/ miércoles 10 de marzo de 2021

Las mujeres y el medio ambiente

Por trillado que parezca, el 8 de marzo es un día para conmemorar el admirable papel que han jugado muchas, pero muchas mujeres en el mundo para ir alcanzando mejores condiciones de vida y de trabajo. Igual que en todos los sectores y ámbitos, el del medio ambiente o del desarrollo sostenible también cuenta con nombres y apellidos de mujeres que en un día como hoy vale la pena reconocer y agradecer.

Es invaluable lo que en el sector ambiental muchas mujeres, desde diferentes trincheras, han realizado, ya sea en su labor como biólogas, ecólogas, científicas de diferentes ramas, economistas, abogadas, políticas, internacionalistas, ingenieras, agrónomas, campesinas, activistas, artistas, defensoras de derechos humanos y simplemente mujeres que aman la naturaleza y se preocupan por su buen funcionamiento.

Vamos a recordar la historia de algunas de estas mujeres que con sus actividades de investigación, educación, divulgación, defensa y/o protesta, han contribuido a generar y fortalecer la política ambiental y su agenda. El generar conocimiento y contribuir a hacer una cada vez más fuerte conciencia ambiental, permite que haya una reflexión y un cambio de actitud hacia la forma en la que convivimos con el medio ambiente y los recursos naturales.

Hoy es un día en el que se habla de los derechos de las mujeres, y en México ya se reconoce el derecho humano a un medio ambiente sano. Pero para llegar a esto, tuvimos que pasar por muchas batallas, que si bien tuvieron su origen fuera del país, como otras tantas experiencias internacionales, éstas también lograron permearse. Voy a hacer un breve señalamiento de Mujeres que nos inspiran, Mujeres que nos llevan a obtener y crear un mejor mundo.

Inicio con un reconocimiento a Gro Harlem Brundtland, quien fue primer ministra de Noruega y en 1987 encabezó una comisión específica para desarrollar el informe de la ONU titulado Nuestro Futuro Común, en el que se utilizó por primera vez el concepto de “desarrollo sostenible”, entendiéndose este como el tipo de desarrollo que satisface las necesidades del presente, sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones. Este concepto es un avance en materia de política ambiental y hasta la fecha el informe sigue siendo un referente del desarrollo sostenible.

Jane Goodall, primatóloga desde que tenía 23 años, se fue a Kenia para estudiar y conocer el increíble mundo de los chimpancés y hoy, a sus 80 años, a través del Instituto Jane Goodall, promueve proyectos de conservación y de empoderamiento de las poblaciones locales que comparten hábitat con los simios. Esta mujer encuentra su símil en Dian Fossey, quien se hizo famosa después de la película Gorilas en la Niebla, película que se inspiró en la historia y los estudios del comportamiento de los gorilas en la montaña y desmitificó la idea de que los gorilas tienen un comportamiento violento. Lamentablemente fue asesinada y, se cree. por los mismos cazadores furtivos; esta era una de sus batallas principales: terminar con la caza clandestina de gorilas, en particular, pero también de la vida silvestre en general.

Rachel Carson sentó las bases del ecologismo y ayudó con su labor de divulgación a crear conciencia sobre las consecuencias de la acción humana en el medio ambiente, específicamente, con el abuso en la utilización del DDT como herbicida indispensable en los campos agrícolas. Con su libro La Primavera Silenciosa, puso al alcance de todo el mundo el conocimiento sobre las afectaciones en la salud humana debidas al consumo de productos agrícolas que contienen DDT, cuyo efecto secundario es el desarrollo de cáncer.

Saltando de continente, en África, tenemos a Wangari Maathai, activista keniana que fue quien promovió el Movimiento Cinturón Verde, proyecto que pone a las mujeres en el centro de la acción para liderar acciones de protección ambiental; a través de este movimiento, ha logrado siembras colectivas de millones de árboles en Kenia e ir atacando así el terrible problema de la deforestación. En 2004, fue ganadora del Premio Nobel de la Paz y desde entonces la conocemos como la “Mujer árbol”.

