/ jueves 30 de junio de 2022

67 años de lucha femenina por sus derechos

Por Blanca Lilia Ibarra Cadena

Comisionada presidenta del INAI


Participar en las decisiones que se refieren a los asuntos que a todas y todos los ciudadanos nos competen, ha sido una constante petición de las mujeres. El próximo domingo 3 de julio se conmemoran 67 años desde que por primera vez las mujeres ejercieron su derecho al voto en las elecciones federales de 1955.

Cabe recordar que fue el 17 de octubre de 1953 cuando se reconoció y concedió a las mujeres mexicanas el derecho a ejercer el voto y también el derecho a ser votada para ostentar algún cargo de elección popular en México, pero fue dos años después cuando se llevó a cabo el ejercicio de este derecho.

Laureana Wright, fue una mexicana impulsora de la igualdad entre mujeres y hombres durante la Revolución. Buscando hacer escuchar su voz y la de otras mexicanas, creó una revista llamada Violetas del Anáhuac, su objetivo fue motivar a otras mujeres a participar en la vida pública de nuestro país.

Pese a la importancia que tenía el ejercicio del voto de las mujeres, en aquel 3 de julio de 1955 se elegía a diputados federales para la 43 Legislatura; la verdadera democratización tardó muchos años más en llegar, ya que sería hasta 1979 cuando nuestro país tuviera a la primera gobernadora en Colima, Griselda Álvarez.

Sin embargo, como resultado de esa jornada electoral de 1955, cuatro nombres se sumaron a la lista de las mujeres diputadas: Margarita García Flores, Marcelina Galindo Arce, Guadalupe Urzúa Flores y Remedios Ezeta Uribe.

La reforma de 1953 para que las mujeres gozaran de una ciudadanía plena no fue una concesión, sino el resultado de una ardua lucha. El voto de las mujeres mexicanas significó el reconocimiento a la igualdad en la participación política y, a partir de entonces, ha continuado la lucha de las mujeres por su derecho a participar en la toma de decisiones del país.

Para 2021, de conformidad con cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, de los países que la integran, México es el segundo con el mayor porcentaje de representación de mujeres en su parlamento, con el 48.2 por ciento.

No obstante, sigue habiendo grandes retos en la materia. Durante el proceso electoral de 2021 en México, el más grande en la historia reciente de México por el número de cargos a elegir, ha sido también el más violento contra las mujeres.

Según datos de la Observatoria Todas MX, en la que participan más de 150 organizaciones feministas y defensoras de derechos humanos, de 35 asesinatos cometidos durante el proceso electoral, 21 fueron de mujeres. El caso más sonado fue el de Alma Rosa Barragán, candidata de Movimiento Ciudadano (MC) a la alcaldía de Moroleón, Guanajuato, asesinada el 25 de mayo de 2021 durante un acto de campaña.

A los asesinatos de mujeres candidatas a algún cargo de elección popular se suman otras expresiones de violencia de género, como lenguaje sexista, insultos, minimización o exclusión, discriminación, amenazas y violencia física, ejercidos, en su mayoría, por medios de comunicación, candidatos, partidos y hasta ciudadanos y ciudadanas mediante plataformas digitales o redes sociales.

Consolidar la democracia en México ha costado un largo camino y arduo trabajo de mexicanas y mexicanos. Sin duda, aún hay retos en la materia, pero es algo muy valioso que se debe defender, defender la voz para participar y poder decidir sobre quienes toman las decisiones en nuestra colonia, nuestra alcaldía, nuestro municipio, nuestra entidad o en nuestro país.

Por Blanca Lilia Ibarra Cadena

Comisionada presidenta del INAI


Participar en las decisiones que se refieren a los asuntos que a todas y todos los ciudadanos nos competen, ha sido una constante petición de las mujeres. El próximo domingo 3 de julio se conmemoran 67 años desde que por primera vez las mujeres ejercieron su derecho al voto en las elecciones federales de 1955.

Cabe recordar que fue el 17 de octubre de 1953 cuando se reconoció y concedió a las mujeres mexicanas el derecho a ejercer el voto y también el derecho a ser votada para ostentar algún cargo de elección popular en México, pero fue dos años después cuando se llevó a cabo el ejercicio de este derecho.

Laureana Wright, fue una mexicana impulsora de la igualdad entre mujeres y hombres durante la Revolución. Buscando hacer escuchar su voz y la de otras mexicanas, creó una revista llamada Violetas del Anáhuac, su objetivo fue motivar a otras mujeres a participar en la vida pública de nuestro país.

Pese a la importancia que tenía el ejercicio del voto de las mujeres, en aquel 3 de julio de 1955 se elegía a diputados federales para la 43 Legislatura; la verdadera democratización tardó muchos años más en llegar, ya que sería hasta 1979 cuando nuestro país tuviera a la primera gobernadora en Colima, Griselda Álvarez.

Sin embargo, como resultado de esa jornada electoral de 1955, cuatro nombres se sumaron a la lista de las mujeres diputadas: Margarita García Flores, Marcelina Galindo Arce, Guadalupe Urzúa Flores y Remedios Ezeta Uribe.

La reforma de 1953 para que las mujeres gozaran de una ciudadanía plena no fue una concesión, sino el resultado de una ardua lucha. El voto de las mujeres mexicanas significó el reconocimiento a la igualdad en la participación política y, a partir de entonces, ha continuado la lucha de las mujeres por su derecho a participar en la toma de decisiones del país.

Para 2021, de conformidad con cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, de los países que la integran, México es el segundo con el mayor porcentaje de representación de mujeres en su parlamento, con el 48.2 por ciento.

No obstante, sigue habiendo grandes retos en la materia. Durante el proceso electoral de 2021 en México, el más grande en la historia reciente de México por el número de cargos a elegir, ha sido también el más violento contra las mujeres.

Según datos de la Observatoria Todas MX, en la que participan más de 150 organizaciones feministas y defensoras de derechos humanos, de 35 asesinatos cometidos durante el proceso electoral, 21 fueron de mujeres. El caso más sonado fue el de Alma Rosa Barragán, candidata de Movimiento Ciudadano (MC) a la alcaldía de Moroleón, Guanajuato, asesinada el 25 de mayo de 2021 durante un acto de campaña.

A los asesinatos de mujeres candidatas a algún cargo de elección popular se suman otras expresiones de violencia de género, como lenguaje sexista, insultos, minimización o exclusión, discriminación, amenazas y violencia física, ejercidos, en su mayoría, por medios de comunicación, candidatos, partidos y hasta ciudadanos y ciudadanas mediante plataformas digitales o redes sociales.

Consolidar la democracia en México ha costado un largo camino y arduo trabajo de mexicanas y mexicanos. Sin duda, aún hay retos en la materia, pero es algo muy valioso que se debe defender, defender la voz para participar y poder decidir sobre quienes toman las decisiones en nuestra colonia, nuestra alcaldía, nuestro municipio, nuestra entidad o en nuestro país.