/ lunes 15 de mayo de 2023

Pulso CdMx | Proyecto de país diverso e incluyente

“Minorías”, “grupos vulnerables”, “poblaciones en situación de vulnerabilidad” o más recientemente en la Constitución de la Ciudad de México “grupos de atención prioritaria”: así suelen referirse las mayorías que nos gobiernan o nos representan por la vía de las urnas a los grupos poblacionales históricamente marginados, excluidos, violentados o discriminados por el sistema patriarcal hegemónico. Aun así, las personas indígenas, afromexicanas, con discapacidad, de la diversidad sexual y de género o en situación de calle (para citar algunas) siguen excluidas de la toma de decisión. El Estado mexicano no solamente sigue en deuda, sino que sigue violentándolas por acción directa o por omisión. No existe una estrategia de inclusión medible, de atención prioritaria pública a pesar de algunas conquistas en materia de reconocimiento de derechos en algunos ínfimos casos, y que se quedan en la letra.

En esta semana del 17 de mayo o en junio veremos a partidos y dependencias (cuando bien nos va) organizar eventos y fotos para supuestamente reafirmar su respaldo a las poblaciones de la diversidad sexual y de género. Pero ¿cuáles son sus propuestas por un proyecto de país incluyente y con atención prioritaria para las poblaciones de la diversidad sexual y de género? Las organizaciones de la sociedad civil, colectivas y activistas insisten desde hace varios años en ello y han logrado elaborar agendas de propuestas y ganar batallas como en el caso de la Constitución de la Ciudad de México.

Las organizaciones son fundamentales para la democracia rumbo a la paz, rumbo a la inclusión en la diversidad. Son quienes responden ante el desabasto de medicinas, ante la falta de prevención o de educación en materia sexual o de derechos. Son las que contabilizan y buscan a nuestras personas desaparecidas o asesinadas por odio. Son las que exigen memoria, derechos, libertades e igualdad. El INEGI estima que al menos el 5% de la población mexicana es parte de las poblaciones de la diversidad sexual y de género. Pero aún no se reconoce el derecho básico a la orientación sexual, a la expresión o identidad de género de manera homologada en todo el país, y eso a pesar de las resoluciones de la Suprema Corte.

En Mexicolectivo, una plataforma digital ciudadana y apartidista de participación social (www.mexicolectivo.com), existe un apartado específico sobre las poblaciones de la diversidad sexual y de género. Encontrarán problemáticas y propuestas de soluciones en materia de reconocimiento de derechos, certeza jurídica, acceso a la salud, educación, memoria histórica, seguridad y justicia o cultura. Lejos de ser exhaustivas, la intención es que la ciudadanía participe rumbo a la sistematización de esas propuestas para ser incluidas en un proyecto de país que se presentará públicamente ante la sociedad, ante todas las fuerzas políticas del país, y de los estados de la República.

Todas las personas formamos o formaremos parte de algún grupo poblacional minoritario pero el sistema sigue excluyente. Incluso varios partidos intentan limitar los derechos a la participación político electoral ganada. Urge sumar y en colectivo volvernos mayorías por un México diverso de iguales.

“Minorías”, “grupos vulnerables”, “poblaciones en situación de vulnerabilidad” o más recientemente en la Constitución de la Ciudad de México “grupos de atención prioritaria”: así suelen referirse las mayorías que nos gobiernan o nos representan por la vía de las urnas a los grupos poblacionales históricamente marginados, excluidos, violentados o discriminados por el sistema patriarcal hegemónico. Aun así, las personas indígenas, afromexicanas, con discapacidad, de la diversidad sexual y de género o en situación de calle (para citar algunas) siguen excluidas de la toma de decisión. El Estado mexicano no solamente sigue en deuda, sino que sigue violentándolas por acción directa o por omisión. No existe una estrategia de inclusión medible, de atención prioritaria pública a pesar de algunas conquistas en materia de reconocimiento de derechos en algunos ínfimos casos, y que se quedan en la letra.

En esta semana del 17 de mayo o en junio veremos a partidos y dependencias (cuando bien nos va) organizar eventos y fotos para supuestamente reafirmar su respaldo a las poblaciones de la diversidad sexual y de género. Pero ¿cuáles son sus propuestas por un proyecto de país incluyente y con atención prioritaria para las poblaciones de la diversidad sexual y de género? Las organizaciones de la sociedad civil, colectivas y activistas insisten desde hace varios años en ello y han logrado elaborar agendas de propuestas y ganar batallas como en el caso de la Constitución de la Ciudad de México.

Las organizaciones son fundamentales para la democracia rumbo a la paz, rumbo a la inclusión en la diversidad. Son quienes responden ante el desabasto de medicinas, ante la falta de prevención o de educación en materia sexual o de derechos. Son las que contabilizan y buscan a nuestras personas desaparecidas o asesinadas por odio. Son las que exigen memoria, derechos, libertades e igualdad. El INEGI estima que al menos el 5% de la población mexicana es parte de las poblaciones de la diversidad sexual y de género. Pero aún no se reconoce el derecho básico a la orientación sexual, a la expresión o identidad de género de manera homologada en todo el país, y eso a pesar de las resoluciones de la Suprema Corte.

En Mexicolectivo, una plataforma digital ciudadana y apartidista de participación social (www.mexicolectivo.com), existe un apartado específico sobre las poblaciones de la diversidad sexual y de género. Encontrarán problemáticas y propuestas de soluciones en materia de reconocimiento de derechos, certeza jurídica, acceso a la salud, educación, memoria histórica, seguridad y justicia o cultura. Lejos de ser exhaustivas, la intención es que la ciudadanía participe rumbo a la sistematización de esas propuestas para ser incluidas en un proyecto de país que se presentará públicamente ante la sociedad, ante todas las fuerzas políticas del país, y de los estados de la República.

Todas las personas formamos o formaremos parte de algún grupo poblacional minoritario pero el sistema sigue excluyente. Incluso varios partidos intentan limitar los derechos a la participación político electoral ganada. Urge sumar y en colectivo volvernos mayorías por un México diverso de iguales.