/ miércoles 20 de marzo de 2019

Consulta y revocación

Por: Ma. de los Ángeles Huerta / Diputada federal del Grupo Parlamentario de Morena

Este dictamen que acabamos de votar el jueves pasado, nos ha otorgado una herramienta fundamental digna de una democracia genuina: la posibilidad de que los ciudadanos participemos de manera directa en la decisión de refrendar o revocar el mandato presidencial, es decir, la participación ciudadana como forma de control político del poder.

Hemos dado un paso muy importante para la 4a transformación, la revocación de mandato y la consulta popular son hechos consolidados gracias a que los legisladores de Morena sí entendimos la trascendencia de dicha propuesta. De hecho no nos pareció tan extraño a su naturaleza política, que los partidos de la actual oposición hayan votado en contra.

Por muchos años la “democracia de disfraz” en la que habíamos vivido por tanto tiempo, nos negó este fundamental derecho. Elecciones políticas infestadas de fraudes y todo tipo de trampas nos impidieron decidir libremente si queríamos o no que el presidente en turno nos siguiera representando. Por muchos años la principal facultad que tuvimos los mexicanos en este sentido fue la de reclamar y manifestarnos contra los fraudes cometidos por aquellos gobiernos carentes de genuina legitimidad democrática.

Pero ya todo es diferente, la 4a transformación está en marcha, los mexicanos hemos realizado una de las revoluciones ciudadanas pacíficas más importante de la historia moderna reciente, así de importante es nuestro proyecto, encabezado por un presidente que es también ya uno de los más populares del mundo.

Derrocamos con nuestro voto a un régimen, a una forma de gobernar autoritaria, corrupta e ilegítima que de muchos modos tenía sometida nuestra voluntad por construir un país en donde todos tengamos ahora sí, el elemental derecho de ser consultados y decidir si continua o no el gobierno en turno. Cada tres años, en el lapso de un sexenio, tendremos la oportunidad de hacerlo. Es casi increíble, que aún sigan existiendo quienes se oponen a esta renovación social, pero por eso es el momento de que le demostremos a esas fuerzas políticas retrogradas que somos muchos más los que queremos un cambio real, que somos muchos más los que queremos empoderar al pueblo, que somos muchos más los que queremos transformar a México.

Qué gran ridículo el de un partido que después de anteriores mayorías hoy, con su devastado y minoritario grupo, se atreva a deformar con banal retórica la exigencia ciudadana de garantizarle al pueblo el pleno derecho de ejercer su soberanía.


Por: Ma. de los Ángeles Huerta / Diputada federal del Grupo Parlamentario de Morena

Este dictamen que acabamos de votar el jueves pasado, nos ha otorgado una herramienta fundamental digna de una democracia genuina: la posibilidad de que los ciudadanos participemos de manera directa en la decisión de refrendar o revocar el mandato presidencial, es decir, la participación ciudadana como forma de control político del poder.

Hemos dado un paso muy importante para la 4a transformación, la revocación de mandato y la consulta popular son hechos consolidados gracias a que los legisladores de Morena sí entendimos la trascendencia de dicha propuesta. De hecho no nos pareció tan extraño a su naturaleza política, que los partidos de la actual oposición hayan votado en contra.

Por muchos años la “democracia de disfraz” en la que habíamos vivido por tanto tiempo, nos negó este fundamental derecho. Elecciones políticas infestadas de fraudes y todo tipo de trampas nos impidieron decidir libremente si queríamos o no que el presidente en turno nos siguiera representando. Por muchos años la principal facultad que tuvimos los mexicanos en este sentido fue la de reclamar y manifestarnos contra los fraudes cometidos por aquellos gobiernos carentes de genuina legitimidad democrática.

Pero ya todo es diferente, la 4a transformación está en marcha, los mexicanos hemos realizado una de las revoluciones ciudadanas pacíficas más importante de la historia moderna reciente, así de importante es nuestro proyecto, encabezado por un presidente que es también ya uno de los más populares del mundo.

Derrocamos con nuestro voto a un régimen, a una forma de gobernar autoritaria, corrupta e ilegítima que de muchos modos tenía sometida nuestra voluntad por construir un país en donde todos tengamos ahora sí, el elemental derecho de ser consultados y decidir si continua o no el gobierno en turno. Cada tres años, en el lapso de un sexenio, tendremos la oportunidad de hacerlo. Es casi increíble, que aún sigan existiendo quienes se oponen a esta renovación social, pero por eso es el momento de que le demostremos a esas fuerzas políticas retrogradas que somos muchos más los que queremos un cambio real, que somos muchos más los que queremos empoderar al pueblo, que somos muchos más los que queremos transformar a México.

Qué gran ridículo el de un partido que después de anteriores mayorías hoy, con su devastado y minoritario grupo, se atreva a deformar con banal retórica la exigencia ciudadana de garantizarle al pueblo el pleno derecho de ejercer su soberanía.