/ domingo 19 de febrero de 2023

La moviola | Ant-Man y la Avispa: Quantumania, más que una crítica, un comentario

@lamoviola

Cada vez es un reto más grande hacer críticas de los filmes de franquicia. La tentación es caer en la locura publicitaria o de las redes que cada estreno lo califican como “el mejor”, el más entretenido de la serie, o de plano en el otro lado, la destrozan sin puntos medios o matiz.

Ha llegado pues el primer gran blockbuster del año, y por supuesto lo encabeza el poderoso binomio Marvel-Disney: Ant-Man y la Avispa: Quantumania (Peyton Reed, 2023). Pero no es el único problema, la realidad es que con aciertos y desaciertos, la mayoría de estos filmes funcionan a la perfección como si fueran una hamburguesa de comida rápida: la misma cantidad de pan, de carne, de catsup y así de plano, no repetir pulsiones, comentarios, análisis, es, por decir lo menos, complicado. Como cada una de estas películas, la nueva entrega Marvel tiene sus momentos de drama, acción humor ¿y luego?

La vorágine publicitaria puede nublar el análisis. La película de título kilométrico inicia una nueva fase, la cinco de la serie y de la que hay muchas expectativas. La entrega como ya se ha dicho, sobre todo en redes, tiene un muy buen villano que promete meter dólares en taquilla. Una correcta paleta de colores, efectos visuales impecables, gags que están metidos en el momento justo y digamos que para seguir con el ejemplo de la hamburguesa la película puede estar sabrosa, pero hasta ahí. Hay que reconocerle incluso que en estas calificaciones globales de la crítica, lo que sea que esto quiere decir, ha tenido sus buenos comentarios, no en general claro.

Lo curioso es que a nivel de industria tiene todos los elementos para hacer algo por lo menos destacado: Paul Rudd como Scott Lang, el Ant-Man de marras, Evangeline Lilly es Wasp, y para colmar el cuadro Michael Douglas es Hank Pim y Michelle Pfeiffer Janet van Dynd, hace lo que puede. Actores hechos y derechos al servicio de la pantalla verde.

La mayoría de los comentarios, se los ha llevado Kang (Jonathan Mayors), dotado de ciertos matices, como villano, pero también a un nivel de guion de franquicia. Con su rollito y vínculo para los muy clavados con las series de la plataforma y por ahí anda pululando Bill Murray.

¿De qué trata? Pues nada, que la familia Lang y Pym van a un viaje por accidente a un universo quántico y ahí se encuentran a Kang, que como buen villano Marvel y aplicando la de Tenoch, tiene sus reivindicaciones. Más menos el asunto.

Ant-Man y la Avispa: Quantumania, tiene alguna mezcla de género, pero cualquier audacia del guion es absorbida por el multiverso de encajar en una franquicia de cánones muy establecidos, en la que el público es cómplice pasivo.

Tiene sus momentos, está entretenida en general, pero cabe reflexionar que un filme que se desinfle con spoiler de redes, pierde esa magia que nos hace sentirnos como hormigas ante el fenómeno cinematográfico, que es muy diferente a comer una hamburguesa.

@lamoviola

Cada vez es un reto más grande hacer críticas de los filmes de franquicia. La tentación es caer en la locura publicitaria o de las redes que cada estreno lo califican como “el mejor”, el más entretenido de la serie, o de plano en el otro lado, la destrozan sin puntos medios o matiz.

Ha llegado pues el primer gran blockbuster del año, y por supuesto lo encabeza el poderoso binomio Marvel-Disney: Ant-Man y la Avispa: Quantumania (Peyton Reed, 2023). Pero no es el único problema, la realidad es que con aciertos y desaciertos, la mayoría de estos filmes funcionan a la perfección como si fueran una hamburguesa de comida rápida: la misma cantidad de pan, de carne, de catsup y así de plano, no repetir pulsiones, comentarios, análisis, es, por decir lo menos, complicado. Como cada una de estas películas, la nueva entrega Marvel tiene sus momentos de drama, acción humor ¿y luego?

La vorágine publicitaria puede nublar el análisis. La película de título kilométrico inicia una nueva fase, la cinco de la serie y de la que hay muchas expectativas. La entrega como ya se ha dicho, sobre todo en redes, tiene un muy buen villano que promete meter dólares en taquilla. Una correcta paleta de colores, efectos visuales impecables, gags que están metidos en el momento justo y digamos que para seguir con el ejemplo de la hamburguesa la película puede estar sabrosa, pero hasta ahí. Hay que reconocerle incluso que en estas calificaciones globales de la crítica, lo que sea que esto quiere decir, ha tenido sus buenos comentarios, no en general claro.

Lo curioso es que a nivel de industria tiene todos los elementos para hacer algo por lo menos destacado: Paul Rudd como Scott Lang, el Ant-Man de marras, Evangeline Lilly es Wasp, y para colmar el cuadro Michael Douglas es Hank Pim y Michelle Pfeiffer Janet van Dynd, hace lo que puede. Actores hechos y derechos al servicio de la pantalla verde.

La mayoría de los comentarios, se los ha llevado Kang (Jonathan Mayors), dotado de ciertos matices, como villano, pero también a un nivel de guion de franquicia. Con su rollito y vínculo para los muy clavados con las series de la plataforma y por ahí anda pululando Bill Murray.

¿De qué trata? Pues nada, que la familia Lang y Pym van a un viaje por accidente a un universo quántico y ahí se encuentran a Kang, que como buen villano Marvel y aplicando la de Tenoch, tiene sus reivindicaciones. Más menos el asunto.

Ant-Man y la Avispa: Quantumania, tiene alguna mezcla de género, pero cualquier audacia del guion es absorbida por el multiverso de encajar en una franquicia de cánones muy establecidos, en la que el público es cómplice pasivo.

Tiene sus momentos, está entretenida en general, pero cabe reflexionar que un filme que se desinfle con spoiler de redes, pierde esa magia que nos hace sentirnos como hormigas ante el fenómeno cinematográfico, que es muy diferente a comer una hamburguesa.