En India, Vandana Shiva , doctora en física cuántica, creó el concepto de “ecofeminismo” e impulsó la agricultura sostenible o ecológica, así como campañas en contra de los transgénicos, lo que la ha llevado a recibir amenazas de algunas empresas que se encargan de modificar genéticamente algunos organismos. Ella también promueve la protección de la biodiversidad de cultivos.

En nuestro país tenemos admirables mujeres como Julia Carabias, bióloga de profesión y que fue la primera mujer en ocupar el cargo de secretaria de la entonces Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca. Entre muchos otros logros, incorporó en la OCDE, en el marco del combate al cambio climático, la figura de “emisiones de gases de efecto invernadero per cápita”, revolucionando la discusión y las responsabilidades nacionales. A lo largo de estos años ha recibido diversos premios nacionales e internacinales y en 2012 participó en el Grupo de Alto Nivel de la ONU para preparar la Cumbre Río + 20. A nivel nacional, en 2017, recibió la medalla Belisario Domínguez por la conservación que ha impulsado en la Selva Lacandona en la Reserva de la Biósfera Montes Azules; por su extraordinaria trayectoria es ahora integrante de El Colegio Nacional.

Alicia Bárcena, bióloga y diplomática mexicana, es desde el 1 de julio de 2008, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, organismo de Naciones Unidas, en cuyo marco ha revolucionado el análisis del modelo del organismo internacional y entre otras cosas invita a consolidar las dimensiones económicas, sociales y ambientales del desarrollo sostenible, una nueva lógica de políticas ambientales y económicas inclusivas, con reconocimiento de género. Y en los últimos años ha destacado el papel que tiene la región en el cumplimiento de las metas de la Agenda 2030.

Este brevísimo pero importante listado es un reconocimientoa estas y a muchas otras mujeres que están en el día a día trabajando para consolidar mejores políticas y prácticas ambientales.

Las mujeres hacemos alianza con la madre Naturaleza, porque juntas vamos a poder garantizar una mejor calidad de vida para todos los que hoy estamos aquí y para las generaciones venideras.

En horabuena por todas las Mujeres y la madre Naturaleza.

Por trillado que parezca, el 8 de marzo es un día para conmemorar el admirable papel que han jugado muchas, pero muchas mujeres en el mundo para ir alcanzando mejores condiciones de vida y de trabajo. Igual que en todos los sectores y ámbitos, el del medio ambiente o del desarrollo sostenible también cuenta con nombres y apellidos de mujeres que en un día como hoy vale la pena reconocer y agradecer.

Es invaluable lo que en el sector ambiental muchas mujeres, desde diferentes trincheras, han realizado, ya sea en su labor como biólogas, ecólogas, científicas de diferentes ramas, economistas, abogadas, políticas, internacionalistas, ingenieras, agrónomas, campesinas, activistas, artistas, defensoras de derechos humanos y simplemente mujeres que aman la naturaleza y se preocupan por su buen funcionamiento.

Vamos a recordar la historia de algunas de estas mujeres que con sus actividades de investigación, educación, divulgación, defensa y/o protesta, han contribuido a generar y fortalecer la política ambiental y su agenda. El generar conocimiento y contribuir a hacer una cada vez más fuerte conciencia ambiental, permite que haya una reflexión y un cambio de actitud hacia la forma en la que convivimos con el medio ambiente y los recursos naturales.

Hoy es un día en el que se habla de los derechos de las mujeres, y en México ya se reconoce el derecho humano a un medio ambiente sano. Pero para llegar a esto, tuvimos que pasar por muchas batallas, que si bien tuvieron su origen fuera del país, como otras tantas experiencias internacionales, éstas también lograron permearse. Voy a hacer un breve señalamiento de Mujeres que nos inspiran, Mujeres que nos llevan a obtener y crear un mejor mundo.

Inicio con un reconocimiento a Gro Harlem Brundtland, quien fue primer ministra de Noruega y en 1987 encabezó una comisión específica para desarrollar el informe de la ONU titulado Nuestro Futuro Común, en el que se utilizó por primera vez el concepto de “desarrollo sostenible”, entendiéndose este como el tipo de desarrollo que satisface las necesidades del presente, sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones. Este concepto es un avance en materia de política ambiental y hasta la fecha el informe sigue siendo un referente del desarrollo sostenible.

