/ miércoles 13 de junio de 2018

La nueva relación México-Estados Unidos

Si checamos el twitter del actual Secretario de Relaciones Exteriores (SRE) de México, en enero dijo: “que la relación bilateral estaba mejor que nunca”. No olvidaremos su gran error de invitar al presidente de Estados Unidos -siendo candidato- a México y tratarlo como si ya fuera Jefe de Estado.

Ante discusiones personales con su antecesora, llegó a la Cancillería diciendo “que iba a aprender” y vaya que lo ha hecho. Error tras error y protagonismo tras protagonismo. Creyó que sería una tarea fácil siendo cercano al yerno del presidente estadounidense, pero se equivocó. La agenda política se encuentra sumamente asimétrica por el tema migratorio y con un “muro” (literal) de por medio. La agenda comercial está más acalorada que nunca por las medidas arancelarias impuestas (al acero y al aluminio) por parte de EU el pasado 1 de junio. A lo largo de cada ronda, la relación se ha llevado a través de las redes sociales, afectando las negociaciones del TLCAN, debilitando el tipo de cambio y derrumbando las bolsas de valores.

Es importante destacar que la medida comercial por parte de EU de imponer aranceles a dos productos estratégicos, responde a una investigación -cobijada por la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962 de dicho país- donde los resultados arrojaron que supuestamente había daño a la seguridad nacional en su industria acerera y de aluminio. En un principio se exentó de dichos aranceles en ambos productos a: México, Canadá y la Unión Europea. Pero recordemos que el 31 de mayo el presidente norteamericano anunció que, a partir del día siguiente, no habría más exenciones. ¿El resultado? Grandes afectaciones a las exportaciones mexicanas y canadienses de dicha industria, pero también los consumidores estadounidenses pagarán por dichos impuestos, ya que el precio final aumenta.

Ojo, debemos prepararnos para un siguiente sector vulnerable: el automotriz. Recordemos que el tema de reglas de origen en este sector ha atorado la renegociación del TLCAN bajo el argumento de EU de querer incrementar el contenido regional por el déficit comercial que ellos tienen con México. Sin embargo, el 23 de mayo dio inicio una investigación comercial -igualmente sostenida por la Sección 232- para comprobar que la industria automotriz estadounidense está “en peligro” a consecuencia de las importaciones de autos mexicanos. Hay una amenaza de imponer impuestos a los autos de un 25% y si bien es cierto que los perjudicados serían los estadounidenses porque tendrían que absorber el impuesto en su precio de compra, también lo es que no es parte del comercio justo, del libre comercio y mucho menos de una relación comercial de dos grandes socios y amigos. Pues un atractivo para captar inversión extranjera directa en nuestro país, es precisamente el que los automóviles entran con arancel cero a nuestro vecino del norte. Por lo que habría gran afectación con dicha medida.

¿Qué podría o debería hacer México? En primer lugar, lo que ya está haciendo desde inicios de este mes que fue anunciar un listado de productos importados de dicho país con aranceles. En segundo lugar, como ya lo hizo, denunciar ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) de esta situación.

¿A quién echarle la culpa? ¿A EU o a nuestra incapacidad de manejar correctamente la diplomacia con dicho vecino-socio? No nos anticipamos, nos confiamos y quienes han estado al frente de la SRE no son precisamente diplomáticos de carrera, son políticos que se dedicaban a otra cosa.

¿Qué le ha faltado a México? Gente de alto nivel que sí sea experta en el manejo de la política exterior. Así como hay un “cuatro de junto” en la negociación del acuerdo comercial trilateral, debería de haber uno igual en aspectos de diplomacia para que asesoren al titular de la Cancillería mexicana para que actúe correctamente. Ya que entre egos personales opera la diplomacia.

¿Hacia dónde iremos? Tendremos que ver quién gana las próximas elecciones presidenciales y en base a eso, habrá que analizar quién sería el sustituto que encabece la SRE y cuál sería su plan de trabajo. Pues recordemos que, del segundo debate, de los cuatro, tres están reprobados en manejo de temas de política exterior y política comercial. Sólo uno, que tiene como asesor a un gran experto en estas áreas, pudo defenderse durante el debate en dichos temas. Pero es de gran preocupación pensar e imaginar, a un candidato como presidente intentando negociar en su pobre español (ya no digo inglés porque dudo que sepa) con su homólogo estadounidense.

¡La relación bilateral México-EU está en su mayor catarsis de los últimos tiempos!

