El tema de la importación de maíz amarillo ya alcanzó los más altos niveles. Ahora lo que queremos es que se solucione y que se clarifique el decreto presidencial, porque involucra varios elementos: glifosato y en general de sustancias; de vetos biotecnológicos y habla del maíz.
Esto se vuelve muy complejo incluso a la hora de la negociación. “Se necesita claridad y una propuesta sencilla”, demandó la presidenta de la Cámara Nacional de Maíz Industrializado (Canami), Marcela Martínez Pichardo.
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Advirtió que sí se cierran las fronteras a las importaciones de cualquier parte del mundo, porque el decreto presidencial no señala de qué origen, pero nuestra principal fuente de abasto son los EU, repercutirá en la base de la alimentación.
Y entonces, los precios se van a encarecer y lo que más va reflejarse es en el precio de la tortilla. Y de nada nos sirve que hoy somos autosuficientes en maíz blanco, dijo a El Sol de México.
Le pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador: que tenga visible que los 3.5 millones de toneladas de maíz amarillo que la industria importa tiene efecto multiplicador en 60 sectores industriales “ que hoy abastecemos”.
En México, el maíz amarillo se trasforma en alrededor de mil ingredientes que benefician a más de 60 industrias, afirmó la maestra Marcela Martínez Pichardo en entrevista.
Y desde la perspectiva de la alimentación dependen del maíz amarillo la producción de huevo, aceite, pan, leche, alimentos para bebés así como el consumo para animales de granja y de compañía además de 200 derivados alimenticios.
De prohibirse la utilización de maíz amarillo, del que se tiene un déficit de 18 millones de toneladas, se afectaría un portafolio de mil 500 productos . En los anaqueles de los supermercados hay 30 mil productos que utilizan derivados del maíz como materia prima.
Y que van desde la alimentación con este grano del ganado vacuno, porcino, aves y mascotas.
Así como productos farmacéuticos, alimenticios, de cuidado personal esto es desde pasta de dientes hasta crema, shampoo, jabones.
Y productos industriales como material de empaque, textiles, adhesivos, entre muchos otros.
En cuanto a la producción, México es autosuficiente en producción de maíz blanco con poco más de 24 millones de toneladas, que se utiliza para consumo de tortilla y todos los derivados.
Y solo se producen 3 millones de toneladas de maíz amarillo.
De acuerdo a la presidenta de la CANAMI existe un déficit de más de 18 millones de toneladas del “oro amarillo”, que se importan para completar los 45 millones de toneladas que se consumen en el país.
De acuerdo al estudio de la Coalición Ad Hoc de Grupos de Alimentación y Agricultura en México y Estados Unidos, el impacto del decreto presidencial de no permitir las importaciones de maíz amarillo, significaría una caída del PIB en 11 mil 720 millones de dólares en 10 años y la producción económica se reduciría en 19 mil 300 millones de dólares.
Además, habría una pérdida anual de 56 mil 958 puestos de trabajo, lo que reduciría los ingresos laborales en 2 mil 900 millones de dólares.
Y en el primer año de la prohibición, el precio del maíz no transgénico aumentaría 48%. Y México pagaría 571 millones de dólares adicionales por el maíz importado.
Se pronunció porque el Jefe del Ejecutivo aclare su decreto porque marca tres aspectos: uno del glifosato en general de sustancias químicas; habla de vetos biotecnológicos y habla de maíz.
Al involucrar tantos aspectos, en un solo decreto, se vuelve complejo a la hora de la negociación.
