/ lunes 29 de noviembre de 2021

Datos, talento y enfoque humano: el éxito de la transformación digital

Por: Dore Hernández*

La transformación digital es un tema que ha crecido en importancia en los últimos meses por los grandes beneficios que le trae a los negocios de todos los tamaños tanto en productividad, como en innovación y colaboración. Sin embargo, suele pasar que las empresas deciden emprender una ambiciosa agenda de transformación digital sin tener un objetivo o una definición clara, y se complica cuando hay una falta de visión de lo que implica y significa dicha transformación. Y aunque cada organización es única y existen diferencias puntuales entre los tipos de negocios, industrias y culturas, el significado fundamental de la transformación no se trata ni de reemplazar tecnologías antiguas por nuevas, ni de capturar grandes volúmenes de datos.

La esencia de la transformación digital es convertirse en una organización basada en datos, asegurando que las decisiones, acciones y procesos clave estén fuertemente influenciados por datos reales, en lugar de por la intuición humana. Con esto en mente, el camino de la transformación se ve de la siguiente manera.

Primero que nada, las personas. No hay que olvidar que detrás de los datos hay personas. Por lo tanto, si deseas escalar el conocimiento que tienes sobre tus clientes y empleados y replicarlo dentro de la organización o para usarlo en situaciones complejas, necesitas tener datos como registros de interacciones con consumidores, empleados y clientela. Aquí es donde la tecnología puede tener el mayor impacto, al usarla en el proceso de capturar o crear registros digitales. Por ejemplo, saber qué hacen aquellos que interactúan con la compañía o cuáles son sus preferencias. A esto lo llamamos "digitalización".

Aunque los datos hoy en día resuenan y son un tema de moda, por sí solos no son nada. Pero con la experiencia y las herramientas adecuadas, los datos se pueden convertir en conocimiento. Y aquí es donde la tecnología da paso a la analítica para dar sentido a los datos. Pero incluso llegar a la etapa de conocimientos no es suficiente. Las ideas más interesantes se desperdiciarán sin un plan sólido para convertirlas en acciones. Éstas necesitan habilidades, procesos y gestión del cambio. Es por eso que el talento juega un papel tan crítico para desbloquear la transformación digital.

En la etapa final se pueden evaluar los resultados o el impacto. Este proceso iterativo permite que los aprendizajes se vuelvan más significativos y se desarrollen habilidades interpersonales necesarias para producir una gran sinergia entre personas y tecnología.

La parte crítica de la transformación digital no es "digital" sino "transformación". Nuestro mundo ha cambiado drásticamente en las últimas dos décadas y la adaptación a estos cambios no se puede lograr de la noche a la mañana, simplemente adquiriendo nuevas tecnologías o recopilando más datos. Lo que se necesita es un cambio en la mentalidad, la cultura y el talento, incluida la mejora y la recapacitación de la fuerza laboral para estar preparados para el futuro. Es tarea esencial de los líderes crear un puente entre el pasado y el futuro.

*Gerente de PyMEs en Google México

Por: Dore Hernández*

La transformación digital es un tema que ha crecido en importancia en los últimos meses por los grandes beneficios que le trae a los negocios de todos los tamaños tanto en productividad, como en innovación y colaboración. Sin embargo, suele pasar que las empresas deciden emprender una ambiciosa agenda de transformación digital sin tener un objetivo o una definición clara, y se complica cuando hay una falta de visión de lo que implica y significa dicha transformación. Y aunque cada organización es única y existen diferencias puntuales entre los tipos de negocios, industrias y culturas, el significado fundamental de la transformación no se trata ni de reemplazar tecnologías antiguas por nuevas, ni de capturar grandes volúmenes de datos.

La esencia de la transformación digital es convertirse en una organización basada en datos, asegurando que las decisiones, acciones y procesos clave estén fuertemente influenciados por datos reales, en lugar de por la intuición humana. Con esto en mente, el camino de la transformación se ve de la siguiente manera.

Primero que nada, las personas. No hay que olvidar que detrás de los datos hay personas. Por lo tanto, si deseas escalar el conocimiento que tienes sobre tus clientes y empleados y replicarlo dentro de la organización o para usarlo en situaciones complejas, necesitas tener datos como registros de interacciones con consumidores, empleados y clientela. Aquí es donde la tecnología puede tener el mayor impacto, al usarla en el proceso de capturar o crear registros digitales. Por ejemplo, saber qué hacen aquellos que interactúan con la compañía o cuáles son sus preferencias. A esto lo llamamos "digitalización".

Aunque los datos hoy en día resuenan y son un tema de moda, por sí solos no son nada. Pero con la experiencia y las herramientas adecuadas, los datos se pueden convertir en conocimiento. Y aquí es donde la tecnología da paso a la analítica para dar sentido a los datos. Pero incluso llegar a la etapa de conocimientos no es suficiente. Las ideas más interesantes se desperdiciarán sin un plan sólido para convertirlas en acciones. Éstas necesitan habilidades, procesos y gestión del cambio. Es por eso que el talento juega un papel tan crítico para desbloquear la transformación digital.

En la etapa final se pueden evaluar los resultados o el impacto. Este proceso iterativo permite que los aprendizajes se vuelvan más significativos y se desarrollen habilidades interpersonales necesarias para producir una gran sinergia entre personas y tecnología.

La parte crítica de la transformación digital no es "digital" sino "transformación". Nuestro mundo ha cambiado drásticamente en las últimas dos décadas y la adaptación a estos cambios no se puede lograr de la noche a la mañana, simplemente adquiriendo nuevas tecnologías o recopilando más datos. Lo que se necesita es un cambio en la mentalidad, la cultura y el talento, incluida la mejora y la recapacitación de la fuerza laboral para estar preparados para el futuro. Es tarea esencial de los líderes crear un puente entre el pasado y el futuro.

*Gerente de PyMEs en Google México