/ lunes 14 de diciembre de 2020

Tercera llamada I

El tercer año de gobierno del presidente López Obrador implica el desafío de propiciar el crecimiento sostenido y vigoroso que se requiere para iniciar la reconstrucción socioeconómica del país.

La crisis del 2020 ha causado la desaparición de un millón de empresas y un aumento de la pobreza laboral, cambios estructurales que México debe enfrentar. Lamentablemente, el cierre de empresas limita la capacidad de elevar inversión productiva de México.

¿Cómo se podrán enfrentar el mundo PostCovid-19, el T-MEC, la conformación de la nueva plataforma asiática de manufactura y el saldo social de los últimos 40 años sin una industria sólida?

El tercer año de gobierno debe revertir la tendencia negativa de la economía. Para hacerlo se debe existir un Diálogo Nacional en favor del desarrollo, un ejercicio que contemple 10 aspectos estratégicos: cinco consideraciones objetivas sobre el entorno que se vive y cinco propuestas para el desarrollo.

Las cinco consideraciones objetivas permiten dimensionar la magnitud del desafío, las propuestas representan una alternativa para solventarlo.

La primera consideración implica la reconstrucción del sector industrial. El debilitamiento de la industria nacional es estructural. Entre el 2001 y el 2020 el promedio de crecimiento de la industria fue de únicamente 0.2%.

La causa fue el error histórico fue subordinar la evolución de la industria mexicana a la lógica del comercio internacional. Sin desarrollo industrial no se puede construir un Estado de Bienestar sostenible.

La segunda implica revertir la quiebra de empresas. La crisis del 2020 causó un daño estructural al que México debe hacer frente. Durante la pandemia desapareció más de un millón de empresas y se crearon 600 mil (esencialmente micronegocios informales que causan precarización laboral y social).

En términos netos hay menos unidades productivas que son más pequeñas y precarias: hay restricciones para generar empleo formal y aumentar los niveles de inversión.

El tercero es el aumento de la pobreza laboral. En el tercer trimestre del año llegó al 44.5% de la población ocupada: se abrió la puerta al incremento en la pobreza total del país. Fue el resultado del cierre de empresas.

Frenar la caída estructural de la inversión representa el cuarto aspecto. La inversión se encuentra en niveles similares a los del 2005. Ningún país puede crecer y generar bienestar sin un incremento sostenido de la inversión productiva.

La inversión total promedia 21% del PIB, cifra insuficiente acelerar el crecimiento de México. La inversión extranjera directa es 3% del PIB y la del sector público 2.5%. La inversión privada nacional suma casi el 15% del PIB.

México debe duplicar los montos de inversión pública y crear el entorno de confianza para aumentar la inversión privada en 5% como proporción del PIB. Sin ello no será posible construir un Estado de Bienestar.

El quinto punto por tomar en cuenta es el proteccionismo, la competencia desleal, la especulación existente respecto a la cotización del dólar y de los precios de las materias primas.


Antes del Covid-19 el mundo se encontraba inmerso en un proceso que marcaba el fin de la luna de miel del libre comercio. Las estrategias de Trump, el Brexit, el ascenso de la ultraderecha en Europa se combinaron con la política de visión nacionalista del Este de Asia para mostrar que los procesos de apertura económica iniciados hace 40 años han cambiado de dirección.

La pregunta natural es: ante esta nueva realidad ¿Cuál será la estrategia de México?

El tercer año de gobierno del presidente López Obrador implica el desafío de propiciar el crecimiento sostenido y vigoroso que se requiere para iniciar la reconstrucción socioeconómica del país.

La crisis del 2020 ha causado la desaparición de un millón de empresas y un aumento de la pobreza laboral, cambios estructurales que México debe enfrentar. Lamentablemente, el cierre de empresas limita la capacidad de elevar inversión productiva de México.

¿Cómo se podrán enfrentar el mundo PostCovid-19, el T-MEC, la conformación de la nueva plataforma asiática de manufactura y el saldo social de los últimos 40 años sin una industria sólida?

El tercer año de gobierno debe revertir la tendencia negativa de la economía. Para hacerlo se debe existir un Diálogo Nacional en favor del desarrollo, un ejercicio que contemple 10 aspectos estratégicos: cinco consideraciones objetivas sobre el entorno que se vive y cinco propuestas para el desarrollo.

Las cinco consideraciones objetivas permiten dimensionar la magnitud del desafío, las propuestas representan una alternativa para solventarlo.

La primera consideración implica la reconstrucción del sector industrial. El debilitamiento de la industria nacional es estructural. Entre el 2001 y el 2020 el promedio de crecimiento de la industria fue de únicamente 0.2%.

La causa fue el error histórico fue subordinar la evolución de la industria mexicana a la lógica del comercio internacional. Sin desarrollo industrial no se puede construir un Estado de Bienestar sostenible.

La segunda implica revertir la quiebra de empresas. La crisis del 2020 causó un daño estructural al que México debe hacer frente. Durante la pandemia desapareció más de un millón de empresas y se crearon 600 mil (esencialmente micronegocios informales que causan precarización laboral y social).

En términos netos hay menos unidades productivas que son más pequeñas y precarias: hay restricciones para generar empleo formal y aumentar los niveles de inversión.

El tercero es el aumento de la pobreza laboral. En el tercer trimestre del año llegó al 44.5% de la población ocupada: se abrió la puerta al incremento en la pobreza total del país. Fue el resultado del cierre de empresas.

Frenar la caída estructural de la inversión representa el cuarto aspecto. La inversión se encuentra en niveles similares a los del 2005. Ningún país puede crecer y generar bienestar sin un incremento sostenido de la inversión productiva.

La inversión total promedia 21% del PIB, cifra insuficiente acelerar el crecimiento de México. La inversión extranjera directa es 3% del PIB y la del sector público 2.5%. La inversión privada nacional suma casi el 15% del PIB.

México debe duplicar los montos de inversión pública y crear el entorno de confianza para aumentar la inversión privada en 5% como proporción del PIB. Sin ello no será posible construir un Estado de Bienestar.

El quinto punto por tomar en cuenta es el proteccionismo, la competencia desleal, la especulación existente respecto a la cotización del dólar y de los precios de las materias primas.


Antes del Covid-19 el mundo se encontraba inmerso en un proceso que marcaba el fin de la luna de miel del libre comercio. Las estrategias de Trump, el Brexit, el ascenso de la ultraderecha en Europa se combinaron con la política de visión nacionalista del Este de Asia para mostrar que los procesos de apertura económica iniciados hace 40 años han cambiado de dirección.

La pregunta natural es: ante esta nueva realidad ¿Cuál será la estrategia de México?