/ martes 20 de marzo de 2018

Haciendo bien las cuentas

Por: Abraham Vergara

Desde hace algunas semanas se perfilaron los personajes que quieren ocupar la silla máxima del país, juventud, experiencia y conocimiento se ven acompañados por una comparsa que al no encontrar apoyo en un partido político suspiran desde la “independencia” a colarse de último momento y competir en lo que para muchos será una final de dos.

La maquinaria gubernamental ha iniciado su apoyo hacia el candidato oficial, no es nuevo, todos los finales del sexenio se presenta una fuerte campaña en los medios enumerando los logros de la administración, hace algunos días el Presidente comentó que no intervendría en los comicios pero que no se le pidiera cerrar la “tienda”, que todavía tenía mucho que hacer en sus últimos meses de gobierno, sin embargo, parece inequitativo que sus “spots” muestren un México en pleno desarrollo y con logros que sin ser aguafiestas no se reflejan en el bolsillo.

Hagamos bien las cuentas, viendo a México de pie y no de cabeza, la realidad durante este sexenio está marcada por reformas mal implementadas y que no favorecieron a consolidar un crecimiento,mno puedo ser mezquino, se reconoce el fenomenal crecimiento del 2% promedio, con eso se nosvende que han salido millones de la pobreza y la generación de más de 3.5 millones de empleos; seamos serios, basta con salir a la calle y observar el incremento de la informalidad y la desesperación de las familias que viven al día y que no ven en su casa las bondades de las cifras gubernamentales.

Aquí van dos factores para seguir haciendo cuentas; el primero la inflación, si las cuotas eléctricas en los hogares no han subido, la gasolina y el gas si de manera significativa, no olvidar el incremento constante en la canasta básica. El segundo, corrupción en todos sus niveles, destacando la clase política; nadie se salva, ni los actuales, ni los que vienen.

Las alianzas partidistas son irracionales, únicamente buscando el poder; la combinación de la paleta de colores de los partidos no es clara, qué o quiénes nos gobernarán, peor aún no se sabe el tamaño de los favores que tendrán aquéllos que por el “voto” lleguen a ocupar cargos públicos. Algunos tienen años luchando, ya no es claro que lo hagan para alcanzar la silla, los indecisos ya no lo ven con tan buenos ojos; otros supieron escalar y quitar del camino todo aquel que estorbaba, valiéndose del ímpetu de la juventud; y otros con gran preparación, pero sin carisma y aparentemente sin el apoyo de todo un aparato creador de votos consolidando un equipo de campaña de lo menos honesto.

El círculo del poder tomará decisiones en los meses que vienen y si su candidato no levanta, seguramente apoyarán al niño maravilla para evitar que el salvador de la patria ocupe el puesto más importante.

Haciendo bien las cuentas

Coordinador Licenciatura en Finanzas y Licenciatura en Contaduría y Gestión Empresarial de la Ibero

Por: Abraham Vergara

Desde hace algunas semanas se perfilaron los personajes que quieren ocupar la silla máxima del país, juventud, experiencia y conocimiento se ven acompañados por una comparsa que al no encontrar apoyo en un partido político suspiran desde la “independencia” a colarse de último momento y competir en lo que para muchos será una final de dos.

La maquinaria gubernamental ha iniciado su apoyo hacia el candidato oficial, no es nuevo, todos los finales del sexenio se presenta una fuerte campaña en los medios enumerando los logros de la administración, hace algunos días el Presidente comentó que no intervendría en los comicios pero que no se le pidiera cerrar la “tienda”, que todavía tenía mucho que hacer en sus últimos meses de gobierno, sin embargo, parece inequitativo que sus “spots” muestren un México en pleno desarrollo y con logros que sin ser aguafiestas no se reflejan en el bolsillo.

Hagamos bien las cuentas, viendo a México de pie y no de cabeza, la realidad durante este sexenio está marcada por reformas mal implementadas y que no favorecieron a consolidar un crecimiento,mno puedo ser mezquino, se reconoce el fenomenal crecimiento del 2% promedio, con eso se nosvende que han salido millones de la pobreza y la generación de más de 3.5 millones de empleos; seamos serios, basta con salir a la calle y observar el incremento de la informalidad y la desesperación de las familias que viven al día y que no ven en su casa las bondades de las cifras gubernamentales.

Aquí van dos factores para seguir haciendo cuentas; el primero la inflación, si las cuotas eléctricas en los hogares no han subido, la gasolina y el gas si de manera significativa, no olvidar el incremento constante en la canasta básica. El segundo, corrupción en todos sus niveles, destacando la clase política; nadie se salva, ni los actuales, ni los que vienen.

Las alianzas partidistas son irracionales, únicamente buscando el poder; la combinación de la paleta de colores de los partidos no es clara, qué o quiénes nos gobernarán, peor aún no se sabe el tamaño de los favores que tendrán aquéllos que por el “voto” lleguen a ocupar cargos públicos. Algunos tienen años luchando, ya no es claro que lo hagan para alcanzar la silla, los indecisos ya no lo ven con tan buenos ojos; otros supieron escalar y quitar del camino todo aquel que estorbaba, valiéndose del ímpetu de la juventud; y otros con gran preparación, pero sin carisma y aparentemente sin el apoyo de todo un aparato creador de votos consolidando un equipo de campaña de lo menos honesto.

El círculo del poder tomará decisiones en los meses que vienen y si su candidato no levanta, seguramente apoyarán al niño maravilla para evitar que el salvador de la patria ocupe el puesto más importante.

Haciendo bien las cuentas

Coordinador Licenciatura en Finanzas y Licenciatura en Contaduría y Gestión Empresarial de la Ibero