/ lunes 29 de enero de 2018

Mariguana e inseguridad

El Secretario de Turismo Enrique de la Madrid se despeinó el pelo. Opina que con el uso legal de la mariguana en los centros turísticos de Baja California Sur y de Quintana Roo, se combatiría la inseguridad que les afecta.

El tema recuerda la iniciativa de Peña Nieto que planteaba que nadie en posesión de 28 gramos de mariguana podría ser criminalizado; coincidente con las iniciativas que presentamos algunos legisladores del PRD y del PAN con alcances más amplios, uso lúdico e investigación científica medicinal para aprovechar los insumos activos de la cannabis, así como la  revisión judicial de quienes hoy están privados de su libertad por poseer más de lo permitido.

El Congreso convocó a expertos, científicos y analistas a discutir los pros y contras del uso, abuso y adicción de la mariguana.  Muchos prejuicios se echaron por la borda respecto a la mota; entre otros que es más adictiva que el tabaco o el alcohol; la realidad nos muestra que no es así, incluso no hay comparación con los costos en salud pública y en vidas que derivan del tabaquismo o el alcoholismo.

Coincidimos en que el consumo de la mariguana, al igual que el cigarro o el alcohol, es necesario prevenirse en personas menores de edad por las consecuencias negativas en el desarrollo propio de su edad. En esta discusión destacó la libre determinación que puede tomar una persona adulta como se estableció en el amparo de la SCJN en esta materia.

La discusión legislativa concluyó con la aprobación del uso hasta el 1% del tetrahidrocannabinol -sustancia psicoactiva de la cannabis -para investigación y uso medicinal en suplementos indispensables para atender las enfermedades epilépticas, entre otras, de miles de niñas y niños; una petición de padres y madres como los de la niña Grace, quienes seguro hoy tienen una perspectiva de vida distinta. Hasta ahí se quedó la reforma legal.

Saludo el regreso del debate sobre la legalización de la mariguana. En lo que se equivoca Enrique de la Madrid es en su aseveración de que legalizándola en estos dos estados, disminuirán sus niveles de inseguridad.

Nuevamente observamos a los priistas analizando la inseguridad desde un enfoque equivocado como lo hicieron con su Ley de Seguridad Interior. La inseguridad no se resuelve legalizando el uso lúdico de la mota ni en Baja California Sur ni en Quintana Roo, ni en todo el País; lo que se logra es ya no enviar a prisión a quienes la consumen de vez en cuando o a quienes tienen un problema de adicción, que requeriría ser tratado como lo que es: un adicto enfermo problemático, como a los viciosos del tabaco o del  alcohol, u otras drogas.

La inseguridad pública se resuelve replanteando el análisis sobre las causas que la provocan; ciertamente la guerra contra los narcos usando todo el aparato incluida las fuerzas armadas emprendida por Calderón y continuada por Peña fue un error porque les crecieron otros delitos horrorosos.

De la Madrid ha puesto a debate otro asunto: el de la inseguridad. Preocupa que no todos en el Gabinete tengan la misma opinión, seguramente porque se parte de análisis distintos. Eso explica el desastre en política anticriminal este sexenio; del por qué el PRI en el Senado vota por reformas constitucionales en materia de mando mixto, y en la Cámara de Diputados son los priistas quienes las desechan. Y ahí están las consecuencias.

Senadora del PRD. Presidenta de la comisión de Derechos Humanos.

@angelicadelap

El Secretario de Turismo Enrique de la Madrid se despeinó el pelo. Opina que con el uso legal de la mariguana en los centros turísticos de Baja California Sur y de Quintana Roo, se combatiría la inseguridad que les afecta.

El tema recuerda la iniciativa de Peña Nieto que planteaba que nadie en posesión de 28 gramos de mariguana podría ser criminalizado; coincidente con las iniciativas que presentamos algunos legisladores del PRD y del PAN con alcances más amplios, uso lúdico e investigación científica medicinal para aprovechar los insumos activos de la cannabis, así como la  revisión judicial de quienes hoy están privados de su libertad por poseer más de lo permitido.

El Congreso convocó a expertos, científicos y analistas a discutir los pros y contras del uso, abuso y adicción de la mariguana.  Muchos prejuicios se echaron por la borda respecto a la mota; entre otros que es más adictiva que el tabaco o el alcohol; la realidad nos muestra que no es así, incluso no hay comparación con los costos en salud pública y en vidas que derivan del tabaquismo o el alcoholismo.

Coincidimos en que el consumo de la mariguana, al igual que el cigarro o el alcohol, es necesario prevenirse en personas menores de edad por las consecuencias negativas en el desarrollo propio de su edad. En esta discusión destacó la libre determinación que puede tomar una persona adulta como se estableció en el amparo de la SCJN en esta materia.

La discusión legislativa concluyó con la aprobación del uso hasta el 1% del tetrahidrocannabinol -sustancia psicoactiva de la cannabis -para investigación y uso medicinal en suplementos indispensables para atender las enfermedades epilépticas, entre otras, de miles de niñas y niños; una petición de padres y madres como los de la niña Grace, quienes seguro hoy tienen una perspectiva de vida distinta. Hasta ahí se quedó la reforma legal.

Saludo el regreso del debate sobre la legalización de la mariguana. En lo que se equivoca Enrique de la Madrid es en su aseveración de que legalizándola en estos dos estados, disminuirán sus niveles de inseguridad.

Nuevamente observamos a los priistas analizando la inseguridad desde un enfoque equivocado como lo hicieron con su Ley de Seguridad Interior. La inseguridad no se resuelve legalizando el uso lúdico de la mota ni en Baja California Sur ni en Quintana Roo, ni en todo el País; lo que se logra es ya no enviar a prisión a quienes la consumen de vez en cuando o a quienes tienen un problema de adicción, que requeriría ser tratado como lo que es: un adicto enfermo problemático, como a los viciosos del tabaco o del  alcohol, u otras drogas.

La inseguridad pública se resuelve replanteando el análisis sobre las causas que la provocan; ciertamente la guerra contra los narcos usando todo el aparato incluida las fuerzas armadas emprendida por Calderón y continuada por Peña fue un error porque les crecieron otros delitos horrorosos.

De la Madrid ha puesto a debate otro asunto: el de la inseguridad. Preocupa que no todos en el Gabinete tengan la misma opinión, seguramente porque se parte de análisis distintos. Eso explica el desastre en política anticriminal este sexenio; del por qué el PRI en el Senado vota por reformas constitucionales en materia de mando mixto, y en la Cámara de Diputados son los priistas quienes las desechan. Y ahí están las consecuencias.

Senadora del PRD. Presidenta de la comisión de Derechos Humanos.

@angelicadelap