En México hay muchos jugadores que tienen calidad y que sueñan con jugar en el futbol europeo, sin embargo, al no tener conocimiento y experiencia de haber jugado algunos partidos, su futuro queda en manos de directivos ambiciosos que elevan sus precios de manera excesiva en lugar de cederlos a préstamo con opción a compra, como lo viví yo
Recientemente, Carlos Mouriño, presidente del Celta de Vigo, concedió una entrevista en la que declaró que al futbolista mexicano le da miedo salir al futbol de Europa, además de que es conformista.
Sin embargo, lo anterior no puede estar más alejado de la realidad que se vive en nuestro futbol, ya que uno de los principales propósitos del futbolista mexicano es jugar allá.
No se trata de miedo, el problema yace en la ambición por parte de algunos directivos, que en lugar de ceder a sus jugadores con opción a compra, pretenden obtener cantidades exorbitantes a cambio del traspaso.
Si acaso, existe el miedo a lo desconocido por el hecho de nunca haber estado en Europa, pero no por jugar ahí. Lo mismo pasa a la inversa, ya que allá no conocen el futbol mexicano, y eso es culpa de nuestros directivos, que no han sabido promoverlo en el resto del mundo.
Lo anterior provoca que el jugador mexicano tenga que aceptar la mejor oferta económica, sin que ello represente ser la mejor opción para su desarrollo en Europa, como les sucedió a Pablo Barrera y Efraín Juárez, dos campeones del mundo con la Selección Sub-17, y que posteriormente tuvieron que regresar.
Sin duda, el futbol mexicano es de los mejores pagados, pero tampoco podemos generalizar, sobre todo después de lo visto con la desaparición de la Liga de Ascenso, cuando cientos de futbolistas profesionales se quedaron sin trabajo de la noche a la mañana, y sin que los directivos si quiera los tomaran en cuenta.
Tampoco estoy de acuerdo en que al jugador mexicano le da miedo probar suerte en el Viejo Continente, pues incluso está dispuesto a todo con tal de cumplir su sueño, dejando de lado, como ya mencione, la mejor opción deportiva para dar preferencia a la mejor oferta económica para su club de origen, como le ocurrió a Diego Lainez, quien en este momento bien podría estar creciendo con el Ajax de Holanda, en lugar de asimilar la frustración de ser banca en el Real Betis, pese a ser el tercer fichaje más caro en la historia del club, a cambio de los 14 millones de euros que se le pagaron al América.
Cabe destacar que no es el jugador mexicano el que decide la cantidad en la que se fijará su traspaso. Incluso hay ocasiones en las que ni siquiera es considerado para elegir su destino.
Y mientras lo anterior prevalezca en nuestro futbol, los jugadores sudamericanos seguirán siendo mejor opción para los clubes europeos, principalmente en Brasil y Argentina, donde sus directivos son, desde hace muchos años, expertos en la exportación de sus futbolistas.
¡Que te lo digo yo!