En Danse mutante, narran la destrucción con performance

En México se estrena hoy la pieza Danse mutante proyecto de la canadiense Mélanie Demers

Carmen Sánchez | El Sol de México

  · jueves 12 de marzo de 2020

Cuatro coreógrafas en una sola pieza, provocan distintas transformaciones en los dos ejecutantes, quienes en escena, despejan interrogantes sobre la solidaridad, entre otros temas. Se trata de Danse mutante proyecto de la canadiense Mélanie Demers, que se estrena hoy en México.

"La multiplicidad de visiones y la acumulación de estas hacen que el discurso se haga más complejo. Es interesante y cómo cada coreógrafa tiene un punto de vista muy diferente sobre el hecho de mutar", expresó Demers acerca de este proyecto de creación itinerante que se presentará del 12 al 14 de marzo en el Museo Universitario del Chopo.

Foto Ulises Bravo | El Sol de México

Contó con la colaboración de tres coreógrafas de distintos continentes: Ann Liv Young (Nueva York, Estados Unidos), Kettly Noel (Bámako, Mali) Ann Van den Broek (Rotterdam, Holanda), lo cual dio como resultado cuatro versiones del montaje distintas.

Las piezas, derivadas de una serie de procesos creativos, son interpretadas por dos únicos bailarines: Francis Ducharme y Riley Sims, quienes han trabajado bajo la dirección de las cuatro coreógrafas siguiendo algunos parámetros en común, como por ejemplo, el tiempo de creación y la duración de cada una de las piezas.

Ducharme explicó que tanto él como Sims tuvieron un periodo de tres semanas para trabajar con cada una de las coreógrafas y al final tenían una pieza de 30 minutos. Ann Liv desarrolló una idea conceptual. Noel "estaba más interesada en las dinámicas de poder, de dominación, estaba más involucrada en esa búsqueda y en el abuso sexual".

Para los intérpretes, quienes cuentan con una carrera dentro de la danza y la actuación, resulta una responsabilidad cargar todo lo implícito que genera una mutación, para llevarla a la otra. En cuanto a si existe en Danse mutante otros elementos como escenografía Demers mencionó al respecto que el espectador se enfrentará a algo inédito y "cada transformación estéticamente es muy visible. Se distingue una de la otra, hay un cambio en la iluminación y del espacio y cada coreografía tiene un cambio muy notable", expresó. El espectáculo dura más de dos horas con intermedio.

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