/ martes 28 de mayo de 2019

Ajo y Agua | ¿Habrá efecto ‘Tatiano’?

Una vez terminada la Liga Mexicana, la atención va dirigida ahora a nuestra Selección Nacional que se está preparando para llegar en las mejores condiciones posibles, bajo el efecto “Tatiano”, a la próxima cita, que es la Copa Oro. El arranque del técnico argentino no ha sido sencillo, porque está conociendo día tras día cómo está establecido el sistema de explotación en que se tiene al futbolista mexicano, tanto en los campeonatos nacionales como en la misma Selección Nacional.

Es un sistema parecido al que se obliga en todo el país, por las informaciones y conocimientos que tengo, mediante el cual se busca sacar ventaja cuando los socios son frágiles o débiles. Me refiero a la explotación profesional tanto dentro de la cancha como fuera de ella.

Nuestro futbol debería establecerse entre ambas partes, es decir, los futbolistas con la Federación y la Liga, un reglamento que debe ser respetado por las partes involucradas, ya que FIFA es nuestra referencia y con las recomendaciones que de ella emanan, debemos ser disciplinados y adaptarnos a sus limitaciones. No puede ser que en México, después de tantos años, se pueda hablar abiertamente del “Pacto de Caballeros”, llamado así de mala manera, porque “Caballeros” no es la palabra correcta, ya que explotar, utilizar y abusar de los futbolistas es una falta de respeto absoluto. Aquí no hay caballerosidad en ningún sentido.

Han pasado muchos años y el camino simplemente no se ha podido, o no se ha querido rectificar, y ahora lo que debe hacerse, por el bien de todos, es establecer un sistema que sería un compromiso, ya que en el futbol dependemos de la FIFA y tenemos que ser respetuosos con las leyes locales, pero eso no impide que haya una Asociación de Futbolistas autónoma, y que no dependa en absoluto de la Federación Mexicana de Futbol, como utilizar instalaciones de esta misma, entre muchas otras cosas. Todo se tendría que establecer de manera muy clara y negociar abierta y libremente para que los acuerdos a que se lleguen permitan que las dos partes estén contentas.

En este momento, y dadas las circunstancias de explotación, es evidente que una de las partes no está contenta, en este caso los futbolistas, ya que no les ilusiona acudir a los llamados de la Selección Nacional, porque se dan cuenta que en los países que son grandes potencias en este lindo deporte se manejan de manera diferente. Inglaterra y España, por ejemplo, deben ser nuestras referencias para poder tener una liga y una organización sería, responsable, profesional e igualmente autónoma. Con autonomía me refiero a que los dueños del futbol deben ser los equipos de Primera División, de Segunda División, la Liga Femenil y, lo más importante, los futbolistas. Todos deben ser socios y llegar a un acuerdo generalizado en cuanto a los ingresos que se reciben en todas las áreas (transmisión de los partidos de Liga por televisión, transmisión de los juegos de Selección Nacional, todos los sponsors, etc.).

Se entiende que la liga debe ser autónoma y que la Federación debe ser autónoma, cosas que no se han demostrado todavía.

Los futbolistas son los más importantes de ese negocio y deben darse ya su lugar para ser tomados en cuenta en este gran negocio que es el futbol, ya que el negocio es para todos, no para unos cuantos que piensan que los futbolistas, con el sueldo que ganan en sus equipos, es suficiente. Y no es así. Los futbolistas tienen que llegar a un acuerdo y negociar los ingresos que la Liga y la Federación perciban en cuanto a lo que a los jugadores corresponde, en cuanto a imagen y en lo referente a los sponsors, ya que explotan la imagen de los jugadores y nadie pone un alto a esta situación.

Por información que tengo, en España los recursos generados por cuestiones publicitarias se reparten al 50% entre jugadores y federación, y con la liga hay explotación de imagen publicitaria con algunos patrocinadores, promocionando la liga y también se divide en 50%, porque la imagen fuera de los equipos es propia.

