/ sábado 29 de enero de 2022

¿Cómo será el nuevo viajero?

Por Ari Dorfman, responsable del sector de turismo en Google México

Con un inicio de año con incertidumbre y nuevos retos, puede ser complicado ver hacia el futuro e intentar entender qué cambiará y qué se mantendrá. Es por ello que lo más conveniente no es solo ver al frente, sino hacia atrás y aprender qué se ha hecho en otros momentos complejos de nuestra historia y cómo ha impactado en nuestras sociedades.

Al voltear al pasado, somos testigos y partícipes de manera directa o pasiva, de múltiples eventos y crisis que trajeron cambios y nuestros viajes forman parte de esto. En la práctica y deseo de viajar vemos cómo se reflejan estos sentimientos que surgen luego de estas crisis. Una vez que se ha superado ese momento, emerge una sensación de alivio y relajación, acompañada de querer disfrutar y recuperar el tiempo perdido. A ello, se suma el deseo de crear comunidad y de compartir. Son estas sensaciones lo que marcarán la conducta del viajero del futuro, sus decisiones, sus prioridades a la hora de visitar una playa o una ciudad y su forma de investigar para tomar una decisión.

¿Cómo se refleja en el turismo? Comenzamos a ver nuevas tendencias de viajes en destinos y formas de viajar que están marcando un futuro distinto. Durante la segunda mitad del año pasado, en Google realizamos un análisis para descubrir cómo es el nuevo viajero y aprendimos que es más demandante y espontáneo. El deseo de viajar está en su punto más

alto de los últimos dos años en la región, con un crecimiento del 90% año contra año de búsquedas que incluyen la palabra “viajar”. En México, el 17% de las personas encuestadas mencionaron viajar como uno de sus gastos prioritarios, reposicionando esta actividad en un lugar primordial. Una tendencia a nivel Latinoamérica es que la decisión y compra de viaje tiende a ser menos planificada y más cerca de la fecha del viaje. Esto lo vemos con las búsquedas de “vuelos y tarifas de último minuto” que crecieron 54% año contra año.

Además, el nuevo viajero quiere aprovechar las oportunidades que surgen para salir de su rutina y disfrutar de un nuevo panorama y está cambiando su forma de pensar acerca del concepto de viaje. Otra tendencia creciente es la de “Workation” que consiste en realizar un viaje largo a un destino que quiera descubrir mientras trabaja a distancia. El 32% de los viajeros se motiva a viajar con el fin de descansar y desconectarse, mientras que el 30% busca nuevas experiencias. También vemos crecer a los nómadas digitales, cuyo objetivo es conocer tanto como sea posible mientras trabaja a distancia, buscando diversidad de prestaciones en el destino que puedan responder a estas nuevas necesidades.

Esto me hace volver a lo que comentaba al principio, las sensaciones y los sentimientos que están marcando nuestras decisiones. No se trata de preferir un tipo de destino, sino lo que esa experiencia te hará sentir. En pocas palabras, el viajero del futuro cercano es uno sensible a su entorno, que le da más valor a la experiencia de un viaje, por lo que eligirá experiencias que lo hagan sentir en control de sus sensaciones y que respondan de manera pragmática a sus necesidades materiales. Y para esto, todos los que formamos parte de esta industria, tendremos que ser ágiles para responder a estas demandas, estar cerca de nuestros visitantes y otorgar experiencias personalizadas. Este año viajar cobra un nuevo sentido.

Por Ari Dorfman, responsable del sector de turismo en Google México

Con un inicio de año con incertidumbre y nuevos retos, puede ser complicado ver hacia el futuro e intentar entender qué cambiará y qué se mantendrá. Es por ello que lo más conveniente no es solo ver al frente, sino hacia atrás y aprender qué se ha hecho en otros momentos complejos de nuestra historia y cómo ha impactado en nuestras sociedades.

Al voltear al pasado, somos testigos y partícipes de manera directa o pasiva, de múltiples eventos y crisis que trajeron cambios y nuestros viajes forman parte de esto. En la práctica y deseo de viajar vemos cómo se reflejan estos sentimientos que surgen luego de estas crisis. Una vez que se ha superado ese momento, emerge una sensación de alivio y relajación, acompañada de querer disfrutar y recuperar el tiempo perdido. A ello, se suma el deseo de crear comunidad y de compartir. Son estas sensaciones lo que marcarán la conducta del viajero del futuro, sus decisiones, sus prioridades a la hora de visitar una playa o una ciudad y su forma de investigar para tomar una decisión.

¿Cómo se refleja en el turismo? Comenzamos a ver nuevas tendencias de viajes en destinos y formas de viajar que están marcando un futuro distinto. Durante la segunda mitad del año pasado, en Google realizamos un análisis para descubrir cómo es el nuevo viajero y aprendimos que es más demandante y espontáneo. El deseo de viajar está en su punto más

alto de los últimos dos años en la región, con un crecimiento del 90% año contra año de búsquedas que incluyen la palabra “viajar”. En México, el 17% de las personas encuestadas mencionaron viajar como uno de sus gastos prioritarios, reposicionando esta actividad en un lugar primordial. Una tendencia a nivel Latinoamérica es que la decisión y compra de viaje tiende a ser menos planificada y más cerca de la fecha del viaje. Esto lo vemos con las búsquedas de “vuelos y tarifas de último minuto” que crecieron 54% año contra año.

Además, el nuevo viajero quiere aprovechar las oportunidades que surgen para salir de su rutina y disfrutar de un nuevo panorama y está cambiando su forma de pensar acerca del concepto de viaje. Otra tendencia creciente es la de “Workation” que consiste en realizar un viaje largo a un destino que quiera descubrir mientras trabaja a distancia. El 32% de los viajeros se motiva a viajar con el fin de descansar y desconectarse, mientras que el 30% busca nuevas experiencias. También vemos crecer a los nómadas digitales, cuyo objetivo es conocer tanto como sea posible mientras trabaja a distancia, buscando diversidad de prestaciones en el destino que puedan responder a estas nuevas necesidades.

Esto me hace volver a lo que comentaba al principio, las sensaciones y los sentimientos que están marcando nuestras decisiones. No se trata de preferir un tipo de destino, sino lo que esa experiencia te hará sentir. En pocas palabras, el viajero del futuro cercano es uno sensible a su entorno, que le da más valor a la experiencia de un viaje, por lo que eligirá experiencias que lo hagan sentir en control de sus sensaciones y que respondan de manera pragmática a sus necesidades materiales. Y para esto, todos los que formamos parte de esta industria, tendremos que ser ágiles para responder a estas demandas, estar cerca de nuestros visitantes y otorgar experiencias personalizadas. Este año viajar cobra un nuevo sentido.