“…verás las gentes doloridas, que perdieron el bien del intelecto.”
Dante Alighieri
Cada nuevo amanecer la llamada 4T pone ante nuestros ojos atónitos una situación distinta, o transfigurada, con la intención de imponer su agenda política e ideológica. ¿Será posible que algunas cosas de este sexenio nos llamen todavía a la sorpresa?
Por lo general, la recurrencia de estas extrañezas nos hace pensar que el país está siendo conducido con las riendas de la improvisación en conjunto con el azar. Sin embargo, esto sube de tono cuando al actuar desordenado se le suma la bilis, la amargura, la vendetta.
Recordemos que uno de los objetivos del presidente de la República es combatir la corrupción. Desafortunadamente, gran parte de las “pesquisas” carecen de fundamento y parten de un solo prejuicio: si algo fue creado en los sexenios anteriores amerita cualquier descalificación.
El “periodo neoliberal” es el enemigo favorito del actual régimen. En su momento, la Dra. María Elena Álvarez-Buylla, actual directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), dijo que se abriría un nuevo periodo de “ciencia nacionalista” para reformar el camino dejado por la “ciencia neoliberal” e implementó nuevas directrices basadas en la austeridad republicana (adjetivando la ciencia y poniendo un freno a las investigaciones científicas del país que dependen de estímulos, financiamiento y capacitación).
A raíz de esa decisión, en 2019 el CONACYT omitió asignar un presupuesto al Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCT), esto dio pie a un amparo mediante el cual se ordenó entregar el financiamiento. Posteriormente, a mediados de agosto de 2021, la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que no existieron irregularidades en la asignación de recursos.
A pesar de lo anterior, la Fiscalía General de la República (FGR) solicitó una orden de aprehensión en contra de 31 exfuncionarios del CONACYT vinculados al FCCT, para enviarlos a Almoloya (la mayor cárcel de máxima seguridad en México) acusados de operar con recursos de procedencia ilícita, delincuencia organizada y peculado. La solicitud fue negada por un juez federal, pero la Fiscalía insistió por segunda ocasión.
El 22 de septiembre de 2021, el juez federal negó definitivamente girar las órdenes de aprehensión al considerar que no había delito que perseguir. Ese mismo día, la Fiscalía General emitió un comunicado para anunciar que “se volverá a solicitar la orden de aprehensión” y agotará “todos los recursos procedentes” para conseguirlo.
Como sucede frecuentemente en nuestro país, el tema ha rebasado los lindes jurídicos para llegar al territorio político. Estimulados por el fervor persecutorio, Senadores de Morena dieron una rueda de prensa donde declararon que la Auditoría Superior de la Federación, las Auditorías locales y la Unidad de Inteligencia Financiera, debían investigar los fondos federales y estatales destinados a todas las universidades de los Estados, incluyendo la UNAM, en un acto intimidatorio y un atentado contra la autonomía universitaria.
La persecución ofuscada, la acción rabiosa, son rasgos que corresponden a “esas gentes” condenadas de las que habla Dante: las necias, las que se quedaron sin razón. Terrible condena.
