/ martes 11 de junio de 2019

Anáhuac Global | Recordemos, somos filtros

El 16 de mayo fue una fecha importante para los habitantes de la Ciudad de México. En medio de partículas contaminantes conocidas y otras no tanto, se declaró Contingencia Ambiental Atmosférica Extraordinaria. Actividades y movilidad fueron restringidos al igual que clases y exámenes suspendidos. En lugar de lluvia, mayo nos recibía con incendios forestales.

Pudimos ver como nuestra productividad disminuía porque simple y sencillamente no teníamos energía para hacer nuestras actividades, nos dimos cuenta, algunos por primera vez, que quienes estaban filtrando la contaminación éramos nosotros.

Por su parte, junio nos encontró con nuevo titular en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y con China como anfitrión del Día Mundial del Medio Ambiente. Con el lema #SinContaminacióndelaire que ya no parecía un llamado tan lejano ni tan ajeno, pues ya sabíamos cómo era el respirar con dificultad, cansancio o sueño a causa de la mala calidad del aire.

Los filtros naturales que nos ayudaban a limpiar nuestro aire están ya rebasados. Nuestros grandes sumideros de CO2, los mares y océanos, seguidos por los bosques, han disminuido su capacidad de absorción. La degradación de los mares y océanos es clara, no sólo por la acidificación de los océanos sino por la contaminación de plásticos y derrames de industrias petroleras. Lo mismo con los bosques, la degradación de éstos a través de los incendios forestales o cambios de usos de suelo, restan su capacidad para absorber o neutralizar el CO2.

Lo bueno, es que parece ya haber sido entendido por nuestras autoridades, pues justo el 5 de junio la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) presentó las medidas de aplicación para mejorar la calidad del aire en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM). Algunas de estas medidas van desde la reducción de compuestos orgánicos volátiles (COV) en productos de uso doméstico y la inspección estratégica para el control de emisiones en gasolineras, hasta la incursión de un nuevo esquema de entrega de hologramas. Este último se presume más exigente en el otorgamiento de los hologramas 0 y 00 e incluye motocicletas.

Dichas medidas se suman a las presentadas en el Nuevo Programa para Prevenir y Responder a Contingencias Ambientales Atmosféricas de partículas PM10 y PM2.5, presentado por las autoridades de la Ciudad de México y el Estado de México el pasado 22 de mayo, y estarán disponibles todo este mes para que el público pueda compartir observaciones y sugerencias.

Con lo anterior, se percibe una apertura de lo ambiental a la sociedad. Tal como lo comparte Víctor Toledo, nuevo titular de Semarnat, cuando indica en su primer comunicado oficial que son dos los pilares del sector ambiental: la ciencia y la tecnología de alta calidad, y la ciudadanización de la política ambiental.

Aprovechemos entonces esta apertura y sumémonos ya a ciudadanizar la política ambiental. Forestemos, reforestemos, adoptemos un árbol o simplemente caminemos. Podemos reducir emisiones mientras nos apropiarnos del espacio público a través de su mejoramiento diario. Esto también es hacer política. Hagamos pues política mientras caminamos.

*Profesora de Medio Ambiente de la Facultad de Estudios Globales en la Universidad Anáhuac México

El 16 de mayo fue una fecha importante para los habitantes de la Ciudad de México. En medio de partículas contaminantes conocidas y otras no tanto, se declaró Contingencia Ambiental Atmosférica Extraordinaria. Actividades y movilidad fueron restringidos al igual que clases y exámenes suspendidos. En lugar de lluvia, mayo nos recibía con incendios forestales.

Pudimos ver como nuestra productividad disminuía porque simple y sencillamente no teníamos energía para hacer nuestras actividades, nos dimos cuenta, algunos por primera vez, que quienes estaban filtrando la contaminación éramos nosotros.

Por su parte, junio nos encontró con nuevo titular en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y con China como anfitrión del Día Mundial del Medio Ambiente. Con el lema #SinContaminacióndelaire que ya no parecía un llamado tan lejano ni tan ajeno, pues ya sabíamos cómo era el respirar con dificultad, cansancio o sueño a causa de la mala calidad del aire.

Los filtros naturales que nos ayudaban a limpiar nuestro aire están ya rebasados. Nuestros grandes sumideros de CO2, los mares y océanos, seguidos por los bosques, han disminuido su capacidad de absorción. La degradación de los mares y océanos es clara, no sólo por la acidificación de los océanos sino por la contaminación de plásticos y derrames de industrias petroleras. Lo mismo con los bosques, la degradación de éstos a través de los incendios forestales o cambios de usos de suelo, restan su capacidad para absorber o neutralizar el CO2.

Lo bueno, es que parece ya haber sido entendido por nuestras autoridades, pues justo el 5 de junio la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) presentó las medidas de aplicación para mejorar la calidad del aire en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM). Algunas de estas medidas van desde la reducción de compuestos orgánicos volátiles (COV) en productos de uso doméstico y la inspección estratégica para el control de emisiones en gasolineras, hasta la incursión de un nuevo esquema de entrega de hologramas. Este último se presume más exigente en el otorgamiento de los hologramas 0 y 00 e incluye motocicletas.

Dichas medidas se suman a las presentadas en el Nuevo Programa para Prevenir y Responder a Contingencias Ambientales Atmosféricas de partículas PM10 y PM2.5, presentado por las autoridades de la Ciudad de México y el Estado de México el pasado 22 de mayo, y estarán disponibles todo este mes para que el público pueda compartir observaciones y sugerencias.

Con lo anterior, se percibe una apertura de lo ambiental a la sociedad. Tal como lo comparte Víctor Toledo, nuevo titular de Semarnat, cuando indica en su primer comunicado oficial que son dos los pilares del sector ambiental: la ciencia y la tecnología de alta calidad, y la ciudadanización de la política ambiental.

Aprovechemos entonces esta apertura y sumémonos ya a ciudadanizar la política ambiental. Forestemos, reforestemos, adoptemos un árbol o simplemente caminemos. Podemos reducir emisiones mientras nos apropiarnos del espacio público a través de su mejoramiento diario. Esto también es hacer política. Hagamos pues política mientras caminamos.

*Profesora de Medio Ambiente de la Facultad de Estudios Globales en la Universidad Anáhuac México