/ miércoles 7 de abril de 2021

Con B de bisexual

Por Isolda María Vela Fuentes


Cuando hablamos del término LGBTTTIQ+ pensamos en una comunidad unida por una identidad y objetivos sociales y políticos comunes que agrupa a todas las disidencias sexuales y de género. Sin embargo, algunas identidades disidentes son más visibles y entendidas que otras.

Muchas personas saben que la “B” en LGBTTIQ+ representa a la bisexualidad, y a pesar de que esta identidad parece explicarse por sí misma, la realidad es que es una de las orientaciones sexuales sobre las que existen más mitos.

Lo primero que hay que dejar muy en claro es que la bisexualidad existe. Es sorprendente que aún es común escuchar a gente que piensa que no es una orientación sexual real, sino que los y las bisexuales son personas gays o lesbianas que no han terminado de aceptarse como tales, o que son heterosexuales que están experimentando con su sexualidad de manera temporal.

Ambas apreciaciones son incorrectas porque suponen que tarde o temprano una persona debe decidir o definir un único género hacia el cual siente atracción. Ser bisexual implica sentir atracción por más de un género, cosa que no cambia a lo largo de la vida. Por ello, es importante decir que tener una pareja de un determinado género no hace a alguien menos bisexual. Una persona bisexual puede estar en una relación homosexual o heterosexual y seguirá siendo bisexual.

También se piensa que sólo las mujeres pueden ser bisexuales, y que los hombres deben ser heterosexuales u homosexuales. Esta es una visión errónea y patriarcal de la bisexualidad en la que la bisexualidad femenina es permitida y reconocida porque es vista como una fuente de excitación y placer sexual masculino, en tanto que la bisexualidad masculina se percibe como indeseable por romper con la masculinidad hegemónica y es reprimida.

Asimismo, es frecuente escuchar que las personas bisexuales son más promiscuas o tendientes a engañar a sus parejas porque sienten la necesidad de estar con dos personas de género distinto al mismo tiempo. Esto ha sido empíricamente desmentido, y quienes aún lo piensan se olvidan de que una persona está con otra en los términos que ambas eligen. Si una persona bisexual decide ser monógama, hay un vínculo de confianza entre la persona bisexual y su pareja, y no existe un impulso incontrolable de estar con alguien más. Hay personas de todas las orientaciones sexuales que son infieles, y lo son por diversas razones que nada tienen que ver con su orientación sexual.

Igualmente se asume que para ser bisexual se debe sentir la misma atracción hacia dos géneros, es decir 50% y 50%. Esto no es así. La atracción no es cuantificable y más importante aún, la bisexualidad es un espectro que permite sentir atracción en mayor o menor grado hacia distintos géneros.

No es posible cubrir todas las maneras en las que la bisexualidad es malentendida en estas breves líneas, pero creo que es importante hablar del tema porque existe mucha discriminación y bifobia tanto por parte de personas heterosexuales como homosexuales, lo que genera que algunos y algunas se abstengan de tener relaciones sexo-afectivas con personas bisexuales por el sólo hecho de que no comprenden lo que es ser bisexual. Si queremos vivir en un mundo con verdadera igualdad, es importante eliminar nuestros prejuicios y construir nuestras relaciones y afectos desde el conocimiento y el entendimiento.

Por Isolda María Vela Fuentes


Cuando hablamos del término LGBTTTIQ+ pensamos en una comunidad unida por una identidad y objetivos sociales y políticos comunes que agrupa a todas las disidencias sexuales y de género. Sin embargo, algunas identidades disidentes son más visibles y entendidas que otras.

Muchas personas saben que la “B” en LGBTTIQ+ representa a la bisexualidad, y a pesar de que esta identidad parece explicarse por sí misma, la realidad es que es una de las orientaciones sexuales sobre las que existen más mitos.

Lo primero que hay que dejar muy en claro es que la bisexualidad existe. Es sorprendente que aún es común escuchar a gente que piensa que no es una orientación sexual real, sino que los y las bisexuales son personas gays o lesbianas que no han terminado de aceptarse como tales, o que son heterosexuales que están experimentando con su sexualidad de manera temporal.

Ambas apreciaciones son incorrectas porque suponen que tarde o temprano una persona debe decidir o definir un único género hacia el cual siente atracción. Ser bisexual implica sentir atracción por más de un género, cosa que no cambia a lo largo de la vida. Por ello, es importante decir que tener una pareja de un determinado género no hace a alguien menos bisexual. Una persona bisexual puede estar en una relación homosexual o heterosexual y seguirá siendo bisexual.

También se piensa que sólo las mujeres pueden ser bisexuales, y que los hombres deben ser heterosexuales u homosexuales. Esta es una visión errónea y patriarcal de la bisexualidad en la que la bisexualidad femenina es permitida y reconocida porque es vista como una fuente de excitación y placer sexual masculino, en tanto que la bisexualidad masculina se percibe como indeseable por romper con la masculinidad hegemónica y es reprimida.

Asimismo, es frecuente escuchar que las personas bisexuales son más promiscuas o tendientes a engañar a sus parejas porque sienten la necesidad de estar con dos personas de género distinto al mismo tiempo. Esto ha sido empíricamente desmentido, y quienes aún lo piensan se olvidan de que una persona está con otra en los términos que ambas eligen. Si una persona bisexual decide ser monógama, hay un vínculo de confianza entre la persona bisexual y su pareja, y no existe un impulso incontrolable de estar con alguien más. Hay personas de todas las orientaciones sexuales que son infieles, y lo son por diversas razones que nada tienen que ver con su orientación sexual.

Igualmente se asume que para ser bisexual se debe sentir la misma atracción hacia dos géneros, es decir 50% y 50%. Esto no es así. La atracción no es cuantificable y más importante aún, la bisexualidad es un espectro que permite sentir atracción en mayor o menor grado hacia distintos géneros.

No es posible cubrir todas las maneras en las que la bisexualidad es malentendida en estas breves líneas, pero creo que es importante hablar del tema porque existe mucha discriminación y bifobia tanto por parte de personas heterosexuales como homosexuales, lo que genera que algunos y algunas se abstengan de tener relaciones sexo-afectivas con personas bisexuales por el sólo hecho de que no comprenden lo que es ser bisexual. Si queremos vivir en un mundo con verdadera igualdad, es importante eliminar nuestros prejuicios y construir nuestras relaciones y afectos desde el conocimiento y el entendimiento.