Bad Bunny estuvo durante este fin de semana en la CDMX, miles de fans hicieron su sueño realidad al verlo y corear sus canciones en el Estadio Azteca al ritmo del perreo; si bien dedicó una emotiva despedida a sus fans en México, el cantante no emitió ningún mensaje a quienes se quedaron con su ticket en la mano y con el deseo de verlo.
El “Conejo Malo” publicó en su cuenta de Twitter, a primera hora de este domingo, su agradecimiento a México por darle una gran experiencia de vida en su gira World's Hottest Tour.
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“¡Wow, qué noche! ¡Gracias México! ¡Gracias América por la mejor experiencia de mi vida! ¡Los amo con mi vida! ¡Me llevo esta gira en el corazón para siempre! ¡Que viva América Latina! ¡Que viva la música en español! Att. Benito, ¡De Puerto Rico pal´ mundo entero!”, escribió Bad Bunny.
Pero lo que el reguetonero no mencionó, fue algo sobre el caos que su público sufrió a las afueras del Azteca, en donde cientos de personas que habían comprado un boleto de Ticketmaster para ver su show, no tuvieron acceso al evento y la única explicación que obtuvieron era que su entrada había sido clonada.
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No importaron las horas de espera, el tiempo perdido acampando o haciendo filas de pie por horas, los outfits elaborados y los disfraces de corazones; los que tuvieron la mala suerte de no poder entrar a ninguno de los dos días de concierto de Bad Bunny, sólo les quedó limpiarse las lágrimas y soltar la frustración para denunciar en la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) la situación.
Desde el viernes, cuando el primer concierto de Bad Bunny había comenzado y la parte central del escenario lucía semivacía, se sabía que los problemas para Ticketmaster llegarían. La Profeco recibió mil 600 denuncias en menos de doce horas por las malas prácticas de la empresa.
A pesar de que las dos fechas del World's Hottest Tour fueron anunciadas como sold out, el Estadio Azteca nunca pudo lucir como se esperaba, ya que de los 100 mil espectadores que se calculaban por cada día de concierto, sólo hubieron alrededor de 85 mil personas en cada fecha.
Ticketmaster tendrá que responder qué fue lo que pasó en sus procesos de venta, en las verificaciones de las entradas y por qué hubo sobreventa de boletos, como insinuó la Profeco. La boletera publicó que colaboraría con la procuraduría para clarificar los hechos y atender a los consumidores afectados.
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El mal sabor de boca para los fans no podrá ser recompensado del todo, aunque se estima que se repondrá el costo del boleto más el 20 por ciento como indemnización, para quienes hicieron su compra en la plataforma y no tuvieron acceso al evento.
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