Pese al plan de austeridad que ha implementado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador dentro de la Administración Pública Federal, el gasto que se destinó a los salarios, remuneraciones, honorarios y otras prestaciones que reciben los trabajadores al servicio del Estado, se mantuvo por arriba del dinero que se ejerció para la creación de infraestructura y obras públicas como escuelas, hospitales y carreteras.
Al cierre del 2022, el gobierno gastó un total de 1.42 billones de pesos; mientras que el gasto en inversión física fue de 9234 mil 744 millones de pesos, es decir, una diferencia de 486 mil millones de pesos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
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Si bien el gasto en la burocracia reportó una reducción de 2.6 por ciento, respecto de 2021, absorbió el 19 por ciento del gasto neto del sector público, el cual ascendió a 7.56 billones de pesos, según el reporte de finanzas y deuda pública de 2022.
Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda comentó a El Sol de México que el gasto que se registra en el capítulo 1000 de Servicios Personales, es decir, parte de la operación de la burocracia, se debió al incremento del personal relacionado a la provisión de servicios públicos en sectores como salud y de seguridad pública.
“El plan de austeridad está enfocado a la reducción de la estructura de la burocracia como subsecretarios y directores generales, pero se han formalizado ciertas nóminas que tienen que ver con servicios de salud en los que se han incorporado nuevos médicos y también se está expandiendo la fuerza de protección a través de la Guardia Nacional”, dijo en entrevista.
En la medida en que se construyan más hospitales o se amplíe la protección, se contratarán más doctores o doctoras, así como enfermeros o enfermeras; y la misma situación se observará en el caso de la seguridad pública.
Al desglosar el gasto de 1.41 billones de pesos de Servicios Personales, el 68 por ciento se concentró en Desarrollo Social, en el que se registran los sectores de salud, vivienda, educación, protección social y ambiental.
Sin fuga de talentos
Sobre si las dependencias como la Secretaría de Hacienda o las comisiones que supervisan el sistema financiero han visto afectadas sus operaciones por la reducción de personal en áreas técnicas o especializadas, Yorio descartó que se haya vivido una “fuga de talentos”.
De hecho, comentó que en la misma dependencia en la que trabaja se ha contratado personal con mayor experiencia a la que tenían otros funcionarios públicos.
“No coincido en que exista una fuga de talentos, más bien hubo una rotación de los funcionarios. Hemos logrado reclutar funcionarios que tienen la misma experiencia o inclusive mayor, no solo en las comisiones sino también en Hacienda. Tenemos muy buenos funcionarios”.
Específicamente en el caso de las comisiones que supervisan el sistema financiero como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), indicó que se está tratando de mudar a un modelo en el que se tenga una regulación proporcional, “no a todos se les supervisará de la misma manera y al mismo tiempo, hay posibilidades de simplificar algunos procesos a través de medios tecnológicos. Tenemos muchos procesos manuales y en la medida en que podamos sistematizarlos no necesariamente se requiere una gran cantidad de trabajadores físicos, es una parte natural de la digitalización y sistematización”.
Inversión llega 3.3% del PIB
Aunque el gasto en inversión apenas representó el 12 por ciento del gasto neto total del 2022, presentó un crecimiento del 25.2 por ciento, respecto del 2021.
Se trata del crecimiento más alto desde 2009, año en que se vivió la crisis financiera global y cuando la inversión pública reportó un avance del 39.5 por ciento, según los datos de Hacienda.
De los 934 mil 744 millones de pesos que se ejercieron en inversión pública, el 40 por ciento se concentró en el sector energético; mientras que en salud fue el tres por ciento y en comunicaciones y transportes representó el cinco por ciento.
El subsecretario de Hacienda destacó que entre el 20 y 25 por ciento del gasto en inversión realizada en 2022 se enfocó en los proyectos insignia del gobierno como la Refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco y el Tren Maya.
“La mayor parte (de la inversión) está focalizada en el mantenimiento, expansión o construcción de nuevos aeropuertos como el de Tulum; además, se están expandiendo otros puertos en la República, y también en plantas coquizadoras, de salinización y de licuefacción y las inversiones del Istmo”.
Yorio mencionó que se están realizando inversiones en infraestructura de aduanas no solo en sistemas, sino también se están expandiendo los accesos en el Norte, donde actualmente se generan cuellos de botellas por el flujo comercial.
El funcionario destacó que en un inicio se tenía contemplado gastar en inversión pública el 3.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), pero al final se observó 3.3 por ciento, con lo que se rompió la tendencia descendente que se registró en años anteriores de inversión pública.
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Para Yorio los proyectos insignia del gobierno alcanzarán un punto de maduración en 2023 y los efectos permanentes se empezarán a ver hasta 2024 en adelante, por lo que, no necesariamente tendrán un impacto significativo en el PIB de este año, el cual Hacienda prevé que crezca en promedio 3 por ciento.
“En donde se está viendo un impacto es en las actividades asociadas a estos proyectos como la construcción. El Istmo y la refinería generan empleo y demanda de insumos. Pero la operación de cada uno generará efectos permanentes en el sureste del país ya que entren en funciones”, concluyó.
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