En un escenario decorado con flores de cempasúchil, y una pequeña ofrenda dedicada al productor Paul Cohen (quién falleció en diciembre de 2022), Lila Downs ofreció un show dedicado a los santos difuntos en el Auditorio Nacional, donde reunió a diez mil personas.
La oaxaqueña arribo cubierta con una capa elaborada de un material que parecía ser paja, y ante una ovación, se descubrió y comenzó su show con "Clandestino" y "Conjuro".
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"Mi México. Tierra sagrada de mi corazón. Gracias por acompañarnos está noche, en el altar que pusimos para mí pareja del alma, Paul", dijo la cantante, mientras se preparaba para entonar "Fuiste feliz".
Del lado derecho del escenario se encontraba una ofrenda, que tenía a Paul como protagonista. El altar se conformaba por un arco de flores de cempasúchil naranjas, cráneos y calaveras de papel mache, y unos platos con pan de muerto.
Sus bailarines le aproximaron una mesita, decorada con un mantel multicolor, dónde yacian unas botellas y piezas de utilería para el show.
El repertorio siguió con "La curación" y "Toda la noche". "Es un honor estar aquí frente a ustedes cantándole a nuestros santos difuntos esta noche. También nos vamos a los barrios, a cantarles, que fuiste feliz", dijo la artista.
El ambiente pasó de la nostalgia a la alegría, cuando sonó "Mandimbo", y Lila comenzó a bailar, rodeada de seis bailarines que se movían al ritmo de la música.
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El cantante Isaac Montijo amenizó con dos canciones, mientras Lila hacia un cambio de vestuario. El ánimo fue tal, que incluso hubo parejas que se pararon a bailar.
Rápidamente, los 15 músicos que acompañaban a la intérprete regresaron, para que su espectáculo continuara con "Vas de salida", "Tórtolita" y "Ni maíz". Vestida con un colorido atuendo rosa mexicano, Amandititita se unió para entonar "Solita, solita".
Entre el público se podía sentir también el sentimiento de Día de muertos, pues algunas personas acudieron caracterizadas. Había desde adornos sencillos como coronas de flores, hasta personas que acudieron maquilladas de catrinas.
Tras continuar con "Dos corazones" y "El último trago", llegó al escenario Sara Curruchich para acompañarla en "Cumbia del mole". Sin embargo, su actuación se vio afectada por el volumen bajo de su micrófono, lo cual provocó que su voz se viera opacada por el sonido de los instrumentos.
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Lila volvió a rendir homenaje a los difuntos con un pequeño acto en el que tomó unas flores y derramó un chorro de mezcal en el piso, para después tomar un sorbo ella misma, y proseguir su repertorio con "Mezcalito".
Tras una pausa, la cantante volvió para cerrar su concierto con "La cruz de olvido", "Viene la muerte", "La llorona" y "Son del chile". La velada llegó a su fin en una explosión de baile, color y luces, al ritmo de "Cariñito", tema en el que incluso sus tres invitados regresaron para bailar con ella.
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