libre, tranquilamente se retirará a Palenque, Chiapas, ah, pero cuidado si hay un fraude electoral, porque se soltará un tigre y él ya no estará para contenerlo.

“A ver quien va a amarrar al tigre, el que lo suelte que lo amarre; ya no voy a estar deteniendo a la gente, porque me iré a Palenque…”

Como lleva un tiempo en “primer lugar” ergo va a ganar, ergo si pierde será fraude y -advierte con dedo flamígero incluído- se soltará el tigre. No pudo escoger mejor imagen que la del más temible de los felinos. Él se va a Chiapas a observar el desbarajuste que se arme; pero no nos equivoquemos: ¡él es dueño del tigre!

También dijo otra cosa interesante: le da el beneficio de la duda al presidente Peña porque ofreció no intervenir en el proceso electoral, por eso “está de buenas” y además porque está en primer lugar. Ya se siente presidente, aunque falten más de 100 días para la votación y nadie pueda anticipar con certeza el resultado de la elección.

Se los dijo a los banqueros y nos lo dice a todas y a todos los demás, incluyendo a la gente que reaccionamos frente a sus ocurrencias autoritarias y amenazadoras: ténganme miedo, pero no se preocupen, pórtense bien y estaré de buenas y controlaré eso que cada quien piense que es el tigre.

¿Qué pensarán quienes perdieron sus trabajos por el bloqueo de Paseo de la Reforma en julio de 2006; quienes llegaban tarde por sus hijos a las guarderías, los dueños de pequeños negocios que no pudieron sobrevivir el caos de esas semanas? Todo por una decisión de Andrés después de que Calderon ganara por medio punto; entonces soltó un gatito por Paseo de la Reforma. Sin más obligó a todos, incluido el PRD, a sufrir las consecuencias políticas e económicas de la unilateral decisión de cerrar la avenida con carpas hasta el periférico.

Pero insisto es más complejo de lo que parece. Hoy hay una reacción contra este gobierno y él ha capitalizado esa inconformidad desde su movimiento que depende total y exclusivamente de él; ya no sufre a quienes le discutían, esos perredistas que lo cuestionaban, hoy decide con plena libertad sin que nadie ponga en duda su liderazgo, las y los solovinos llegan modocitos.

Fue un mensaje amenazador, principalmente para Peña Nieto, al que ya le prometió amnistía. Es un mensaje a los gobernadores priistas también, algunos de los cuales ya dejaron colgado de la brocha a Meade, que nomás no levanta del tercer lugar; es un mensaje a los capos también.

AMLO cree ya ganó, como en 2006 en estas fechas, y esa creencia la mantendrá a pesar del avance de quien ciertamente es el único con real capacidad de ganarle: Ricardo Anaya.En este contexto sería interesante saber que más acordó con EPN.

López Obrador evidenció una vez más su comportamiento delirante en esa reunión con los señores del dinero, y ese delirio de grandeza que observamos realmente debe preocuparnos a quienes vivimos en este país porque reflejó de manera transparente lo que es, un megalómano.

Senadora del PRD

@angelicadelap

López Obrador es un caso para la siquiatría. En la Convención Bancaria del fin de semana se evidenció su bipolaridad, cuando el gurú de la paz y el amor cambió de semblante y lanzó su parábola del tigre.

Resulta que su vida tienes dos destinos luego de la elección de julio, si resulta favorecido será Palacio Nacional; si pierde en un proceso limpio y libre, tranquilamente se retirará a Palenque, Chiapas, ah, pero cuidado si hay un fraude electoral, porque se soltará un tigre y él ya no estará para contenerlo.

“A ver quien va a amarrar al tigre, el que lo suelte que lo amarre; ya no voy a estar deteniendo a la gente, porque me iré a Palenque…”

Como lleva un tiempo en “primer lugar” ergo va a ganar, ergo si pierde será fraude y -advierte con dedo flamígero incluído- se soltará el tigre. No pudo escoger mejor imagen que la del más temible de los felinos. Él se va a Chiapas a observar el desbarajuste que se arme; pero no nos equivoquemos: ¡él es dueño del tigre!

También dijo otra cosa interesante: le da el beneficio de la duda al presidente Peña porque ofreció no intervenir en el proceso electoral, por eso “está de buenas” y además porque está en primer lugar. Ya se siente presidente, aunque falten más de 100 días para la votación y nadie pueda anticipar con certeza el resultado de la elección.

Se los dijo a los banqueros y nos lo dice a todas y a todos los demás, incluyendo a la gente que reaccionamos frente a sus ocurrencias autoritarias y amenazadoras: ténganme miedo, pero no se preocupen, pórtense bien y estaré de buenas y controlaré eso que cada quien piense que es el tigre.

¿Qué pensarán quienes perdieron sus trabajos por el bloqueo de Paseo de la Reforma en julio de 2006; quienes llegaban tarde por sus hijos a las guarderías, los dueños de pequeños negocios que no pudieron sobrevivir el caos de esas semanas? Todo por una decisión de Andrés después de que Calderon ganara por medio punto; entonces soltó un gatito por Paseo de la Reforma. Sin más obligó a todos, incluido el PRD, a sufrir las consecuencias políticas e económicas de la unilateral decisión de cerrar la avenida con carpas hasta el periférico.

Pero insisto es más complejo de lo que parece. Hoy hay una reacción contra este gobierno y él ha capitalizado esa inconformidad desde su movimiento que depende total y exclusivamente de él; ya no sufre a quienes le discutían, esos perredistas que lo cuestionaban, hoy decide con plena libertad sin que nadie ponga en duda su liderazgo, las y los solovinos llegan modocitos.

Fue un mensaje amenazador, principalmente para Peña Nieto, al que ya le prometió amnistía. Es un mensaje a los gobernadores priistas también, algunos de los cuales ya dejaron colgado de la brocha a Meade, que nomás no levanta del tercer lugar; es un mensaje a los capos también.

AMLO cree ya ganó, como en 2006 en estas fechas, y esa creencia la mantendrá a pesar del avance de quien ciertamente es el único con real capacidad de ganarle: Ricardo Anaya.En este contexto sería interesante saber que más acordó con EPN.

López Obrador evidenció una vez más su comportamiento delirante en esa reunión con los señores del dinero, y ese delirio de grandeza que observamos realmente debe preocuparnos a quienes vivimos en este país porque reflejó de manera transparente lo que es, un megalómano.

Senadora del PRD

@angelicadelap