Jane Goodall, primatóloga desde que tenía 23 años, se fue a Kenia para estudiar y conocer el increíble mundo de los chimpancés y hoy, a sus 80 años, a través del Instituto Jane Goodall, promueve proyectos de conservación y de empoderamiento de las poblaciones locales que comparten hábitat con los simios. Esta mujer encuentra su símil en Dian Fossey, quien se hizo famosa después de la película Gorilas en la Niebla, película que se inspiró en la historia y los estudios del comportamiento de los gorilas en la montaña y desmitificó la idea de que los gorilas tienen un comportamiento violento. Lamentablemente fue asesinada y, se cree. por los mismos cazadores furtivos; esta era una de sus batallas principales: terminar con la caza clandestina de gorilas, en particular, pero también de la vida silvestre en general.

Rachel Carson sentó las bases del ecologismo y ayudó con su labor de divulgación a crear conciencia sobre las consecuencias de la acción humana en el medio ambiente, específicamente, con el abuso en la utilización del DDT como herbicida indispensable en los campos agrícolas. Con su libro La Primavera Silenciosa, puso al alcance de todo el mundo el conocimiento sobre las afectaciones en la salud humana debidas al consumo de productos agrícolas que contienen DDT, cuyo efecto secundario es el desarrollo de cáncer.

Saltando de continente, en África, tenemos a Wangari Maathai, activista keniana que fue quien promovió el Movimiento Cinturón Verde, proyecto que pone a las mujeres en el centro de la acción para liderar acciones de protección ambiental; a través de este movimiento, ha logrado siembras colectivas de millones de árboles en Kenia e ir atacando así el terrible problema de la deforestación. En 2004, fue ganadora del Premio Nobel de la Paz y desde entonces la conocemos como la “Mujer árbol”.

En India, Vandana Shiva , doctora en física cuántica, creó el concepto de “ecofeminismo” e impulsó la agricultura sostenible o ecológica, así como campañas en contra de los transgénicos, lo que la ha llevado a recibir amenazas de algunas empresas que se encargan de modificar genéticamente algunos organismos. Ella también promueve la protección de la biodiversidad de cultivos.

En nuestro país tenemos admirables mujeres como Julia Carabias, bióloga de profesión y que fue la primera mujer en ocupar el cargo de secretaria de la entonces Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca. Entre muchos otros logros, incorporó en la OCDE, en el marco del combate al cambio climático, la figura de “emisiones de gases de efecto invernadero per cápita”, revolucionando la discusión y las responsabilidades nacionales. A lo largo de estos años ha recibido diversos premios nacionales e internacinales y en 2012 participó en el Grupo de Alto Nivel de la ONU para preparar la Cumbre Río + 20. A nivel nacional, en 2017, recibió la medalla Belisario Domínguez por la conservación que ha impulsado en la Selva Lacandona en la Reserva de la Biósfera Montes Azules; por su extraordinaria trayectoria es ahora integrante de El Colegio Nacional.

Alicia Bárcena, bióloga y diplomática mexicana, es desde el 1 de julio de 2008, la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, organismo de Naciones Unidas, en cuyo marco ha revolucionado el análisis del modelo del organismo internacional y entre otras cosas invita a consolidar las dimensiones económicas, sociales y ambientales del desarrollo sostenible, una nueva lógica de políticas ambientales y económicas inclusivas, con reconocimiento de género. Y en los últimos años ha destacado el papel que tiene la región en el cumplimiento de las metas de la Agenda 2030.

Este brevísimo pero importante listado es un reconocimientoa estas y a muchas otras mujeres que están en el día a día trabajando para consolidar mejores políticas y prácticas ambientales.

Las mujeres hacemos alianza con la madre Naturaleza, porque juntas vamos a poder garantizar una mejor calidad de vida para todos los que hoy estamos aquí y para las generaciones venideras.

En horabuena por todas las Mujeres y la madre Naturaleza.