/ lunes 23 de octubre de 2017

Las y los ciudadanos opinan

Muchas personas piensan que la elección del año entrante tiene que ser un parteaguas hacia otra cosa, ese es el reto fundado en la aspiración legítima de que México debe tener otro tipo de gobierno distinto a lo que hoy impera.  Si fracasa esta aspiración de cambio, seguirán persistiendo las decisiones que ya conocemos y sobrevivimos. Pero hay que alertarnos, porque no se exagera cuando se señala que el País no aguanta más.

Hay que señalar que tan pernicioso es la continuidad del actual régimen, como el que se funda en el populismo que critica todo pero que no se compromete en lo concreto con el cambio, es igualmente demagogo; ambos son similares: todo gira alrededor de un hombre.

Cuando el PRI perdió la elección en el año 2000 se pensó que esta derrota llevaría a su transformación, que dejaría de ser el instrumento electoral del estilo personal de gobernar del presidente en turno.  Sin embargo cuando regresa a Los Pinos en 2012 constatamos que no cambió, siguen siendo disciplinados a los designios de su Presidente; se disciplinan para llevar adelante lo que ordene su Presidente.

La oposición integrada por el PAN, PRD y MC sabe que las exigencias de un cambio no se pueden posponer; lo escucha todos los días de parte de su militancia, pero también retumba en sus oídos las críticas de quienes son apartidistas. Con toda la autoridad la ciudadania sin partido le reclaman a los partidos políticos cumplan con el objeto de su creación señalado en el artículo 41 constitucional.

Los graves problemas de violencia e inseguridad, corrupción e impunidad, y de pobreza y discriminación deben ser atendidos sin cortapisas; estos pendientes estamos obligados a resolverlos en función del interés superior de la gente que exige bienestar; de manera que la oposición debe ponerse de acuerdo para asumir las exigencias de las sociedades multiculturales de la Nación y esa ruta la plantea la propia Constitución: el gobierno de transición.

Pero no hay que pecar de ingenuidad: se observarán en los próximos días los obstáculos que el actual poder pondrá para evitar se concrete el cambio.

Por eso tiene una gran relevancia que en esta coyuntura se escuche a la ciudadanía. Escuchar y aguantar las críticas, sobre lo que piensan de los partidos, de los gobiernos que resultan de los partidos, de quien preside la Presidencia de la República y por supuesto de quienes están a un lado, adelante o detrás, del poder.

El pasado jueves 19, se organizó el foro “Los ciudadanos opinan”. En el preámbulo del foro Enrique Krauze recordó la obra de Cosío Villegas refiriendo que “el poder absoluto corrompe…” frase emblemática de John Acton acorde al problema estructural más grave que corroe a las instituciones del Estado hiriéndolas profundamente y llevándolas al colapso de la ineficiencia y el desastre de manera sensible.

La corrupción es el cáncer que afecta al Estado; es urgente extirparlo para lograr que el Estado recupere la salud y las instituciones que están establecidas en nuestro marco constitucional, sean dirigidas para que funcionen, se rindan cuentas, sean evaluadas y eventualmente sean removidas las personas que no cumplan con su responsabilidad. 

Ese es el reto inmediato del Frente Ciudadano por México: escuchar realmente la opinión de las y los ciudadanos vertidas en este foro, por el bien de la Nación.

Senadora por el PRD.

Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos.

@angelicadelap

Muchas personas piensan que la elección del año entrante tiene que ser un parteaguas hacia otra cosa, ese es el reto fundado en la aspiración legítima de que México debe tener otro tipo de gobierno distinto a lo que hoy impera.  Si fracasa esta aspiración de cambio, seguirán persistiendo las decisiones que ya conocemos y sobrevivimos. Pero hay que alertarnos, porque no se exagera cuando se señala que el País no aguanta más.

Hay que señalar que tan pernicioso es la continuidad del actual régimen, como el que se funda en el populismo que critica todo pero que no se compromete en lo concreto con el cambio, es igualmente demagogo; ambos son similares: todo gira alrededor de un hombre.

Cuando el PRI perdió la elección en el año 2000 se pensó que esta derrota llevaría a su transformación, que dejaría de ser el instrumento electoral del estilo personal de gobernar del presidente en turno.  Sin embargo cuando regresa a Los Pinos en 2012 constatamos que no cambió, siguen siendo disciplinados a los designios de su Presidente; se disciplinan para llevar adelante lo que ordene su Presidente.

La oposición integrada por el PAN, PRD y MC sabe que las exigencias de un cambio no se pueden posponer; lo escucha todos los días de parte de su militancia, pero también retumba en sus oídos las críticas de quienes son apartidistas. Con toda la autoridad la ciudadania sin partido le reclaman a los partidos políticos cumplan con el objeto de su creación señalado en el artículo 41 constitucional.

Los graves problemas de violencia e inseguridad, corrupción e impunidad, y de pobreza y discriminación deben ser atendidos sin cortapisas; estos pendientes estamos obligados a resolverlos en función del interés superior de la gente que exige bienestar; de manera que la oposición debe ponerse de acuerdo para asumir las exigencias de las sociedades multiculturales de la Nación y esa ruta la plantea la propia Constitución: el gobierno de transición.

Pero no hay que pecar de ingenuidad: se observarán en los próximos días los obstáculos que el actual poder pondrá para evitar se concrete el cambio.

Por eso tiene una gran relevancia que en esta coyuntura se escuche a la ciudadanía. Escuchar y aguantar las críticas, sobre lo que piensan de los partidos, de los gobiernos que resultan de los partidos, de quien preside la Presidencia de la República y por supuesto de quienes están a un lado, adelante o detrás, del poder.

El pasado jueves 19, se organizó el foro “Los ciudadanos opinan”. En el preámbulo del foro Enrique Krauze recordó la obra de Cosío Villegas refiriendo que “el poder absoluto corrompe…” frase emblemática de John Acton acorde al problema estructural más grave que corroe a las instituciones del Estado hiriéndolas profundamente y llevándolas al colapso de la ineficiencia y el desastre de manera sensible.

La corrupción es el cáncer que afecta al Estado; es urgente extirparlo para lograr que el Estado recupere la salud y las instituciones que están establecidas en nuestro marco constitucional, sean dirigidas para que funcionen, se rindan cuentas, sean evaluadas y eventualmente sean removidas las personas que no cumplan con su responsabilidad. 

Ese es el reto inmediato del Frente Ciudadano por México: escuchar realmente la opinión de las y los ciudadanos vertidas en este foro, por el bien de la Nación.

Senadora por el PRD.

Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos.

@angelicadelap