Estoy seguro que el “Tata” Martino, después de ir conociendo cómo está estructurado el futbol mexicano en cuanto a la Selección Nacional se refiere, se está dando cuenta de las razones por las que los jugadores no quieren acudir a las convocatorias, y obviamente él no tiene la culpa, ya que cuando estuvo en las selecciones de Argentina y Paraguay se manejan de manera totalmente diferente, así que una vez más digo que los que debemos estar en le Selección Mexicana debemos ser mexicanos, porque conocemos y sabemos cómo se manejan las cosas en este país, y en muchos de los casos hay que cuidarnos de todas las trampas que existen.

COSTOSO ERROR EN LA FINAL

Los Tigres, los nuevos campeones, y la justicia deportiva salió ganando. Sin intervenciones del VAR, algo que me pareció muy raro, porque si el VAR está establecido ya en el futbol mexicano, resultó algo confuso que no se implementara en esta gran final. Pero Tigres es merecedor, ya que en las liguillas se juega de manera diferente al torneo regular, cosa que no hizo el León, ya que ese equipo fue el que mejor jugó y el que más puntos sacó, y en la Liguilla, que es otro torneo, el que mejor manejó las circunstancias y las situaciones fue Tigres.

Tanto táctica como estratégica e individualmente, los Tigres mostraron mejor preparación, ya que manejaron toda la Liguilla, y sobre todo la final, con experiencia, madurez e inteligencia. Un factor trascendental para que el León no saliese victorioso fue la mala decisión que tuvieron tanto Nacho Ambriz, su director técnico, como el presidente Jesús Martínez Jr., y como José Juan Macías de irse a jugar el Mundial Sub-20 en una fecha que no era FIFA, ya que la cotización que querían darle a este jugador para hacer negocios, no funcionó. Primero tiene que verse lo deportivo, por lo que en ese sentido primero está el equipo, luego los intereses personales, y esa decisión perjudicó al equipo, ya que por experiencia digo que si Macías hubiera permanecido hasta la final con León, la imagen de conjunto y la armonía de juego que tenía el equipo sería diferente.

Cuando el “Tuca” se enteró que Macías no iba a estar en la final, se sintió campeón, ya que esa ausencia automáticamente le daba la ventaja a Tigres por 1-0. Y así fue la historia.

¡Que te lo digo yo!

Una vez terminada la Liga Mexicana, la atención va dirigida ahora a nuestra Selección Nacional que se está preparando para llegar en las mejores condiciones posibles, bajo el efecto “Tatiano”, a la próxima cita, que es la Copa Oro. El arranque del técnico argentino no ha sido sencillo, porque está conociendo día tras día cómo está establecido el sistema de explotación en que se tiene al futbolista mexicano, tanto en los campeonatos nacionales como en la misma Selección Nacional.

Es un sistema parecido al que se obliga en todo el país, por las informaciones y conocimientos que tengo, mediante el cual se busca sacar ventaja cuando los socios son frágiles o débiles. Me refiero a la explotación profesional tanto dentro de la cancha como fuera de ella.

Nuestro futbol debería establecerse entre ambas partes, es decir, los futbolistas con la Federación y la Liga, un reglamento que debe ser respetado por las partes involucradas, ya que FIFA es nuestra referencia y con las recomendaciones que de ella emanan, debemos ser disciplinados y adaptarnos a sus limitaciones. No puede ser que en México, después de tantos años, se pueda hablar abiertamente del “Pacto de Caballeros”, llamado así de mala manera, porque “Caballeros” no es la palabra correcta, ya que explotar, utilizar y abusar de los futbolistas es una falta de respeto absoluto. Aquí no hay caballerosidad en ningún sentido.

Han pasado muchos años y el camino simplemente no se ha podido, o no se ha querido rectificar, y ahora lo que debe hacerse, por el bien de todos, es establecer un sistema que sería un compromiso, ya que en el futbol dependemos de la FIFA y tenemos que ser respetuosos con las leyes locales, pero eso no impide que haya una Asociación de Futbolistas autónoma, y que no dependa en absoluto de la Federación Mexicana de Futbol, como utilizar instalaciones de esta misma, entre muchas otras cosas. Todo se tendría que establecer de manera muy clara y negociar abierta y libremente para que los acuerdos a que se lleguen permitan que las dos partes estén contentas.