Coordinadora

Licenciatura en Administración de Negocios Internacionales

Departamento de Estudios Empresariales

Universidad Iberoamericana

Experta en asuntos internacionales

aribel.contreras@ibero.mx

twitter: @aribel007

Si checamos el twitter del actual Secretario de Relaciones Exteriores (SRE) de México, en enero dijo: “que la relación bilateral estaba mejor que nunca”. No olvidaremos su gran error de invitar al presidente de Estados Unidos -siendo candidato- a México y tratarlo como si ya fuera Jefe de Estado.

Ante discusiones personales con su antecesora, llegó a la Cancillería diciendo “que iba a aprender” y vaya que lo ha hecho. Error tras error y protagonismo tras protagonismo. Creyó que sería una tarea fácil siendo cercano al yerno del presidente estadounidense, pero se equivocó. La agenda política se encuentra sumamente asimétrica por el tema migratorio y con un “muro” (literal) de por medio. La agenda comercial está más acalorada que nunca por las medidas arancelarias impuestas (al acero y al aluminio) por parte de EU el pasado 1 de junio. A lo largo de cada ronda, la relación se ha llevado a través de las redes sociales, afectando las negociaciones del TLCAN, debilitando el tipo de cambio y derrumbando las bolsas de valores.

Es importante destacar que la medida comercial por parte de EU de imponer aranceles a dos productos estratégicos, responde a una investigación -cobijada por la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962 de dicho país- donde los resultados arrojaron que supuestamente había daño a la seguridad nacional en su industria acerera y de aluminio. En un principio se exentó de dichos aranceles en ambos productos a: México, Canadá y la Unión Europea. Pero recordemos que el 31 de mayo el presidente norteamericano anunció que, a partir del día siguiente, no habría más exenciones. ¿El resultado? Grandes afectaciones a las exportaciones mexicanas y canadienses de dicha industria, pero también los consumidores estadounidenses pagarán por dichos impuestos, ya que el precio final aumenta.

Ojo, debemos prepararnos para un siguiente sector vulnerable: el automotriz. Recordemos que el tema de reglas de origen en este sector ha atorado la renegociación del TLCAN bajo el argumento de EU de querer incrementar el contenido regional por el déficit comercial que ellos tienen con México. Sin embargo, el 23 de mayo dio inicio una investigación comercial -igualmente sostenida por la Sección 232- para comprobar que la industria automotriz estadounidense está “en peligro” a consecuencia de las importaciones de autos mexicanos. Hay una amenaza de imponer impuestos a los autos de un 25% y si bien es cierto que los perjudicados serían los estadounidenses porque tendrían que absorber el impuesto en su precio de compra, también lo es que no es parte del comercio justo, del libre comercio y mucho menos de una relación comercial de dos grandes socios y amigos. Pues un atractivo para captar inversión extranjera directa en nuestro país, es precisamente el que los automóviles entran con arancel cero a nuestro vecino del norte. Por lo que habría gran afectación con dicha medida.

¿Qué podría o debería hacer México? En primer lugar, lo que ya está haciendo desde inicios de este mes que fue anunciar un listado de productos importados de dicho país con aranceles. En segundo lugar, como ya lo hizo, denunciar ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) de esta situación.

¿A quién echarle la culpa? ¿A EU o a nuestra incapacidad de manejar correctamente la diplomacia con dicho vecino-socio? No nos anticipamos, nos confiamos y quienes han estado al frente de la SRE no son precisamente diplomáticos de carrera, son políticos que se dedicaban a otra cosa.

¿Qué le ha faltado a México? Gente de alto nivel que sí sea experta en el manejo de la política exterior. Así como hay un “cuatro de junto” en la negociación del acuerdo comercial trilateral, debería de haber uno igual en aspectos de diplomacia para que asesoren al titular de la Cancillería mexicana para que actúe correctamente. Ya que entre egos personales opera la diplomacia.

¿Hacia dónde iremos? Tendremos que ver quién gana las próximas elecciones presidenciales y en base a eso, habrá que analizar quién sería el sustituto que encabece la SRE y cuál sería su plan de trabajo. Pues recordemos que, del segundo debate, de los cuatro, tres están reprobados en manejo de temas de política exterior y política comercial. Sólo uno, que tiene como asesor a un gran experto en estas áreas, pudo defenderse durante el debate en dichos temas. Pero es de gran preocupación pensar e imaginar, a un candidato como presidente intentando negociar en su pobre español (ya no digo inglés porque dudo que sepa) con su homólogo estadounidense.

¡La relación bilateral México-EU está en su mayor catarsis de los últimos tiempos!

Coordinadora

Licenciatura en Administración de Negocios Internacionales

Departamento de Estudios Empresariales

Universidad Iberoamericana

Experta en asuntos internacionales

aribel.contreras@ibero.mx

twitter: @aribel007