/ martes 15 de octubre de 2019

Bazar de la Cultura | Charabati: una filosofía para la calle

Por: Juan Amael Vizuet

A la filósofa Esther Charabati no le gustan los libros de superación personal. “Las fórmulas propuestas en ellos nunca salen bien”, opina. Cuando apareció Guía para desconcertados, alguna librería la instaló en su zonade “superación personal”, con la evidente contrariedad de la autora. Aun así, la doctora Charabati conserva su optimismo.

“Es un libro para quienes les gusta es estar desconcertados. Trato de mantenerlos en esa misma posición. En el desconcierto uno se puede mover con más facilidad”, comenta Charabati a esta columna.

En su concepto, es tan negativo aceptar a la realidad acríticamente como tildar de fallido o nefasto a todo en nuestro entorno.

“Filósofos o no, creo que todos nos estamos preguntando permanentemente cosas de la vida. Yo no me considero profesional de la filosofía, yo soy filósofa de la calle, por eso coordino el café filosófico desde hace tantos años. Realmente eso es lo que me gusta. A mí no me gusta el ambiente académico, a mí me gusta la gente, igual que yo”, comenta.

Para la entrevistada, una vida exclusivamente académica puede aislar al intelectual de las realidades. “Me parece que es una mirada más limitada; si bien puede ser mucho más profunda en algunos aspectos, es muy importante el contacto con la gente de hoy, que se plantea preguntas filosóficas, aunque no sepa que son preguntas filosóficas.”

Guía para desconcertados es un libro de ensayos, es decir de reflexiones, sobre el ser humano. Está escrito para el gran público, no sólo para las cátedras y los cubículos universitarios. Como todo buen ensayo, combina la buena literatura con el análisis riguroso de diversos temas de interés público.

Charabati no considera a la época actual necesariamente peor respecto a otros tiempos: “Siempre ha sido así, hay unas décadas vivibles, mientras otras dan terror. Uno quisiera un mundo mejor definitivamente.”

El libro se lo dedicó a su abuela, “su compañera”. No es sólo por el lazo familiar, sino por las vivencias compartidas: “Creo más en los vínculos. Hay personas con las que uno tiene vínculos muy fuertes, que pueden o no ser familiares. Claro que entre familiares está la cercanía, están ahí desde el principio. Pero también tengo vínculos muy fuertes con personas que salieron de la nada, igual que yo.”

Aclara: “No hay nada más importante para mí —y mira que me gusta mucho escribir, me gusta mucho leer—que los seres humanos de carne y hueso. Nada se compara con ellos. Defectos los tenemos todos, así que por lo menos nos sentimos en familia cuando nos encontramos.”

El libro no ofrece recetas,plantea preguntas: “La gente va a encontrar algunas provocaciones para ponerse a pensar en sí misma y en el mundo. Esas provocaciones le pueden resultar una buena manera de entrar en temas que uno solo no se anima a abordar.”

Por: Juan Amael Vizuet

A la filósofa Esther Charabati no le gustan los libros de superación personal. “Las fórmulas propuestas en ellos nunca salen bien”, opina. Cuando apareció Guía para desconcertados, alguna librería la instaló en su zonade “superación personal”, con la evidente contrariedad de la autora. Aun así, la doctora Charabati conserva su optimismo.

“Es un libro para quienes les gusta es estar desconcertados. Trato de mantenerlos en esa misma posición. En el desconcierto uno se puede mover con más facilidad”, comenta Charabati a esta columna.

En su concepto, es tan negativo aceptar a la realidad acríticamente como tildar de fallido o nefasto a todo en nuestro entorno.

“Filósofos o no, creo que todos nos estamos preguntando permanentemente cosas de la vida. Yo no me considero profesional de la filosofía, yo soy filósofa de la calle, por eso coordino el café filosófico desde hace tantos años. Realmente eso es lo que me gusta. A mí no me gusta el ambiente académico, a mí me gusta la gente, igual que yo”, comenta.

Para la entrevistada, una vida exclusivamente académica puede aislar al intelectual de las realidades. “Me parece que es una mirada más limitada; si bien puede ser mucho más profunda en algunos aspectos, es muy importante el contacto con la gente de hoy, que se plantea preguntas filosóficas, aunque no sepa que son preguntas filosóficas.”

Guía para desconcertados es un libro de ensayos, es decir de reflexiones, sobre el ser humano. Está escrito para el gran público, no sólo para las cátedras y los cubículos universitarios. Como todo buen ensayo, combina la buena literatura con el análisis riguroso de diversos temas de interés público.

Charabati no considera a la época actual necesariamente peor respecto a otros tiempos: “Siempre ha sido así, hay unas décadas vivibles, mientras otras dan terror. Uno quisiera un mundo mejor definitivamente.”

El libro se lo dedicó a su abuela, “su compañera”. No es sólo por el lazo familiar, sino por las vivencias compartidas: “Creo más en los vínculos. Hay personas con las que uno tiene vínculos muy fuertes, que pueden o no ser familiares. Claro que entre familiares está la cercanía, están ahí desde el principio. Pero también tengo vínculos muy fuertes con personas que salieron de la nada, igual que yo.”

Aclara: “No hay nada más importante para mí —y mira que me gusta mucho escribir, me gusta mucho leer—que los seres humanos de carne y hueso. Nada se compara con ellos. Defectos los tenemos todos, así que por lo menos nos sentimos en familia cuando nos encontramos.”

El libro no ofrece recetas,plantea preguntas: “La gente va a encontrar algunas provocaciones para ponerse a pensar en sí misma y en el mundo. Esas provocaciones le pueden resultar una buena manera de entrar en temas que uno solo no se anima a abordar.”