Hace días escuché a un amigo decir algo así: “Si volviera a nacer, no cambiaría nada: creo que es bueno seguir creando vida y, pasando las estaciones, el tiempo, recordarla”… Y, agregó: “incluso en estos días de situaciones difíciles al enfrentamos a la crisis económica y sanitaria complicada y tejido social desigual. Se trabaja en el presente en acotarlos vía los derechos sociales en tiempo y forma, representa importantes retos, pero también, son oportunidades de crecimiento a todos los niveles”. Asentí con la cabeza, coincidiendo.
Quizá usted opinaría que algunos capítulos de su historia sí los modificaría, pero seguramente coincida en la importancia de tomar los retos como oportunidades. Así “creamos vida” o, dicho de otra manera “hacemos historia” que orgullosamente recordaremos al paso del tiempo. Pensamos, en la importancia de una mayor claridad individual para vivir cada etapa de la vida. En los procesos de reinserción social son evidentes quienes tienen deseos de cambio y los refractarios.
En este sentido, el humanismo, la diversidad, inclusión, convivencia, escucharnos, acompañarnos respetando los estilos de vida, el medio ambiente, motivaciones y emociones que apoyan al proceso de cambio auténtico. Siempre caminando dentro del marco de la ley derivada del acuerdo social. Recordando las evidencias de que nunca la indiferencia a la vida es una respuesta conveniente en la construcción de un tejido social desde el bien común del bienestar.
Por cierto, uno de los grandes argumentos del crear vida, se celebra en los primeros días del mes de marzo, el Día Mundial de la Vida Silvestre que tiene como meta “Celebrar la belleza y la variedad de la flora y la fauna salvajes, así como de crear conciencia acerca de la multitud de beneficios que la conservación de estas formas de vida tiene para la humanidad”. Del tema 2021 del Día Mundial de la Vida Silvestre, “Los bosques y los medios de subsistencia: sustentar a las personas y preservar el planeta [Tierra]”. Viene a la imaginación la primavera y su representación social, asimismo en la Ciudad de México el interés y oportunidades en los huertos urbanos y periurbanos con avanzadas finalidades.
Al mismo tiempo, en días recientes el conocer que un robot explorador “Perseverance”, de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), aterrizó exitosamente en el planeta Marte y orientado a “buscar evidencias de vida pasada en el planeta”. Se revela que en el futuro, como en una novela de ciencia ficción la tecnología permitirá sea conducido por personas (se dice, que ya han nacido los tripulantes) y de la presencia humana en el llamado planeta rojo.
Se observa que “seguir creando vida” es una característica innata de la naturaleza y personas para la sobrevivencia física, entre otras áreas prioritarias en el lapso de la existencia. Sin duda, genera un proceso de reflexión y análisis del conjunto de los factores que se deberán compaginar y evaluar a nivel personal y comunitario para seguir creando la vida deseada – esperada, recordarla positivamente.
Una ruta, expertos afirman cuatro campos de oportunidades y equilibrio: psicológico (emociones); biológico (salud corpórea); social (sentido de pertenencia, desarrollo, empleo, autosuficiencia); y la espiritual. Entonces, es pertinente que abonemos a reconectarnos a nuevas modalidades cotidianas con base en directrices de las autoridades y nuestro propósito de vida. Seguir creando y recordar la existencia sana, fructífera y buen ejemplo.
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