/ jueves 4 de febrero de 2021

Entre ocurrencias

Nada hay más terrible que una ignorancia activa.

Goethe


El gobierno de López Obrador está metido en un túnel y está intentando desesperadamente encontrar vías de escape. La crisis múltiple que vive el país tiene en la esfera sanitaria su expresión más grave y visible. Por supuesto, las otras dos aristas de esta situación, la económica y las violencias expansivas, viven momentos extremadamente delicados.


Su plan se desmorona. Recordemos que se había anunciado para el 31 de enero la inmunización de un millón 100 miembros del personal médico. Hasta ahora, sólo se ha aplicado la dosis a 662 mil 217, es decir, al 60 por ciento del total prometido, incluyendo a personal no médico, como son los “servidores de la nación”, una especie de comisarios político/electorales del gobierno. Se dice que se cumplirá la meta entre el 10 y 15 de febrero. Veremos.


El panorama optimista de la administración federal cayó cuando las empresas farmacéuticas reconocieron que no podrían cumplir la demanda. El contexto internacional mostró con claridad que la vacuna es una mercancía y que la adquieren quienes poseen capital suficiente, ubicación hegemónica y estratégica en la globalidad capitalista. El regateo ha subido de tono y las posibilidades reales del cumplimiento de los contratos con México, un país periférico, siguen en el campo de las promesas.


Ahora, irónicamente, el gobierno depende de la vacuna rusa Sputnik V, la cual no estaba en el portafolio inicial y que incluso había sido desacreditada por el López-Gatell. Una conversación telefónica entre AMLO y Putin permitió el anuncio de un envío masivo a México, sin aprobación local; y el subsecretario tuvo que modificar rápidamente su discurso, es más, presionó a la Cofepris para que diera el visto bueno en tiempo récord. En un sólo un día se aprobó después de que la revista inglesa The Lancet, en la madrugada del pasado martes, publicara los resultados.


En este marco, de pasos erráticos y poses abstractas, el gobierno mexicano dio a conocer un sitio para que se registraran los llamados “adultos mayores” para su vacunación. Y el resultado fue un desastre. La página se “saturó” casi inmediatamente. No era para menos, el número de ese grupo poblacional asciende a casi 16 millones. No se planteó ninguna metodología que le diera orden al registro. Patético ridículo


Claro, como la clase política dominante es infalible, no admitió su error y López-Gatell se aventó la puntada de decir que se “saturó” porque ingresaron ¡70 mil por segundo!, o sea, en 4 minutos se podían registrar ¡16 millones! Así se las gastan éstos próceres. Y mientras, los muertos no paran.

pedropenaloza@yahoo.com

Twitter: @pedro_penaloz

Nada hay más terrible que una ignorancia activa.

Goethe


El gobierno de López Obrador está metido en un túnel y está intentando desesperadamente encontrar vías de escape. La crisis múltiple que vive el país tiene en la esfera sanitaria su expresión más grave y visible. Por supuesto, las otras dos aristas de esta situación, la económica y las violencias expansivas, viven momentos extremadamente delicados.


Su plan se desmorona. Recordemos que se había anunciado para el 31 de enero la inmunización de un millón 100 miembros del personal médico. Hasta ahora, sólo se ha aplicado la dosis a 662 mil 217, es decir, al 60 por ciento del total prometido, incluyendo a personal no médico, como son los “servidores de la nación”, una especie de comisarios político/electorales del gobierno. Se dice que se cumplirá la meta entre el 10 y 15 de febrero. Veremos.


El panorama optimista de la administración federal cayó cuando las empresas farmacéuticas reconocieron que no podrían cumplir la demanda. El contexto internacional mostró con claridad que la vacuna es una mercancía y que la adquieren quienes poseen capital suficiente, ubicación hegemónica y estratégica en la globalidad capitalista. El regateo ha subido de tono y las posibilidades reales del cumplimiento de los contratos con México, un país periférico, siguen en el campo de las promesas.


Ahora, irónicamente, el gobierno depende de la vacuna rusa Sputnik V, la cual no estaba en el portafolio inicial y que incluso había sido desacreditada por el López-Gatell. Una conversación telefónica entre AMLO y Putin permitió el anuncio de un envío masivo a México, sin aprobación local; y el subsecretario tuvo que modificar rápidamente su discurso, es más, presionó a la Cofepris para que diera el visto bueno en tiempo récord. En un sólo un día se aprobó después de que la revista inglesa The Lancet, en la madrugada del pasado martes, publicara los resultados.


En este marco, de pasos erráticos y poses abstractas, el gobierno mexicano dio a conocer un sitio para que se registraran los llamados “adultos mayores” para su vacunación. Y el resultado fue un desastre. La página se “saturó” casi inmediatamente. No era para menos, el número de ese grupo poblacional asciende a casi 16 millones. No se planteó ninguna metodología que le diera orden al registro. Patético ridículo


Claro, como la clase política dominante es infalible, no admitió su error y López-Gatell se aventó la puntada de decir que se “saturó” porque ingresaron ¡70 mil por segundo!, o sea, en 4 minutos se podían registrar ¡16 millones! Así se las gastan éstos próceres. Y mientras, los muertos no paran.

pedropenaloza@yahoo.com

Twitter: @pedro_penaloz

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