En este momento, y dadas las circunstancias de explotación, es evidente que una de las partes no está contenta, en este caso los futbolistas, ya que no les ilusiona acudir a los llamados de la Selección Nacional, porque se dan cuenta que en los países que son grandes potencias en este lindo deporte se manejan de manera diferente. Inglaterra y España, por ejemplo, deben ser nuestras referencias para poder tener una liga y una organización sería, responsable, profesional e igualmente autónoma. Con autonomía me refiero a que los dueños del futbol deben ser los equipos de Primera División, de Segunda División, la Liga Femenil y, lo más importante, los futbolistas. Todos deben ser socios y llegar a un acuerdo generalizado en cuanto a los ingresos que se reciben en todas las áreas (transmisión de los partidos de Liga por televisión, transmisión de los juegos de Selección Nacional, todos los sponsors, etc.).

Se entiende que la liga debe ser autónoma y que la Federación debe ser autónoma, cosas que no se han demostrado todavía.

Los futbolistas son los más importantes de ese negocio y deben darse ya su lugar para ser tomados en cuenta en este gran negocio que es el futbol, ya que el negocio es para todos, no para unos cuantos que piensan que los futbolistas, con el sueldo que ganan en sus equipos, es suficiente. Y no es así. Los futbolistas tienen que llegar a un acuerdo y negociar los ingresos que la Liga y la Federación perciban en cuanto a lo que a los jugadores corresponde, en cuanto a imagen y en lo referente a los sponsors, ya que explotan la imagen de los jugadores y nadie pone un alto a esta situación.

Por información que tengo, en España los recursos generados por cuestiones publicitarias se reparten al 50% entre jugadores y federación, y con la liga hay explotación de imagen publicitaria con algunos patrocinadores, promocionando la liga y también se divide en 50%, porque la imagen fuera de los equipos es propia.

Estoy seguro que el “Tata” Martino, después de ir conociendo cómo está estructurado el futbol mexicano en cuanto a la Selección Nacional se refiere, se está dando cuenta de las razones por las que los jugadores no quieren acudir a las convocatorias, y obviamente él no tiene la culpa, ya que cuando estuvo en las selecciones de Argentina y Paraguay se manejan de manera totalmente diferente, así que una vez más digo que los que debemos estar en le Selección Mexicana debemos ser mexicanos, porque conocemos y sabemos cómo se manejan las cosas en este país, y en muchos de los casos hay que cuidarnos de todas las trampas que existen.

COSTOSO ERROR EN LA FINAL

Los Tigres, los nuevos campeones, y la justicia deportiva salió ganando. Sin intervenciones del VAR, algo que me pareció muy raro, porque si el VAR está establecido ya en el futbol mexicano, resultó algo confuso que no se implementara en esta gran final. Pero Tigres es merecedor, ya que en las liguillas se juega de manera diferente al torneo regular, cosa que no hizo el León, ya que ese equipo fue el que mejor jugó y el que más puntos sacó, y en la Liguilla, que es otro torneo, el que mejor manejó las circunstancias y las situaciones fue Tigres.

Tanto táctica como estratégica e individualmente, los Tigres mostraron mejor preparación, ya que manejaron toda la Liguilla, y sobre todo la final, con experiencia, madurez e inteligencia. Un factor trascendental para que el León no saliese victorioso fue la mala decisión que tuvieron tanto Nacho Ambriz, su director técnico, como el presidente Jesús Martínez Jr., y como José Juan Macías de irse a jugar el Mundial Sub-20 en una fecha que no era FIFA, ya que la cotización que querían darle a este jugador para hacer negocios, no funcionó. Primero tiene que verse lo deportivo, por lo que en ese sentido primero está el equipo, luego los intereses personales, y esa decisión perjudicó al equipo, ya que por experiencia digo que si Macías hubiera permanecido hasta la final con León, la imagen de conjunto y la armonía de juego que tenía el equipo sería diferente.

Cuando el “Tuca” se enteró que Macías no iba a estar en la final, se sintió campeón, ya que esa ausencia automáticamente le daba la ventaja a Tigres por 1-0. Y así fue la historia.

¡Que te lo digo yo!